El Ministerio de Educación de Bolivia, lanza el D.S. 4260, beneficiando a la educación privada y alejada de la realidad boliviana en cuanto al acceso de tecnologías, el magisterio y la junta de padres de familia se encuentran en emergencia.
Miércoles 1ro de julio de 2020
Foto: Hernán Andia
El 6 de junio entró en vigencia el DS 4260, que pone en vigor la educación virtual y establece cuatro modalidades de educación: presencial, semipresencial, virtual y a distancia, las mismas que deben ser implementadas por los maestros. Sin embargo, la reglamentación específica para los niveles inicial (pre kínder, kínder), primaria y secundaria así como para institutos y universidades aún está pendiente como tarea de los viceministerios de educación regular; educación alternativa y especial; y, educación superior en 30 días.
La falta de reglamentación deja en el aire el currículo en educación virtual y el proceso de evaluación; ambos indispensables para la ejecución de la normativa. El presidente de la Junta Nacional de Padres de Familia de Bolivia, Pablo Diez Jiménez, declaró al periódico Página Siete que con esta disposición “se generaron más dudas que certezas” porque los padres no saben cómo aprobarán el curso sus hijos, ni cuándo concluirán las clases o qué pasará con los estudiantes de sexto de secundaria, entre otros aspectos.
Entre las primeras observaciones realizadas desde el magisterio están las del ejecutivo de la Confederación de Trabajadores en Educación Urbana de Bolivia (C.T.E.U.B del valle), Patricio Molina, quien observó que la medida adoptada por el ministro de Educación, Víctor Hugo Cárdenas, no tomó en cuenta la participación de los actores de la educación fiscal —que engloban el 90% del sistema educativo—, ni de maestros, ni padres de familia.
El 22 de junio, Radio Kawsachun Coca informó que los padres de familia en la ciudad de El Alto se sumaron a la huelga de hambre de la Confederación Nacional de Maestros de Educación Rurales de Bolivia exigiendo la renuncia de Víctor Hugo Cárdenas y el rechazo a la reglamentación de la educación virtual. Manifestaron que: “el error más grande de este gobierno es meterse con la educación de nuestros hijos” y llamaron a sumarse a las manifestaciones a realizarse desde el 29 de junio.
Por su parte, el magisterio paceño convocó a la gran movilización de maestros realizada el 30 de junio en rechazo a la educación virtual y al D.S. 4260 que “condena al fracaso a la mayoría de los jóvenes y niños por falta de recursos económicos para el pago del internet”. La movilización congregó a más de un centenar de profesores que partieron desde la Casa Social del Maestro y tomaron las principales arterias de la ciudad de La Paz.
Esta movilización manifestó su rechazo abierto a las decisiones tomadas en torno a la educación virtual y también exigió la renuncia del ministro de Educación, Cárdenas.
La implementación del DS 4260 no toma en cuenta que en Bolivia más del 60% de la población estudiantil tendrá dificultades en el acceso a las modalidades de educación virtual. De los 3 millones de estudiantes, la educación fiscal, que es la más precarizada, representa 75,8% (2,169.000 estudiantes), mientras que la de convenio es el 12% (369.000) y la privada 11% (325.000).
La población estudiantil fiscal abarca tanto la zona urbana y rural, y la mayoría no cuenta con acceso constante a internet, requisito indispensable para la educación virtual, tanto en modalidades en línea y fuera de línea. Por otra parte, la modalidad a distancia no cuenta con los recursos materiales mínimos de implementación, como libros con guías de estudio especializadas o recursos multimedia como CDROM’s.
Es indispensable reevaluar las condiciones materiales de la educación en Bolivia, que por ahora solamente benefician a las clases privilegiadas. La ampliación de la brecha social será inevitable si el magisterio y la población civil no exige la abrogación del DS 4260.