Se dio a conocer una carta dirigida a Christine Lagarde por sindicalistas, legisladores, dirigentes políticos y sociales, a la que hizo pública su adhesión el Movimiento Obrero Santafesino (MOS). Allí manifiestan el descontento por el acuerdo alcanzado entre el gobierno y la entidad financiera que Lagarde preside. La firman además representantes del peronismo y el Partido Socialista.
Jueves 19 de julio de 2018
Foto: LT9
El martes se difundió el texto que dirigieron a la titular del FMI Christine Lagarde dirigentes y representantes políticos, sindicales, sociales, periodistas, referentes de derechos humanos y de la cultura. La carta intenta explicarle a Lagarde las graves consecuencias económicas y sociales de los planes que impuso el organismo para otorgar el crédito al país, y manifiesta la disconformidad con el acuerdo celebrado con el gobierno.
Entre los firmantes están los triunviros de la CGT Carlos Schmid y Héctor Daer, los mismos que vienen dándole una larga tregua al gobierno, con paros aislados que busca descomprimir la enorme bronca que existe por abajo entre trabajadoras y trabajadores. También se encuentran varios diputados y senadores del peronismo, que son los que desde el Congreso votaron todas las leyes de ajuste de Macri y que incluso se preparan para votar el Presupuesto 2019. Ellos fueron los dadores voluntarios de gobernabilidad durante los casi tres años de gobierno del macrismo.
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Entre las firmas locales destacan la del dirigente del Partido Socialista y ex gobernador santafesino Antonio Bonfatti,y las de los legisladores peronistas de la provincia Agustín Rossi y Lucila de Ponti. Junto a estas también está la de Sonia Alesso, secretaria general de Amsafe y de la Ctera, entre otras figuras sindicales locales. El reagrupamiento provincial del que es parte Alesso, el Movimiento Obrero Santafesino (MOS) adhirió públicamente al texto, que fue subido a las redes sociales de la agrupación.
Lo primero que hay que señalar es que, a pesar de que el texto denuncia las consecuencias del acuerdo alcanzado por el gobierno con el FMI, no llama ni a una sola medida para enfrentar los ataques en curso en todo el país. Ya sabemos que Macri (y el FMI) son ’malos’, el problema es cómo vamos a enfrentarlos.
La segunda cuestión que salta a la vista es que a la carta adhieren representantes del partido de gobierno de Santa Fe, provincia en la que el Partido Socialista ha dejado pasar todos y cada uno de los ataques contra los trabajadores. Sólo por poner algunos ejemplos, están los cierres de ArZinc y MefroWheels, los 44 despidos de Cargill, los despidos y suspensiones en fábricas de la línea blanca como en Electrolux y Briket, y también las suspensiones en la automotriz General Motors. En todos estos casos el gobierno de Lifschitz convalidó los ataques, otorgando a las empresas la libertad de disponer de los trabajadores y sus derechos sin límites. Entonces ¿por qué el MOS estampa su firma junto a la de los responsables políticos de los ataques a los trabajadores en Santa Fe?
Algo similar podemos decir en relación a la adhesión de los diputados peronistas como Rossi y de Ponti. En el 2009 el oficialismo nacional de aquél momento, del cual eran parte estos legisladores kirchneristas, llevó a los trabajadores de Paraná Metal en Villa Constitución al largo laberinto de las negociaciones y engaños, luego a la compra de la planta por parte del empresario amigo del gobierno Cristóbal López, que la vació y la cerró tiempo después. Como resultado 1.200 metalúrgicos en Villa Constitución quedaron sin trabajo. Y ese es sólo uno de los casos santafesinos, porque el gobierno kirchnerista no sólo convalidó despidos y cierres de fábricas sino que en numerosas ocasiones reprimió a trabajadores que luchaban por sus puestos de trabajo, como ocurrió en el 2014 con la autopartista Lear, cuyos operarios y organizaciones solidarias fueron reprimidos once veces por la gendarmería al mando del Secretario de Seguridad K, Sergio "Rambo" Berni.
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El MOS apuesta políticamente a la superación del gobierno de Macri con un gran frente "antimacri" junto a quiénes ya demostraron de qué lado de la mecha se encuentran cuando hay ataques a los laburantes. Lo decimos claro: no se puede enfrentar al FMI y al gobierno con el Partido Socialista o con sectores del peronismo, que son los mismos que garantizan -o garantizaron, hasta ayer- la libertad de los empresarios de atacar a los trabajadores. En cambio el MOS tiene la tarea y la responsabilidad de convocar hoy a acciones desde los numerosos sindicatos que dirige, cuando los ataques ya comenzaron. No hay que esperar a una medida nacional convocada desde la CGT, es necesario impulsar ya asambleas en cada lugar de trabajo para discutir un plan de lucha que fuerce a la CGT a ponerse al frente, para derrotar el acuerdo con el FMI y enfrentar los ataques en curso.