En una reñida votación de la mesa representativa, la central obrera uruguaya PIT-CNT resolvió impulsar un plebiscito contra el aumento de la edad jubilatoria que establece la ley que promulgó el gobierno del derechista Lacalle Pou y para proponer la eliminación de las administradoras privadas de pensiones (AFAP) y que las jubilaciones mínimas se equiparen al salario mínimo nacional.
Miércoles 30 de agosto de 2023 22:57
En una reñida votación en la mesa representativa del PIT-CNT finalmente se impuso la propuesta de avanzar en la recolección de firmas para promover un plebiscito que deje sin efecto el aumento de la edad jubilatoria que establece la reforma que votó la Coalición Multicolor (del presidente Lacalle Pou), así como impulsar otros cambios en la seguridad social.
Se deberán juntar alrededor de 280.000 firmas y el plebiscito se realizaría junto a las próximas elecciones nacionales.
La postura que impulsaron los trabajadores de la seguridad social (ATSS) logró el apoyo de otros 15 sindicatos: Adeom (municipales), los funcionarios de Udelar (universidad pública), los del Instituto Nacional de Colonización, Postales, trabajadores de la Universidad del Trabajo de Uruguay (UTU), la AUTE (sindicato de la estatal de electricidad), la Federación Ancap (combustibles), funcionarios de OSE (obras sanitarias), Artes Gráficos, Sintep (enseñanza privada), trabajadores de la industria química, gastronómicos y hoteleros, Unión Ferroviaria, funcionarios del Codicen (administración de la educación pública) y trabajadores del Hospital de Clínicas.
Otros 14 sindicatos cercanos a las corrientes moderadas de Articulación y En Lucha se abstuvieron: AEBU (bancarios), funcionarios judiciales, trabajadores de la prensa, de Secundaria, COFE (estatales), la Federación de la Bebida, molineros, papeleros y cartoneros, empleados de comercios y servicios, FUM-TEP (magisterio de primaria), sindicato policial, de la industria de medicamentos, los portuarios y trabajadores del Transporte.
Mientras que los 14 sindicatos cercanos a la corriente Gerardo Cuesta, afín al Partido Comunista, tenían en principio la posición de derogar la ley del gobierno pero sin tocar las administradoras privadas de pensiones (AFAP): Sunca (construcción), metalúrgicos, trabajadores del gas, obreros del dulce, el sindicato de la pesca, la Federación de la Salud, trabajadores públicos bajo derecho privado, la industria láctea, Fenapes (profesores de secundaria), obreros de la madera, sindicato de la vestimenta, transporte de carga, sindicato de Antel (administración de telecomunicaciones) y obreros de la curtiembre. Ante la situación de virtual empate, propusieron aplazar la definición con la intención de lograr acuerdos a la interna de la central.
Aunque todavía no se conoce la redacción final del texto que se buscará plebiscitar, la mesa representativa definió ya tres puntos centrales que serán incluidos: mantener la edad jubilatoria en 60 años, la eliminación de la AFAP y el lucro en la seguridad social, y equiparar las jubilaciones mínimas con el equivalente a un salario mínimo nacional (SMN).
Sectores del Frente Amplio toman distancia del plebiscito
Aunque aún no ha comenzado la recolección de firmas, importantes sectores del Frente Amplio ya anunciaron que no están de acuerdo con el plebiscito. Es que no quiere “hacer olas” por una cuestión de oportunismo electoral, por eso hablan de esperar a las elecciones de 2024 y luego negociar.
El MPP del expresidente José Mujica, la Vertiente Artiguista y dos de los precandidatos presidenciales (Orsi y Bergara) se expidieron explícitamente en contra de la iniciativa y el Frente Amplio de conjunto aún no ha llegado a una decisión colectiva.
No hay duda de que la propuesta que promovió la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS), incluyendo la derogación de las AFAP, es algo que no cuenta con el apoyo del Frente Amplio. En 15 años de gobierno esta corriente fue totalmente omisa en promover una iniciativa en este sentido. Ya el presidente Danilo Astori en los años 90, cuando se promulgó la anterior reforma de la seguridad social, estuvo de acuerdo con dar cabida al capital privado en las jubilaciones (creando las AFAP), de manera de hacerlo un simple objeto de lucro, una fuente más de ganancias para los empresarios.
Esta es la visión que en definitiva impulsa el Frente Amplio: dar lugar y oportunidades de negocios a los empresarios nacionales y extranjeros, por lo cual esta votación del PIT-CNT les genera mucha incomodidad y no la pueden compartir.
Mujica está siendo uno de los principales portavoces de aquellos sectores frenteamplistas que promueven que sea un eventual próximo gobierno del Frente Amplio el que rediscuta la reforma de la seguridad social.
Sabemos qué piensan estos dirigentes (Astori, Mujica): están de acuerdo con subir la edad para jubilarse, no quieren tocar las AFAP y hablan de "dialogo social" para contemplar los intereses de los empresarios. Muestran así que son incapaces de defender los derechos más básicos de las y los trabajadores.
La derogación de las AFAP tampoco es la posición del Partido Comunista, otro de los principales grupos de la coalición progresista. Si busca confrontar con el gobierno con el tema de la seguridad social y el aumento de la edad jubilatoria es porque sabe que es algo antipopular, pero en la práctica no son capaces de cuestionar en profundidad el modelo socio económico pos dictadura, que también sostiene el Frente Amplio.
Luchar y movilizarse contra la reforma de la seguridad social
Son las y los trabajadores los que podrán enfrentar esta ley impuesta por el gobierno de Lacalle Pou. El camino es la movilización popular, la organización y la lucha.
El plebiscito no deja de ser un mecanismo del régimen político que como muestra la historia reciente, puede no ser respetado por los gobiernos. Como ejemplo se puede tomar el tema de las privatizaciones: aunque hubo un claro pronunciamiento popular en el año 1992, se continuó avanzando en tercerizaciones y privatizaciones de sectores de las empresas públicas.
Por eso en todo caso este plebiscito que se promueve desde el PIT-CNT debe estar al servicio de impulsar la movilización popular contra la reforma del gobierno (que en muchos aspectos cuenta con apoyos del propio Frente Amplio). No se puede dar un cheque en blanco a un mecanismo institucional de esta democracia que está al servicio de los empresarios, ni tampoco confiar en las negociaciones y acuerdos a espaldas de las y los trabajadores. La movilización popular es la que puede garantizar que haya una seguridad social al servicio de las mayorías.
No se trata solamente de juntar firmas contra la reforma del gobierno; el PIT-CNT debe definir un plan de lucha discutido democráticamente en las bases obreras que tome las reivindicaciones más sentidas del pueblo trabajador y unifique los conflictos de todos los sectores para enfrentar el conjunto del ajuste que impulsa la derecha y dar una salida obrera a la crisis social.