CCOO denuncia la infrautilización de un escáner en el Ramón y Cajal: sólo se usa dos días a la semana, y exclusivamente por las mañanas, debido a que la Comunidad de Madrid no ha contratado a los técnicos de radiología necesarios para manejarlo.
Martes 12 de septiembre de 2023
Imagen de un escáner similar en el Hospital Ramon y Cajal de Madrid / CCOO
La sanidad pública madrileña lleva años siendo atacada, privatizada e infrafinanciada. Como resultado, los usuarios sufren cada vez más listas de espera interminables, lo que ha derivado en que más de un millón de personas hayan recurrido a seguros privados en los últimos dos años. Mientras los servicios públicos se desmoronan sometiendo a la clase trabajadora cada vez más a la precariedad, Madrid se convierte en la Comunidad Autónoma que mayor gasto público ha invertido en conciertos entre 2010 y 2021. Según la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) durante la pandemia se invirtieron más de 1.2 millones euros en dichos conciertos, un 11,7% del gasto sanitario.
En medio de esta situación intolerable, el gobierno del Partido Popular decidió instalar un dispositivo de última generación valorado en 1 millón de euros en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, sin ampliar plantilla. Este novedoso escáner genera imágenes mucho más nítidas y de mejor calidad, lo cual aumenta la posibilidad de diagnosticar enfermedades graves. Sin embargo, es imposible que termine siendo útil si no se dispone de los recursos humanos suficientes.
CCOO Sanidad Madrid ha denunciado que este dispositivo solo se utiliza dos días a la semana, y únicamente por las mañanas. Esto se debe a la falta de contratación de profesionales especializados. También manifiestan que han llegado a trasladar a sanitarios de sus habituales puestos de trabajo, o incluso de otros centros, para cubrir dichos puestos. «Un escáner de estas características necesita dos técnicos de radiología por máquina. No se ha contratado a ninguno», explica el sindicato.
Y no es la primera vez que un dispositivo de este calibre cae en el olvido tras una inversión millonaria. Ya ocurrió con el único acelerador lineal con resonancia magnética que ha existido en España, “donado” por Amancio Ortega al Hospital Universitario de La Paz.
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Es incomprensible que se realicen inversiones tan desmesuradas mientras más de la mitad del personal sanitario en el Estado Español no es fijo, y continúan enfrentándose a contratos temporales y salarios precarios. Además, la demora en la región de Madrid para la realización de pruebas diagnósticas es de casi 200.000. Si se aumentase la plantilla para el uso diario de estas máquinas, en poco más de 2 semanas se podría terminar esa lista, según indica la organización sindical.
Esta situación solo terminará cuando acabemos con el negocio de la salud en manos de los capitalistas, superando el modelo de gestión público-privado que se ha sostenido por todos los gobiernos durante décadas, ya fueran de derechas o “progresistas”. Contra el negocio de concertadas y consorcios, hay que imponer la derogación de la Ley 15/97 y de todos los convenios de gestión privada sanitarios públicos, luchando por la expropiación sin pago de todas las empresas de salud privadas -incluidas las grandes farmacéuticas- y la nacionalización de todo el sistema de Salud para crear una red pública única, gestionada por sus profesionales y trabajadores junto a comités de usuarios.
Y esto solo se puede hacer a través de la lucha y la huelga contra el PP de Madrid, pero también contra el gobierno “progresista” que ha mantenido el sistema público de salud infrafinanciado mientras daba millones al presupuesto en Defensa y contra la burocracia sindical, que mientras denuncia este hecho, firma a favor de privatizar la salud de los trabajadores mediante las Mutuas.
