Vox lanzó la semana pasada la idea de una segunda moción de censura al gobierno PSOE-UP tras el anuncio de la reforma del Consejo del Poder Judicial. Abascal busca un candidato de consenso en el bloque de derechas mientras que el PP se niega a sumarse a la iniciativa y considera que su fracaso reforzará al gobierno actual.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 13 de diciembre de 2022
Vox anunció la semana pasada su intención de presentar una segunda moción de censura en esta legislatura, tras el fracaso de la que presentaron en 2020. El motivo de este nuevo intento sería la reforma del Consejo del Poder Judicial que desbloquearía la institución judicial después de varios intentos de negociación entre el PSOE y el PP para repartirse las posiciones. La ultraderecha mantiene un discurso sobre un supuesto asalto a las instituciones que estaría realizando Pedro Sánchez como motivo para presentar la moción de censura.
El partido de Abascal lleva una semana buscando un candidato de consenso para presentar la moción de censura, al mismo tiempo que presiona al PP para que se sume a la iniciativa. Por su parte, Alberto Feijoo, líder del PP, así como Isabel Díaz Ayuso, presidenta del PP madrileño, se han negado a que su partido participe en la moción de censura. Feijoo y Ayuso argumentan que es preferible centrarse en el próximo ciclo electoral y que un previsible fracaso de una segunda moción podría reforzar electoralmente al PSOE.
Vox por su lado, se ha planteado incluso que el propio Feijoo sea el candidato de dicha moción, a condición de que convoque directamente elecciones generales en caso de ganar la votación parlamentaria. Su iniciativa se ha visto respaldada por Inés Arrimadas, presidenta de Ciudadanos y por Cayetana Álvarez de Toledo, diputada del PP. Pero no parece tener las fuerzas necesarias para imponerse en el bloque de derechas.
El PP confía en el próximo ciclo electoral
El Partido Popular se niega, aunque tampoco votará en contra, a la moción de censura porque confía en sus posibilidades en el próximo ciclo electoral. Tras una reunificación de intereses entre Feijoo y Ayuso, que uniría las sensibilidades internas del partido momentáneamente para centrarse en el periodo electoral, parece que el PP afronta con optimismo el próximo 2023.
Esta unidad se ha expresado en discursos similares por parte de ambos dirigentes de por qué rechazan la iniciativa de Vox. Ven la estrategia de la ultraderecha más como un intento de desgastar al PP que como un plan útil para ganar peso político de cara al gobierno PSOE-UP. Esto último también ha sido señalado por críticos de Vox como Macarena Olona quien, a pesar de haber liderado la moción de censura de 2020, se ha posicionado en contra del nuevo intento afirmando que se trata de un ataque al PP.
Por su parte, Alberto Feijoo ya ha anunciado su intención de derogar una serie de leyes en caso de llegar al gobierno como la futura Ley Trans, la reforma del Código Penal, la ley de Memoria Histórica o la Ley del Sí solo el Sí.
La confianza del partido de Feijoo en el próximo ciclo electoral puede deberse a la debacle de sus competidores en el bloque de derechas con un Ciudadanos camino de la disolución y con crisis interna, mientras que Vox continua su caída en las encuestas y sus conflictos internos después del polémico episodio de Olona.
Roberto Bordón
Andalucía