La investidura de Rajoy se consuma. Una “gran coalición” de hecho dará el gobierno al PP. El más débil de la democracia. La policía blindará la investidura frente a las movilizaciones previstas.
Sábado 29 de octubre de 2016
Foto: EFE
El ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aún no rompe el silencio pero ya se rumorea que votara “No” a la investidura de Rajoy este sábado, en la segunda sesión, después de que el PSOE se posicione en contra en la primera votación como habían anunciado. Los rumores también apuntan a que podría renunciar a su acta de diputado como forma de liberarse de la disciplina partidaria de voto. Se espera que el dirigente socialista haga declaraciones después de la investidura.
Además votarán “No” con seguridad Susana Sumelzo, Margarita Robles, Zaida Cantera, Odón Elorza o Pere Joan Pons, y los siete del PSC, evidenciando de esta manera una de las fracturas más duras que ha tenido que vivir el PSOE en las últimas décadas.
Sin embargo el PSOE, bajo argumentos y eufemismos de la derecha, dará el gobierno a Rajoy en esta segunda sesión, demostrando una vez más ser un partido con “sentido de Estado” y responsable con los ricos y poderosos a los que sirve.
En palabras del Antonio Hernando, quien fue el encargado de defender la abstención, “Señor Rajoy, no nos gusta como presidente, pero España nos necesita”. Es decir, España- léase IBEX 35- necesita a los social liberales para que la derecha gobierne.
Este primer acto de “responsabilidad” no será el único, que nadie se engañe. Y es que no tendría sentido un gobierno que no pueda aplicar las medidas exigidas por la gran patronal y Bruselas. No será la primera ni la última vez que el PSOE haga este ejercicio de cinismo.
Vociferar ser la alternativa, la oposición al PP o el partido “social” por excelencia, para después en los hechos alinearse en lo fundamental a las necesidades del Ibex 35 y la Unión Europea.
Y en este caso en particular, sumado a lo que significaría para el PSOE medirse en unas nuevas elecciones, que sin dudas marcaría un nuevo record de pérdida de votos y escaños.
Por parte del PP veremos la impostura del diálogo, basado en realidad en su extrema debilidad. Algo que el PSOE intentará aprovechar para conseguir alguna concesión menor para darse un lavado de cara frente a los suyos. De ahí el anuncio de la paralización de las reválidas hasta que se llegue a un pacto por la educación, algo de lo que ya se felicitó Javier Fernández, el presidente de la gestora, como el primer fruto de su actitud de colaboración.
Sin embargo es muy probable que el PP cuente con el PSOE para la inminente votación de los presupuestos, sin los cuales se evoca nuevamente el escenario de elecciones. No es de extrañar que además veamos más pactos de Estado sobre varias cuestiones por parte del PSOE y el PP con el apoyo de Ciudadanos.
La policía blinda la investidura de Rajoy
El gobierno de Rajoy no solo será uno de los más débiles de la “democracia” en el Estado español, sino que además será contestado en la calle desde el día uno por la manifestación convocada por la Coordinadora del 25-S.
En el operativo preparado por la delegación del gobierno de Madrid, participarán desde varias Unidades de Intervención policial (UIP) de Sevilla, grupos de caballería y hasta Grupos Operativos Especiales (GOES).
De conjunto, más de 1.300 agentes serán desplegados alrededor del Congreso. El objetivo político de semejante despliegue es intentar amedrentar a los manifestantes y criminalizar la protesta que tendrá lugar el día sábado donde está previsto que Rajoy sea investido nuevamente presidente.
Una reverdecer de la lucha de clases
Con el cierre del teatro electoral que supuso este último año, se cierra también una larga coyuntura política que ha mantenido a las grandes movilizaciones (salvo algunas excepciones) en un segundo plano tras las ilusiones del “asalto a las instituciones” de las nuevas fuerzas políticas y de un “gobierno de progresista” con el PSOE.
Ahora le tocará gobernar a la gran coalición que de hecho se ha formado con Rajoy a la cabeza. A los jóvenes, los trabajadores, los inmigrantes, las mujeres, solo nos queda prepararnos. Organizarnos en nuestros centros de trabajo y estudios para enfrentarlos en las calles, que es donde históricamente se conquistaron todos los derechos sociales y políticos.