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Red Internacional
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ESTADO DE ALARMA. El Pacto de Bildu, PSOE y Unidas Podemos no ayuda a las clases populares

Bildu pactó con el Gobierno de "progreso" la derogación de la reforma laboral y más dinero para los ayuntamientos vascos, pero al costo de maquillar la política de Sánchez y Iglesias

Jueves 21 de mayo de 2020

La aprobación de la quinta prórroga trajo una sorpresa extra. El PSOE y Unidas Podemos habían negociado con la bancada de Bildu que cambien su voto negativo por la abstención. Si bien los cinco diputados de Bildu no podían cambiar la aprobación de la prórroga, con su abstención se evitaba que los números fuesen tan ajustados.

La abstención de la fuerza vasca se logró gracias a un acuerdo firmado por los portavoces de Bildu, el PSOE y UP. Los vascos lograron a cambio un compromiso de derogación íntegra de la reforma laboral de Rajoy antes de que se acaben “las medidas extraordinarias” para luchar contra el virus. Aunque el PSOE limitó la "derogación" a las partes que ya había derogado.

En el acuerdo también figuraba una ampliación de gastos para las administraciones locales vascas. Esto es que los ayuntamientos y las diputaciones forales dispondrían de más dinero para combatir el Covid-19. Algo lógico, pero, ¿no sería mejor que eso lo hicieran con todas las administraciones? Luego de la derogación fallida, ésto sería lo único nuevo en el pacto y el "beneficio" que encontró Bildu.

La portavoz de la formación abertzale, Mertxe Aizpurua, explicaba que el acuerdo “tiene como objetivo adoptar con urgencia medidas destinadas a la mayoría social y trabajadora vasca”. Por su parte, el diputado Oskar Matute declaraba que “nuestro objetivo era alcanzar un compromiso claro en favor de las clases populares frente a quienes pretenden una involución para salir de ésta crisis”.

Es cierto que la derogación de la reforma laboral del Partido Popular, permitiría recuperar una parte de los derechos perdidos desde el 2008, si es que fuese derogada (aunque no incluya la reforma de Zapatero y el PSOE). Pero “maquillar” la ampliación del estado de alarma significa apoyar la actual política de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. No hay "mayoría social", ni "clases populares" que se beneficien de ello.

Pero, ¿Es que acaso la imposición del mando centralizado de Sánchez es a favor de los pueblos? ¿Qué tiene a favor de los trabajadores los miles de ERTEs y el paro (encima con dos meses sin cobrar) a la que nos condena el gobierno de “progreso”? ¿Es que Sánchez con su “combate” contra la epidemia está ayudando al pueblo (sin tests, escasez de mascarillas, etc.)?

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No hay pacto posible con la casta "progre" (menos aún con la casta de derecha) que sea a favor de los trabajadores. El PSOE lleva décadas demostrando sus políticas antiobreras. Y ha logrado que Podemos sea partícipe de las mismas. Ahora vemos cómo Bildu sigue el mismo camino.

Soprende que la formación nacionalista vasca "maquille" la política de un gobierno "recentralizador". El PSOE lleva aplicando un 155 encubierto hacia las competencias de sanidad que las CCAA llevan varias décadas gestionando. Cuestión que se vio en una gestión pésima con errores en las compras, una demora evidente y falta de inversión. Y, también las quejas de muchos presidentes autonómicos puesto que el Ministerio de Illa no tiene idea de la realidad administrativa de la sanidad.

Bildu, al igual que Podemos, lleva años buscando su lugarcito bajo el "sol" del régimen del 78. Desde la gestión de la alcaldía de Donostia (desde 2011) a estos días, EH Bildu ha "comprendido" que las cómodas poltronas de las instituciones son los lugares ideales para conseguir sus "objetivos".

El neo-reformismo de las corrientes como Podemos y Bildu se demuestran impotentes para combatir el capitalismo que provocó la indignación de los jóvenes en las plazas. Y, ahora se suman a las corrientes reformistas como Izquierda Unida o Esquerra Republicana para "reformar" las instituciones desde dentro. Sin embargo, son las instituciones reaccionarias las que cambian la "izquierda".