En la sesión de este miércoles, el PRO consiguió los votos para vender 34 hectáreas del Parque de la Ciudad en el marco de la creación de la Villa Olímpica. Tres votos del Frente para la Victoria fueron necesarios para que su aprobación.
Viernes 2 de septiembre de 2016
Finalmente, el PRO consiguió los votos necesarios para aprobar el proyecto que crea la Villa Olímpica en lo que fuera el Parque de la Ciudad. Los votos del Partido Socialista y del Frente para la Victoria fueron necesarios porque ni siquiera los aliados radicales del PRO se animaron a votar un texto lleno de puntos oscuros.
El más conflictivo tenía que ver con una nueva venta de tierras públicas. Estas casi 40 hectáreas se suman a las más de 200 vendidas o concesionadas desde el comienzo de la gestión del PRO a la Ciudad, tal cual denuncia el Observatorio del Derecho a la Ciudad. Esto equivale a unas 200 manzanas que pasaron del terreno público al privado.
Las mismas serán transferidas a la Corporación Buenos Aires Sur S.E. para que las venda: una parte a partir de enero de 2018 y otra una vez terminados los Juegos Olímpicos de la Juventud de ese año. El argumento que convenció a algunos que se buscan llamar opositores es que el dinero recibido sería utilizado en 50% para la urbanización de la Villa 20 y el 50% restante para obras en la Comuna 8, sin especificar. Mucho más raro todo cuando ya hay un proyecto para urbanizar la Villa 20 que se votaría la semana próxima y que se propone finalizarla antes de que sean vendidos estos terrenos.
El proyecto fue aprobado en primera lectura y ahora deberá volver al recinto después de realizada una audiencia pública.
La “puesta en valor” del PRO para la Zona Sur
Existen al menos tres leyes muy importantes para la Comuna 8 que Macri y Rodríguez Larreta vienen incumpliendo hace años en sus gestiones en la Ciudad: la ley 1769 del Hospital para Lugano, la ley 1770 de urbanización y construcción de viviendas para los habitantes del Barrio Villa 20 y la ley 1333 que declara la emergencia ambiental y de infraestructura del Barrio Ramón Carrillo. Estas tres leyes necesitaban de una inversión decidida del Estado para mejorar las condiciones de vida de miles de vecinos de la Comuna 8 que han sido postergadas por años. Inversión que nunca llegó.
Hoy, con el proyecto de traer los Juegos Olímpicos, el PRO tiene en mente un proceso distinto de desarrollo para la zona: la venta de tierras públicas y la inversión del Estado para garantizarle ganancias a privados. Por este motivo, la Ciudad ya pidió autorización para endeudarse en US$ 160 millones para la construcción de la Villa Olímpica.
Este modelo de inversiones millonarias para eventos deportivos es un calco de las que se han realizado en otros lugares del mundo como Brasil, Grecia, Rusia y Sudáfrica para un evento que durará apenas dos semanas. El resultado es una población más endeudada y empresarios más ricos, lo que a su vez encarece el valor de la tierra, complicando también la situación de los inquilinos y expulsando del lugar a los vecinos de menores recursos, en un proceso que se denomina “gentrificación”.
El diputado del Frente de Izquierda, Patricio del Corro, denunció en este marco “que las prioridades deberían ser solucionar los problemas de vivienda en una ciudad donde 1 de cada 6 habitantes vive en emergencia habitacional, pero el PRO siempre termina favoreciendo la construcción privada de los especuladores inmobiliarios que se terminan beneficiando de millones de dólares en inversión realizados por la Ciudad”.
Ninguna solución para la falta de viviendas
Los terrenos que se venderán a partir de enero de 2018 no están tampoco pensados para construir nuevas viviendas, con créditos baratos para los habitantes de la Comuna 8. La nueva ley dispone solamente que en caso de que los compradores construyan viviendas, 10% deberán ser comercializadas mediante contratos de leasing para vecinos de la comuna. Una nueva dosis de cinismo de este proyecto PRO.
Los terrenos públicos que se pondrán a la venta no son parte de ningún plan urbano para la Ciudad, sino que responderán en el futuro, y con exclusividad, a la ganancia de los especuladores inmobiliarios que pretendan hacerse de ellos. El objetivo es mejorar la imagen de la zona sur y las rentabilidades empresarias, pero no las necesidades profundas de los porteños.
En el Parque de la Ciudad, el Poder Ejecutivo ya había gastado $89 millones en la construcción de Ciudad Rock para un predio que apenas tuvo una decena de eventos. Hoy todo eso será desmantelado en otra muestra de improvisación del PRO. Lo que no se modifica es su intención de ubicar al Gobierno de la Ciudad como facilitador de las ganancias privadas y endeudar a la Ciudad en el proceso.