Guillo Pistonesi, dirigente del PTS y miembro de la Mesa Nacional del Frente de Izquierda y de Trabajadores Unidad editorializa sobre los debates en la izquierda suscitados a partir de los fundamentos del fallo contra Cristina Fernández de Kirchner.
Sábado 11 de marzo de 2023 22:28
Todo haría indicar que los compañeros de la dirección nacional del Partido Obrero decidieron intentar tallar en el escenario público, y a la par hacer conocida a la dupla de “voceros” devenidos -ahora sí- en “candidatos” de Gabriel Solano y Romina del Plá, con ataques políticos al PTS y sus referentes públicos. “Izquierda light”, “seguidismo/adaptación al kirchnerismo”, “no están en las luchas” (sic!) son algunas de las cuestiones que nos sindican a través de distintos medios como reportajes, tuits, notas en su prensa etc. Los fundamentos de la condena que recibió CFK a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos políticos hechos públicos esta semana recalentaron esta campaña del PO, cuyos referentes incluso hicieron uso de ‘fakes’ con tal demostrar lo indemostrable.
En su momento, luego del alegato del fiscal Luciani ya polemizamos con los compañeros en esta nota y en esta nota, que tienen total vigencia (invitamos a volverlas a leer), pero luego de las mismas se sucedieron distintos hechos, como el fallo y sus fundamentos, que ameritan profundizar la polémica por la gravedad de lo que se trata.
El fallo contra CFK es escandaloso
En sus diatribas contra el PTS el PO esconde que ha tomado sin beneficio de inventario la sentencia del tribunal compuesto por Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso como una verdad revelada. Pero resulta que hicieron lo mismo en agosto pasado con el alegato del fiscal Luciani que, bajo la nefasta figura de “asociación ilícita” pedía 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para CFK, algo que repudiamos en la citada nota. Ahora bien, el Tribunal volteó sin más la figura de la “asociación ilícita” desacreditando las supuestas pruebas esgrimidas por Luciani, que, llevado hasta el final, implicaba que todo el aparato del Estado se había conjurado para enriquecer a Lázaro Báez entre 2003 y 2015, incluyendo a Sergio Massa quien ofició como jefe de gabinete de la propia CFK.
Caídas las pruebas para sostener una “asociación ilícita”, el tribunal tuvo que fundamentar su fallo condenatorio basado en “indicios” (“pruebas indiciarias”). Para el PO hace siete meses se hacía Justicia con el dictamen de los fiscales, y ahora también con el fallo del tribunal que los contradice en el núcleo de su acusación.
Los fundamentos del fallo confirmaron en un todo lo que decíamos en agosto luego del alegato del fiscal Luciani: “No se pudo probar un vínculo directo de Cristina Kirchner con los hechos” y “La falta de imparcialidad en este juicio no niega la corrupción sistemática en la obra pública, ni confirma que Cristina Kirchner no tenga responsabilidad; simplemente significa que en este juicio la verdad va a estar ausente”.
Gabriel Solano dijo acá que “hubo corrupción y hay persecución, las dos cosas”. Coincidimos. Pero si se hizo un juicio probo, que demostró con pruebas fehacientes la relación directa de CFK en el tremendo entramado de la corrupción de la obra pública, ¿dónde estaría la “persecución”? Una caracterización política no puede esconder de que se trata de un fallo tan arbitrario como escandaloso.
¿Está Cristina proscripta?
Los voceros/candidatos del PO sostienen que CFK no está inhabilitada para presentarse, lo que técnicamente es así porque la condena no está firme (como lo dijo Myriam Bregman en este reportaje que escandalizó a Solano por las redes). Pero la discusión no tiene ningún sentido si no se ve que CFK tiene una “espada de Damocles” encima, pudiendo quedar firme el fallo condenatorio en meses o años aunque tuviera fueros, lo que evidentemente es un condicionante político de primer nivel que no tiene ningún otro candidato de la oposición de derecha.
Volvamos a la pregunta, ¿si CFK no tiene la amenaza cierta de una inhabilitación política a perpetuidad, en que se manifiesta la “persecución” de la que habla Solano?
El caso de Lula y el de Cristina
En sus distintos ataques y respuestas, los referentes del PO sostienen que el fallo condenatorio y la inhabilitación de Cristina nada tienen que ver con la prisión y la proscripción que sufrió Lula porque la vicepresidenta “es la garante del acuerdo con el FMI” (tuit de Vanina Biasi). Pero esa es una posición que embellece al presidente brasileño. Lula también fue garante durante sus gobiernos de un acuerdo estratégico con la burguesía financiera, y Dilma Roussef, a quien le hicieron un golpe institucional, aplicó un duro ajuste antipopular durante su gestión.
Sabemos que el Partido Obrero tiene casi nula práctica internacionalista, y es por ello que no siguieron todo el proceso del ‘Lava Jato’ y el rol nefasto del Poder Judicial ubicado como el “árbitro” nacional por sobre todas las fracciones de la burguesía durante muchos meses antes del golpe contra Dilma y la detención y proscripción de Lula. El golpe y la proscripción de Lula hicieron su trabajo: hoy Lula hizo un acuerdo con la centroderecha tucana y gobierna con el líder del neoliberalismo, Geraldo Alckmin (una suerte de Larreta brasilero), quien entonces apoyó el golpe de Dilma y la proscripción de Lula.
En la Argentina la gran burguesía está conjurada para que a partir de diciembre se fortalezca la “gobernabilidad” y se pueda avanzar en el saqueo de la deuda y de los recursos naturales, mientras que se preparan las condiciones para legalizar la flexibilización laboral y avanzar aún más sobre el sistema previsional. El propio embajador yanqui, Marc Stanley, le dio la letra a Larreta contra “la grieta” y se viene reuniendo con las cúpulas de la CGT, la CTA y hasta con la propia Cristina, quien hizo lo mismo con la jefa del Comando Sur yanqui Laura Richardson. En su alocución en la universidad de Río Negro, la condenada CFK se suma a esta estrategia planteando un acuerdo nacional para renegociar la impagable deuda con el FMI, mientras azuza la profundización de un modelo extractivista (litio, Vaca Muerta, petróleo offshore, minería). La foto de Wado de Pedro en Expoagro presentándose como un productor agrario más, llamando a “volver a unir el peronismo con el campo” y sacándose fotos con la Mesa de Enlace y hasta con con Jorge Rendo, el presidente del directorio del Grupo Clarín y uno de los señalados en el escandaloso viaje a Lago Escondido con jueces, fiscales y funcionarios del Gobierno porteño. En su última intervención pública, De Pedro fue uno de los señalados positivamente por Cristina. Mientras por un lado llaman a la “operación clamor” exigiendo que se caiga la inhabilitación política, el fallo condenatorio empieza a tener sus efectos prácticos.
Sobre la independencia política
Al soslayar el rol reaccionario de los poderes judiciales, el PO (y ni que hablar Izquierda Socialista, ver nota) cede ante uno de los poderes institucionales en los que la gran burguesía y el imperialismo definen su orden y orientación. El caso de Brasil es el más elocuente, pero también los jueces y las Cortes Supremas jugaron roles nefastos en Honduras, Ecuador y más recientemente en Perú, donde avalaron el golpe y la masacre que está perpetrando Dina Boluarte en Perú.
La independencia política no debe ser sólo del gobierno de turno, sino de todas las instituciones del Estado burgués. Y la Justicia es una poderosa arma que hoy se utiliza contra las oposiciones, para disciplinar y hasta voltear a gobiernos que no sean del agrado del poder real, pero que irreductiblemente es una tenaz arma contra la clase trabajadora, sus activistas y sus organizaciones, incluyendo a la izquierda.
Los jueces elegidos por componendas entre los partidos mayoritarios, llenos de privilegios y con carácter vitalicio dictan fallos pro patronales y flexibilizadores y persiguen a los luchadores como César Arakaki y Daniel Ruiz. El propio Eduardo ‘Chiquito’ Belliboni tiene causas que el día de mañana pueden ser utilizadas por los jueces para criminalizar la protesta.
Una “izquierda light” es la que desprecia un análisis de cómo funciona el Estado burgués para no chocar con la opinión pública.
La corrupción y el capitalismo
Como ya hemos dicho en numerosas notas, está más que claro que durante el gobierno de Néstor Kirchner y luego Cristina hubo un entramado de corrupción alrededor de la obra pública, pero “casualmente” se juzgó y condenó sólo a CFK por el caso Santa Cruz. En todas las provincias y en la CABA los carteles de las constructoras imponen precios y las licitaciones se hacen para que gane una u otra empresa, según el caso. La “patria contratista” se la empezó a denominar durante la dictadura, en la que la familia Macri, los Roggio, los Pescarmona multiplicaron sus patrimonios al calor del genocidio de los 30.000 detenidos desaparecidos.
¿Alguien podría pensar en ver a Rodríguez Larreta condenado por el escandaloso contrato con las grúas de la Ciudad? ¿O a Macri y su primo Calcaterra presos por los acuerdos con la empresa Odebrecht, protagonista de escándalos de corrupción en toda América Latina, el escándalo del Correo de los Macri, el “megacanje” de De la Rúa, la deuda contraída con el FMI por Macri en 2018? Evidentemente hay un “recorte”. Toda discrecionalidad de un poder bonapartista que puede privar a las personas de su libertad, inevitablemente es una amenaza contra la clase trabajadora y sus organizaciones.
Impugnamos al capitalismo y a todos sus gobiernos, que son corruptos por definición. En ese camino es imprescindible develar y desacreditar a todas las instituciones reaccionarias enemigas del pueblo, levantando consignas democráticas como la elección de todos los jueces y fiscales por sufragio universal sin privilegios y sueldos como los de un docente y que todos los casos de corrupción sean juzgados por jurados populares.