En medio de los padecimientos de las clases populares del país por la crisis económica, Maduro consideró una broma muy graciosa burlarse de la delgadez de los venezolanos y las venezolanas
Omar Vazquez Heredia @omargvazquez
Martes 13 de septiembre de 2016
El pasado domingo 11 de septiembre, en el Teatro Bolívar de la ciudad de Caracas, el Presidente de la República Nicolás Maduro presentó la revista oficialista “Todo el poder para los Clap”, como una herramienta comunicacional estatal en la que informarán los avances y las noticias referentes a los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
En el acto participaron varios jerarcas del gobierno chavista como la primera dama Cilia Flores, el Ministro de Comunicación e Información Luis Marcano, la Ministra de Comunas Isis Ochoa, el Jefe del Estado Mayor de los Clap Freddy Bernal, la gobernadora Erika Farías (Cojedes) y el gobernador Julio León Heredia (Yaracuy).
Los Clap, a pesar de la retórica política con que los presentan los voceros oficialistas, son instancias comunitarias creadas por el gobierno chavista como expresión orgánica de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, un programa asistencialista en el que intervienen en la distribución de manera compensatoria y focalizada de alimentos en los barrios populares del país, con la finalidad de administrar la escasez de alimentos y otros bienes de primera necesidad que padecen las clases subalternas venezolanas. Escasez que es producto, esencialmente, de la contracción unilateral de las importaciones que ejecuta el aparato del Estado desde el año 2013, para ahorrar divisas con las que hasta la actualidad han pagado al capital transnacional más de 35 mil millones de dólares en vencimientos de la deuda externa y en pasivos de Pdvsa.
Como respuesta a las críticas que se escuchan cotidianamente en el país ante la reducción del peso de los cuerpos de los miembros de las clases populares, que ironizan la situación hablando de la “dieta de Maduro”, en el acto referido el Presidente Nicolás Maduro, conversando con uno de los participantes sobre su delgadez, en un tono claramente machista planteó que "la dieta de Maduro te pone duro, sin necesidad de Viagra", comentando las supuestas capacidades afrodisíacas de los escasos alimentos que consumen en la actualidad el pueblo trabajador de Venezuela. La broma presidencial, de bastante mal gusto, nos recordó la presente caricatura del artista argentino Quino:
En la referida caricatura aparece un cine estratificado, con butacas en las que se denota la cantidad de dinero cancelada por los espectadores. En la pantalla se proyecta una escena de la película “La quimera del oro”, donde aparece Charles Chaplin interpretando su tradicional personaje Margot, comiendo las trenzas de sus botas ante las alucinaciones que sufre por el hambre. Los ricos que se encuentran en los asientos más caros ubicados abajo, nunca pasaron hambre, por lo tanto la escena les parece muy graciosa; pero a los pobres, aquellos que pagaron la entrada más barata y han pasado hambre antes, los hace recordar situaciones que los colocan triste y lloran.
El domingo, el Presidente Nicolás Maduro que no sufre la escasez de alimentos, el deterioro del salario, la reducción del consumo de comida, entre otros padecimientos de las clases populares del país, consideró una broma muy graciosa burlarse de la delgadez de los venezolanos y las venezolanas. En cambio, el pueblo trabajador de Venezuela se indignó ante el “chiste” clasista y burgués del Presidente chavista.
