En los artículos anteriores "Informe económico y proyección para 2020 de la crisis: ¿Puede la economía chilena ir a una situación de crisis cómo en 1982?" y "La Deuda Capitalista en Chile: El Muerto que nos quieren cargar en esta crisis" expusimos cómo la deuda tomada por las grandes empresas podría estar llevando a la economía chilena a una situación similar a la de 1982; y que de concretarse esto, intentarán cargar la crisis sobre las grandes mayorías.
La política de entregar créditos a las empresas y aplicar suspensiones y despidos a miles de trabajadores, empujada por Piñera y aprobada por el Congreso, fue una muestra de esto. Todo indica que la tendencia se mantiene, ya que recientemente el Banco Central solicitó un prestamos por 23 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuestión que no ocurría desde la dictadura cívico-militar.
¿Quién es el FMI? ¿Qué está en juego detrás de esta petición del Banco Central?
El FMI: Paladín regulador del capital
El Fondo Monetario Internacional (FMI) es un organismo internacional que supervisa las políticas económicas; concede préstamos e interviene con capacitaciones técnicas en la vida económica de los 187 países adherentes. El FMI es un regulador del capitalismo a nivel internacional[1], creado posterior a la Gran Depresión, encargado de que se respeten las “reglas del juego”. Reglas que, por supuesto, ponen las grandes corporaciones mundiales, las potencias imperialistas, por medio de sus Estados.
En simple, si un país atrasado, con una economía monoproductora y dependiente de las inversiones extranjeras (como Chile, Argentina, Haití, Ecuador, etc), está altamente endeudado con las grandes corporaciones capitalistas, y éste tiene problemas macroeconómicos que no le permiten cumplir estas “obligaciones”, el FMI levanta sus alarmas, dado que los acreedores de esa deuda son los grandes capitales mundiales, si no se paga la deuda entonces se considera “activo tóxico”, una deuda que no vale nada. Un nuevo endeudamiento profundizará la crisis actual, ya que caerían las ganancias de las grandes corporaciones mundiales (bancos como el Citygroup, JP Morgan, entre otros que son acreedores de esta deuda). Así el FMI va al “rescate”, pero no del país deudor, si no para sanear los desequilibrios del capitalismo mundial ampliando la deuda y la dependencia de las economías menores.
EL FMI y su historia con la Chicago-dictadura
En 1975 los desequilibrios económicos en Chile eran enormes, la inflación alcanzaba el 375% y el déficit comercial no detenía su crecimiento. Ante esta situación los grandes bancos imperialistas dejaron de prestar dinero a Chile, lo que llevó a la dictadura a tener que buscar ayuda internacional para cerrar los desequilibrios. Para esto Chile debía posponer la deuda que anteriormente contraída -hasta 1975- ante lo cual se terminó por encontrar con la oposición del capital internacional en el club de París, debido a las violaciones a los derechos humanos llevados adelante por la Dictadura cívico-militar. Por su parte el FMI llevó adelante la negociación y consiguió que la Dictadura obtuviera un tercera parte de la renegociación de su deuda, que terminaron pagando los millones de trabajadores que vieron recortados sus salarios, desocupación histórica, además de la reducción brutal del gasto social -estas medidas fueron parte del acuerdo que impuso el FMI- , importante es recordar que esta que pudo ser llevada adelante en base a la desaparición, la tortura y la muerte.
Así empieza la última historia del FMI con la burguesía chilena. Concretamente, el FMI es quien inició toda la política neoliberal en Chile que posteriormente la dictadura profundizó por medio de los chicago boys, buscando re-establecer nuevos marcos mundiales de acumulación para el capitalismo en Chile y el mundo.
¿Por qué Vuelve el FMI?
El punto es que hoy después de 40 años Chile vuelve a entrar en una crisis, y los fantasmas del pasado, aquellos desequilibrios de una economía atrasada, podrían reaparecer.
En el reciente informe de política monetaria del Banco Central de Chile plantea directamente algo nuevo y que causa temor en la burguesía: “El negativo escenario económico se reflejará en un deterioro de la posición financiera de las empresas, limitando su capacidad de pago”, todo esto los lleva a concluir que estamos en una situación donde “la banca queda muy expuesta”.
Dado lo anterior, el Banco Central de Chile increíblemente argumenta que es su rol es gestionar el colchón del capital contracíclico, es decir, ocupar las instituciones del Estado para salvar a la banca, en concreto, inyectarles dinero líquido ante la situación de riesgo.
Lo aún más increíble es leer a diversos economistas y analistas que plantean que el acuerdo FMI-Banco Central de Chile es oportuno, y ponen como ejemplo a México en 1990, olvidando la crisis del tequila de 1994, y que también en la actualidad México tiene una de las deudas mayores a nivel mundial -con respecto al PIB-, deuda que se acumuló por los múltiples “rescates” del FMI, y que por cierto los transformaron en uno de los países más desiguales del mundo.
Estos analistas evitan nombrar a Argentina, Haiti, Ecuador, donde la deuda llevó a aumentos en la desigualdad (Argentina llegaría a 35,3% de pobreza en 2020)[3], también plantean que este es un crédito “blando” y que “no tiene exigencias”. La cuestión es que si la crisis se profundiza (y es la situación más probable) y los bancos no pueden pagar sus deudas a los grandes pulpos financieros mundiales ¿Quién pagará ahí? Ahí vendrán las exigencias. La dinámica de la deuda ha tenido esta forma en lo últimos 150 años de historia para América Latina y el Caribe, tomar deuda en el presente y pagar con la miseria de las mayorías en el futuro.
El crédito que hoy pide el Banco Central de Chile al FMI es para continuar la política llevada adelante por el gobierno de Piñera: conceder créditos a las empresas mientras se promulga la ley de protección al empleo, es decir, entregar dinero fresco al capital y hacer pagar a los trabajadores. Con el regreso del FMI a Chile, lo que se busca es escalar esta política a niveles mayores, sostener a los capitalistas de la banca y la industria ante una crisis más profunda, con deuda que nos harán pagar a las mayorías.
Una salida sin el FMI y de ruptura con el capitalismo
Para entender la dinámica de la deuda endémica de los países capitalistas atrasados, es necesario comprender que sus débiles economías le impiden tener capacidad de ahorro, esto los lleva a tener que recurrir a los mercados internacionales para obtener liquidez, con el fin de empujar un crecimiento económico.
Así, terminar con esta dinámica de la dependencia implica que la economía pueda generar ahorro, que hoy queda en manos de los grupos empresariales, es decir, para recuperar estos recursos es necesario romper la dominación del capital financiero imperialista y los monopolios nacionales, que tienen hasta el día de hoy las palancas de la economía.
El único camino sería nacionalizar la banca, en un banco único estatal para toda inversión tenga por objetivo la generación de valor para el conjunto de la sociedad y que esta no vaya a las arcas de las corporaciones capitalistas rapiñas, que por medio de tomar instrumentos de deuda internacionales en forma de IED (Inversión Extranjera Directa), se llevaban el valor generado por los trabajadores en Chile, en lo que se conoce como “renta por instrumento de deuda”, que es el mecanismo predilecto de traspaso de valor , desde la producción desarrollada en Chile a las arcas de las monopolios financieros[4].
Con esto se podría generar producción interna, aumentar la oferta de productos para el conjunto de la sociedad y romper con la dependencia. Pero esta no es una tarea que quieran y puedan llevar adelante los conglomerados capitalistas chilenos, que viven en sintonía con el imperialismo, en lo que podríamos llamar “dependencia parasitaria”. Este objetivo requiere la reorganización de toda la estructura productiva en Chile, contra los capitales monopólicos nacionales e internacionales. En un país industrialmente atrasado como Chile, la burguesía se ha desarrollado débil debido a su formación parasitaria originaria, que se arrastra desde los inicios de la independencia [5], así, la única clase que está en la posición y tiene la fuerza social para llevar adelante esta transformación del sistema financiero son las y los trabajadores[6]. La clase trabajadora organizada podrá reorientar la producción y la banca, el crédito en favor de las mayorías en la medida que la banca estatal sea gestionada por la organización sus trabajadores para y con la sociedad que cumpla la función de entregar recursos a los pequeños productores y emprendedores, para generar valor para las necesidades sociales y no para los monopolios capitalistas.
Bibliografía y Anotaciones
1.-Fondo monetario internacional , fundación y misión
:https://www.imf.org/es/About/Factsheets/IMF-at-a-Glance
2.- El Club de París, es un espacio de discusión y negociación entre acreedores oficiales y países deudores. Su función es renegociar en forma coordinada y conjunta las deudas externas de los países deudores con dificultades de pago. Su creación, que es la primera reunión informal, es de 1956 cuando Argentina estuvo de acuerdo en efectuar un encuentro con sus acreedores públicos. Acuerdo concluido el 16 de mayo
3.-CEPAL, 2020, El desafío social en tiempos de COVID
4.-Andy Higginbottom,2013; The Political Economy of Foreign Investment in Latin America: Dependency Revisited
5.-Luis Vitale, 2011; Interpretación Marxista de la Historia de Chile
6.-León Trotsky, 1939; La industria nacionalizada y la administración ob
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