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Red Internacional
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Magisterio. El SNTE propone horario extendido en todas las escuelas del país

Desde el 2019, Alfonso Cepeda Salas, Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ha solicitado en diversas ocasiones la ampliación del horario escolar y que se implemente en más escuelas.

Jueves 12 de mayo de 2022

José Luis Pérez Márquez, integrante del Colegio Nacional de Asuntos Laborales del SNTE expresó: “Hacemos la propuesta de que todas las escuelas de educación básica sean incluidas en la extensión de horario”, durante su participación en el foro para revisar el programa de Escuelas de Tiempo Completo, organizado por la Cámara de Diputados.

En meses pasados la SEP decretó la eliminación de las Escuelas de Tiempo Completo, lo cual disgustó a muchas madres y padres de familia. Para responder a sus reclamos se dio a conocer la propuesta de “horario extendido”, que los ’líderes’ del SNTE quieren que se aplique a todas las escuelas.

Se pretende que estas escuelas estén integradas al programa “La Escuela es Nuestra” (LEEN), que consiste en entregar directamente los recursos a los Comités Escolares de Administración Participativa, supuestamente para mejorar y dignificar las condiciones de la infraestructura escolar y su equipamiento. Así, serán las madres y padres de familia, tutelados por los directivos escolares, quienes tomarán las decisiones para administrar dichos recursos, sin involucrar a las y los docentes.

Con parte de los mismos recursos, se contempla que sean también las madres y padres de familia quienes se encarguen de pagar a lxs docentes por las horas adicionales de la jornada escolar que permanezcan prestando sus servicios, por lo que dicho pago no será parte de su sueldo base ni servirá, por lo tanto, para determinar sus prestaciones, como prima vacacional, jubilación, pensión, etc.

Esto representa un duro golpe a los derechos del magisterio, ya que los docentes realizarán sus funciones durante la jornada extendida en condiciones precarias, quedando a expensas de las madres y padres de familia para contar con su pago, al desentenderse las autoridades educativas de esa responsabilidad patronal.

Esto es también un golpe a la educación pública. ¿Qué pasaría, por ejemplo, si alguno de los ’comités de administración’, controlado por los directivos y empresarios de la zona, decidiera subcontratar a los maestros por ’outsourcing’ durante la jornada extendida?

Otra consecuencia es continuar con el cierre de los turnos vespertinos, por lo que las maestras y maestros que en ellos laboran serán desplazados y se agravará el hacinamiento en las escuelas.

Es muy claro que, en sus pactos con los gobiernos y autoridades educativas, así como en las decisiones que toman, los representantes del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) no velan por los intereses de sus agremiados, ni por la educación pública.

¿A quién sirve el horario extendido en las escuelas?

Las Escuelas de Tiempo Completo se pensaron como un lugar para retener a los estudiantes por más tiempo, sin preocuparse realmente por mejorar su aprendizaje. Nunca se enfocaron en el desarrollo integral del alumnado, ni en mejorar las condiciones en las escuelas para lograrlo. Para los alumnos permanecer más tiempo en escuelas con condiciones precarias significa acostumbrarse a largas jornadas laborales en su vida futura y formarse como mano de obra barata.

Para las madres y los padres de familia que trabajan extenuantes jornadas, las Escuelas de Tiempo Completo fueron vistas como un alivio, sobre todo aquellas que proporcionaban alimentación a sus hijos. Pero a quienes realmente favorecían es a los patrones, porque posibilitaban que las madres y los padres de familia pudieran permanecer más tiempo en sus trabajos, para ser más explotados, mientras las escuelas se encargaban del ’resguardo’ de sus hijos e hijas, sin que ello significara mejorar su educación.

Las escuelas de horario extendido que proponen el gobierno de la 4T y los charros del SNTE se basan en el mismo esquema... pero peor.

El aprendizaje de nuestras alumnas y alumnos no mejorará por el solo hecho de que estos permanezcan más horas en la escuela. Para las maestras y maestros estar más horas frente a grupo implica un mayor desgaste físico y mental, así como contar con menos horas de descanso, de las pocas que nos quedan luego de preparar nuestras clases, calificar, estudiar y las demás tareas que realizamos más allá de nuestra jornada laboral.

La idea es hacernos creer que esto beneficiará nuestro salario, pero si a las autoridades educativas y al gobierno realmente les interesara esto deberían de incrementar sustancialmente el sueldo de las maestras y maestros para que como mínimo alcance a cubrir el costo de la canasta básica familiar, sin tener la necesidad de laborar más horas.

Por el contrario, la jornada de trabajo docente debería ser como máximo de seis horas diarias, de lunes a viernes, pero no para estar todas dando clase frente a grupo sino destinando parte de ellas a planificar, evaluar, asesorar, actualizarse, etc., con el sueldo que cobra actualmente cualquier docente contratado por jornada completa como mínimo.

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¿Qué escuela necesitan las hijas e hijos de las y los trabajadores?

Las y los trabajadores requerimos para nuestras hijas e hijos de una verdadera educación integral, científica y crítica, que busque desarrollarlos en múltiples ámbitos, como el académico, artístico, tecnológico, deportivo, de la salud, ambiental, comunitario, etc., que les sirva para cuestionar su realidad y el orden establecido, al servicio de un sistema económico y social que amenaza a la humanidad cada vez con mayor degradación y miseria.

Bajo una política radicalmente distinta de la que propone la SEP, el horario extendido podría servir para desarrollar estos ámbitos en la vida de las y los estudiantes, por lo que debería ser voluntario para ellxs y de común acuerdo con sus familias que puedan permanecer en las escuelas si así lo deciden, realizando actividades que vayan en el sentido antes planteado. Esto implica luchar también por jornadas laborales reducidas, con salarios que alcancen, para todas las trabajadoras y trabajadores que son madres y padres de familia.

El Estado tiene la responsabilidad de garantizar que las escuelas cuenten con todos los recursos humanos y materiales necesarios, que estén lo suficientemente equipadas, que se mejore y se le dé mantenimiento a su infraestructura. También se requiere la construcción de más y mejores escuelas. A las maestras y maestros nos deben proporcionar los recursos y herramientas para poder desempeñar nuestra labor en condiciones óptimas; así como también a las y los alumnos, incluyendo una alimentación balanceada y nutritiva.

Pero esto no va a suceder por la buena voluntad de los gobiernos, díganse ’progresistas’ o ’neoliberales’, ni de los dirigentes del SNTE. Para cambiarlo, necesitamos organizarnos desde abajo, escuela por escuela y luchar por conquistar nuestro propio sindicato, para que sea democrático e independiente del Estado.

Ante las elecciones seccionales y delegacionales en diferentes estados del país, desde la Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase proponemos impulsar planillas independientes, democráticas y antiburocráticas, así como movilizarnos unitariamente en las calles, en alianza con las madres y padres de familia para expulsar al charrismo sindical.

¡Por la defensa de la educación pública y gratuita!

¡Por plenos derechos laborales para el magisterio y todos los trabajadores del país!

Este 15 de mayo salgamos a las calles a exigirlo.