Monserrat defendió los sobresueldos de los representantes gremiales y el modelo del sindicato como empresa que presta servicios a sus afiliados. Atacó a la legisladora provincial del PTS-FIT Laura Vilches, sosteniendo que cobra la totalidad de su dieta.
Noé Silbestein Delegado departamental UEPC | Agrupación Docentes D-Base | Lista Unidad desde las Escuelas
Martes 16 de junio de 2015
En la asamblea de delegados escolares de UEPC Capital que se llevó a cabo este lunes el secretario general del sindicato, Juan Monserrat, atacó al PTS. Tras defender todos los "entendimientos" con el gobierno, la gestión de un sindicato cada día más rico con trabajadores cada vez más pobres y la presencia del candidato kirchnerista Accastello en el gremio para militar su postulación a la gobernación prometiendo abolir la ley de ajuste previsional de De la Sota, pasó a atacar a "una delegada que hoy es legisladora, Laura Viches, que prometió cobrar lo que gana una maestra y hoy cobra toda la dieta".
La asamblea comenzó con una exposición de Monserrat leyendo rápido todos los títulos de la memoria y deteniéndose en cada número del balance para promocionar lo mejor que tiene el sindicato: un enorme crecimiento económico. Explicó que los sobresueldos de los ¿funcionarios? gremiales se justifican toda vez que quienes acceden a la gestión gremial no pueden trabajar en ninguna oferta de precarización laboral como los planes Fines, de Mejora, etc. Reveló que cada uno cobra, además de su sueldo, un sobresueldo equivalente a lo que gana una maestra sin antigüedad. Los compañeros del interior cobran, además de esto, el equivalente a un alquiler.
Nunca respondió la pregunta que le formuló Andrés Damiani, delegado escolar y referente de la Agrupación Docente D-Base: ¿por qué no pelean para tirar abajo la reforma previsional de Schiaretti? En julio de 2008 el entonces gobernador Schiaretti con una monstruosa represión policial hizo votar en la Legislatura provincial una Ley para recortar las jubilaciones cambiando el cálculo de los haberes. Hoy ningún gremio provincial defiende el 82% móvil para los jubilados. El gran consenso de la "patria sindical" mediterránea es que hay dos cosas que no se cuestionan: la gestión del menemista Giordano en la Caja de Jubilaciones y la armonización parcial de las jubilaciones provinciales (realizada por Schiaretti) con el régimen nacional impuesto por el kirchnerismo.
Tras recibir varias denuncias acerca de que defiende intereses opuestos a los trabajadores, que fue la conducción del sindicato quien llamó a la Policía para reprimir a los docentes el 24 de febrero y que está gestionando un sindicato en que los representantes gremiales cobran sobresueldos, soltó su ataque macartista contra la delegada docente, hoy legisladora por el PTS en el FIT, Laura Vilches.
En ese marco intervine señalando, como puede verse en el video, que el sindicato tiene intereses asociados a la defensa de las necesidades del Estado de ajustar a los trabajadores. El salario, desde el punto de vista patronal, es un gasto. La conducción gremial de UEPC ayuda al Estado a no incurrir en gastos: ¡eso es una vergüenza! Le recordé a los compañeros que en la asamblea del 24 de febrero, que tenía que votar si se aceptaba el ajuste salarial propuesto por el gobierno, Monserrat estuvo comunicado telefónicamente con el ministro Calvo, que es quien negocia los acuerdos salariales con los gremios estatales, para que le ayude a mejorar la oferta para que se dieran vuelta los votos que necesitaba para que la propuesta gubernamental sea aprobada. Esta actitud tan poco honorable para relacionarse con el poder estatal se explica cuando vemos la necesidad de garantizar los negocios con el Estado. La conducción quiere que la asamblea de Memoria y Balance se dedique a considerar los números, cuando de lo que se trata es de discutir la política del gremio, que eventualmente se expresa en los números. Esa política avasalla la democracia sindical convocando cada vez menos a asambleas escolares, defiende los intereses de una casta que llega al sindicato para cobrar sobresueldos haciendo del sindicato una empresa que presta servicios, y hace de la actividad gremial una gestión de negocios con el Estado.
Es para esconder esos intereses que tiene la burocracia que el secretario general ataca a la izquierda combativa. Mientras Laura Vilches puso su banca a disposición para organizar la marcha del 3J en Córdoba, colaborando económicamente en su organización, la conducción del gremio no peleó que haya asueto y deja pasar todos los días los ajustes contra las trabajadoras de la educación. Mientras desde la banca del PTS en el FIT se organizó la solidaridad concreta de clase con los inundados de las sierras chicas, la conducción de UEPC garantizó que no hubiera no inicio de clases en las sierras chicas, para que no se notaran los alcances del crimen social perpetrado por sus socios estatales. Mientras, Laura Vilches donó cincuenta mil pesos para que los compañeros de la fábrica recuperada MadyGraf sigan peleando por la expropiación que el gobierno kirchnerista de Scioli les niega, la Lista Celeste transforma el sindicato en una unidad básica del kirchnerismo.
Le aclaré que las donaciones de Laura ViIches están publicadas y le dije que "ahora yo quiero ver dónde vos publicás lo que hacés con los sobresueldos".
¿Para qué está el sindicato? Nosotros entendemos que está para defender a los trabajadores, para Monserrat está para realizar negocios con el Estado. Esto se expresa en los números del balance, en la militancia en favor de un partido que baja los ajustes a los trabajadores y en la furia macartista de un rancio representante de la burocracia sindical contra la izquierda combativa.