El gobierno de coalición pretende desmantelar o bien privatizar la distribución de gas por cañería y toda la estructura de recursos energéticos y Servicios Públicos. Frente a esta situación, los trabajadores redoblaremos la lucha por su defensa.
Martes 26 de abril de 2022
Una resolución adoptada por el directorio de Ancap el pasado 31 de marzo, resolvió Capitalizar Conecta (que es la subsidiaria para el servicio de gas por cañería en el interior) con aportes por parte de Ancap, de las acciones de su propiedad en Petrouruguay (100%) y Gasoducto Cruz del Sur (20%) y por parte del fideicomiso de distribución de Gas Natural con las acciones de Montevideo Gas (100%).
En esta resolución, plantea a su vez, que se retome el régimen de concesión, o venta de la distribución y servicio de Gas Natral por 30 años nuevamente a privados, de ambas empresas unificadas. Solicitando al MIEM (Ministerio de Industria Energía y Minería), tomar todas las medidas necesarias, orientadas a concretar tal privatización.
Con esta iniciativa el directorio de Ancap, tiene el objetivo llevar a cabo una disposición, que fuera votada en la pasada Rendición de Cuentas.
Esta vez se pretende capitalizar a Conecta con las acciones de Montevideo Gas y de Gasoducto Cruz del Sur y después someter todo el paquete a la venta. De esta forma privatizar por tercera vez el Servicio.
Recordamos que a fines del 2019 se retira Petrobras, quedando al Estado el 100% de Montevideo Gas y de Conecta el 55% (el 45% restante estaba en manos de Ancap).
Antecedentes
Las administraciones anteriores ya sea la francesa Gaz de France, como la brasileña Petrobras, nos dejaron una enorme pérdida de usuarios (más de 7000) y una gran reducción en la plantilla laboral, equivalente a 2/3 de la plantilla de los 90’, unos 300 puestos de trabajo menos, después de tercerizar una multitud de funciones internas, originalmente cumplidas por la empresa, desmembrando también la estructura que tenía, en su primaria intervención del Estado en la década del 70’.
La ofensiva neoliberal en contra de los Servicios Públicos, data de la década de los 90’; cuando en el gobierno, otro Lacalle, precisamente el padre del actual presidente, intentaba privatizar las empresas públicas. Un Plebiscito con resultado negativo para el gobierno de la época, dejó sin efecto el intento. Entonces no se pudo privatizar ANTEL, OSE, AFE, PLUNA, etc.; aunque a estos dos últimos le encontraron la vuelta para hacerlo de otro modo. Y hoy en otra arremetida, lo que no pudo hacer el padre, lo intenta el hijo.
En el caso de la entonces Compañía del Gas, fue distinto, por devenir de una empresa privada inglesa. Y aunque ya hacían 25 años de intervención estatal; la privatización se concretó, dándola en concesión por 30 años a capitales extranjeros.
Durante los años de privatización que corrieron desde 1994 hasta el 2019 fueron duras las luchas que tuvimos que dar, para sostener las fuentes laborales, el buen servicio, y a los usuarios.
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En una nota anterior decíamos acerca del retiro de Petrobras: “Veníamos de años de luchar contra una multinacional que parecía irreductible. Después de tantas amenazas, y envíos al seguro de paro a decenas de nosotros; se sumaba, la constante incertidumbre de los despidos masivos que proyectaban efectivizar, pero que íbamos retrasando con nuestras medidas de lucha. Así fueron duros los años de pelea, pero nuestra lucha de conjunto, con la unidad que nos caracteriza, fue horadando con resistencia las fuerzas de nuestro adversario. Y fue en el seno de cada Asamblea que se gestó la estrategia, y donde fuimos poco apoco estableciendo el método a aplicar cada vez, y en cada circunstancia. Y tras los paros episódicos y coordinados, huelgas de hambre, control obrero y una huelga general, y otras muchas formas de lucha, donde pusimos en los últimos años mucho esfuerzo y entrega de todos. Pudimos al fin, aún con compañeros afuera por despido revertir la situación, para nosotros, de la avanzada privatizadora de un sistema neoliberal, que pretende siempre subyugar a la clase trabajadora”.
De esta forma, después de haber logrado el retiro de Petrobras mediante una intensa lucha en 2019, el Servicio de Gas volvió a quedar en manos del Estado, y desde entonces el balance económico-financiero comenzó a dar resultados positivos.
Esto demuestra que este servicio además de ser una alternativa de recurso energético que se brinda a la población y a la industria, es además una fuente de ingreso tácito al Estado, mientras que entregado a privados, no genera beneficios económicos, ya que estos siempre están solicitando reducción de impuestos, y otras regalías, que paradójicamente, estos Gobiernos están siempre dispuestos a dar, preocupados por beneficiar siempre al capital, en lugar de bregar en pos del pueblo y del país.
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Situación actual
Según el balance proporcionado por Ancap, cerrado en 2021, las operaciones de venta de gas Natural tuvieron un resultado operativo positivo de US$ 3 millones. No existe entonces, el argumento de decir que da pérdidas para el Estado, que pueda justificar una enajenación, por el contrario, brinda superávit.
Es indudable que los motivos son otros, y hoy nos enfrentamos nuevamente a confrontar con un régimen político neoliberal que tiene por norte la privatización y la entrega de la energía a manos privadas, entregando recursos y soberanía.
Por estas razones la Unión Autónoma de Obreros y Empleados del Gas, se declara en conflicto, esperando se revierta esta iniciativa privatizadora, que trae entre manos este gobierno de coalición de derecha con su impronta neoliberal.
No dejaremos que nos avasallen nuevamente, y ante lo cual, no nos quedaremos de brazos cruzados. Donde contaremos además con el apoyo y la unidad de la clase trabajadora y de la Coordinadora de Sindicatos de Ancap, que son además también afectados seriamente por esta ofensiva entreguista, que toca los recursos energéticos, entregando soberanía.