En la terminada Copa Confederaciones de Rusia, se puso en marcha el Video Assistant Referee o Árbitro Asistente de Video (VAR), que no quedó fuera de las polémicas, para algunos algo justo para otros el sentir que nos quitan la emoción del fútbol. ¿Sentiste la sensación de quedarte con un gol en la garganta?
Lunes 3 de julio de 2017
Este año se cumplieron 31 años de uno de los goles más recordados en la historia del fútbol, aquel conocido como la ‘Mano de Dios’ de Diego Armando Maradona, un gol de profundo significado para muchos, cuando el 22 de junio de 1986 Diego le anotaba el primer gol a Inglaterra por cuartos de final, cuando pasaban cuatro años del conflicto de Las Malvinas entre ambos países.
¿Qué habría sido de este tan connotado gol de existir un VAR?, para muchos “lo justo”, para otros sentir cómo el fuego que enciende un partido de fútbol se va apagando sujeto a las reiteradas imágenes de una jugada dejando por fuera las decisiones de los árbitros. Para algunos, sería corrector haber tenido un VAR, en las finales de Copa Libertadores que disputaron los clubes chilenos-Colo Colo, Unión Española y Cobreloa- durante los años 70’-80’s.
Para el seguidor del fútbol, que es aquel que se pega a lo “estrictamente justo e injusto de fútbol”, el VAR quizás vino a hacerle un bien a este deporte, pero no deja de tener un concepción mecánica del deporte más bello del mundo, es decir un juego del balompié más la sumatoria de un sinfín de reglas que llevan años y que se han modificado según los intereses de la misma FIFA.
Pero, para aquél hincha que entiende el ‘deporte rey’ más allá de las reglas, más allá de un grupo de jugadores detrás de la pelota, el que entiende que el fútbol es una mezcla de acciones, emociones, pasiones, de altos y bajos, el VAR vino a quitarle a este deporte, la base de lo que ha hecho históricamente del fútbol el deporte más popular, el que lleva detrás de sí años de millones de hinchas que vibran ante cada paso, ante cada gol, incluso ante cada “injusticia”, entendiendo esta última como parte del desarrollo de la misma disciplina.
El fútbol, no es sólo una gran lista de emociones y sentires armónicos, de sólo ganar de sólo cantar y vibrar con cada gol a favor del equipo que uno quiere seguir, sin las llamadas “injusticias”, sin los errores que pueden cometer los árbitros, no tendría sentido esa gama de grandes pasiones que mueve la pelota. Es más, aquella picardía que conocimos muchos en las canchas de tierra, que hace del fútbol el deporte más amado, aquella pasión de multitudes que tomó fuerza con la influencia de la clase obrera mundial, con el VAR iría en una transición de desaparecer. Si no es así, cuántos nos quedamos con las ganas de gritar desde el estómago algún gol en esta Copa Confederaciones esperando el veredicto del VAR, si hasta los mismos jugadores tenían que detenerse para saber que tan válido era un gol o una jugada.
La ‘Mano de Dios’, la mano de Suárez ante Ghana en el mundial de Sudáfrica 2010, el roce dentro de la cancha entre los jugadores, la llamada “calentura”, los robos muchas veces cuestionados y las satisfacciones de ganarle un campeonato a alguna mafia, son parte de lo que han hecho del fútbol el deporte más hermoso del planeta tierra, ese que mueve cada hormona del cuerpo.
Y por la libertad de que nuestras emociones de cada fin de semana siguiendo a nuestro equipo favorito sigan latiendo como el primer día que fuiste a ver a aquél club de tus amores, es preferible el sentir las contradicciones detrás del balón con sus ingratitudes y maravillas, que la ingratitud de un sistema como el VAR que nos roba cada gota de pasión.