Empezamos este año con noticias terribles con lo que respecta a los alquileres en España. Vemos como mientras la clase trabajadora se ve atacada por una inflación inasumible por sueldos que no aumentan, los alquileres también suben, no al nivel de la inflación ¡sino muy por encima de ella!
Lunes 2 de enero de 2023
El alquiler se dispara por todas las capitales del Estado a niveles que resultan completamente inaceptables para la clase trabajadora, especialmente para los más jóvenes que solemos ser los más precarios.
Vemos como, por ejemplo, en Madrid hay un aumento del 11,2% que parece insustancial a estas alturas tal y como lo plantean los economistas, pero significa que el alquiler medio se sitúa en 1905€. Barcelona lo supera con el doble del aumento con respecto de Madrid este año pasado con 2480€. La provincia que mayor aumento ve en su alquiler es Alicante que sube algo más del 23% situando su alquiler medio en 1276€.
En total 48 capitales de provincia ven aumentados sus alquileres, a excepción de Córdoba, Zamora y Palencia, pero siendo estas dos últimas de las provincias menos pobladas, es decir, donde menos personas perciben realmente este descenso.
Este aumento supone, como venía diciendo, un duro golpe para la clase obrera. Una clase que ve situada los salarios de un 46,65% de su población entre 951€ y 1900€ y un 20% que cobra el SMI o menos de este. De los asalariados solo un 1% cobran más de 5501€.
Esta última cifra parece demasiado ¿cierto? Pues en realidad no lo sería para alquilar un piso en Barcelona por ejemplo. Pero aquí no acaba el problema real, pensándolo bien vemos como los salarios de un 46,65% de los obreros no podrían costearse un alquiler por ellos mismos en Madrid, Barcelona, Valencia (1407€ de media), Alicante, Málaga (1154€ de media), etc. Y eso sin contar a ese 20% que no podría prácticamente ni alquilar una habitación.
Este problema afecta en especial a los jóvenes trabajadores que nos vemos obligados a asumir dos trabajos para pagar un piso en el centro de la ciudad donde vivimos y trabajamos, a compartir piso entre cada vez más personas, a no tener la oportunidad de independizarnos o a trasladarnos a pisos cada vez más alejados del centro de las ciudades donde no hay ocio y donde nuestro trabajo, normalmente, está a más de una hora de transporte público o desde donde no podríamos costearnos un viaje diario de ida y vuelta en un transporte individual por la subida de precios de hidrocarburos.
Ante esta situación cada vez más catastrófica para la clase trabajadora ¿cuál es la solución del capitalismo? De parte del “gobierno más progresista de la historia” su solución no es crear un parque de vivienda público al que tenga acceso cualquier persona que necesite residencia. Les parece mejor dedicar esos presupuestos a un aumento del 26% a los gastos militares, por ejemplo.
El parche que aplican como una medida de “escudo social” es una subida máxima del 2% del alquiler en aquellos contratos que ya estén establecidos. Por supuesto esto parece en principio algo progresivo, pero nadie da duros a cuatro pesetas. En el caso de que el propietario alegase que “necesita” él mismo o un familiar de primer grado vivir en el piso podría romper el contrato con un aviso de solo un mes, según la Ley de Arrendamientos Urbanos 29/1994 y su actualización del 2013. Además puede cambiar las condiciones del contrato una vez pasados los tres primeros años de éste y posteriormente año a año, para lo cual también solo debe avisar con un mes de antelación con respecto a la finalización del contrato. Esto hace que los propietarios tengan mayor control sobre el alquiler de la vivienda y puedan decidir más libremente sobre quién reside o no y cuanto debe pagarle.
Por otro lado, la Asval (básicamente la patronal rentista de propietarios para el alquiler de vivienda) avisa de que esta medida podría provocar una falta de oferta de alquileres debido a sus pérdidas. Esto, según ellos, porque hay falta de 2,5 millones de viviendas que poder alquilar por su parte. A esta patronal parece que se le olvidan las 28.552 personas que se encuentran sin hogar en el Estado, que supone un aumento de casi un 25% de los últimos 10 años. A la vez que hay 3.4 millones de viviendas vacías en España. Para que este sector de rentistas vea mayores beneficios pretende que se financien desde el Estado millones de viviendas nuevas, mientras hay otros millones de viviendas vacías y miles de personas en la calle.
A la clase trabajadora no nos valen las medidas de este gobierno que quiere pintarse de progresista con leyes nuevas pero sin tocar los intereses de los propietarios que nos carga con subidas de alquileres y que busca por su parte un mayor margen de beneficios a nuestra costa. Un gobierno que ha realizado 7.297 desahucios en el último trimestre no tiene interés en defender las necesidades de la clase trabajadora, sino que busca nuestro silencio, pero no lo tendrá.
La clase trabajadora no necesitamos que se regulen los aumentos de nuestros alquileres, necesitamos aumentos de sueldo a nivel del IPC y la creación de parques de vivienda pública para que no haya ninguna persona viviendo en la calle. Este sistema capitalista y sus administradores en el gobierno no nos pueden ofrecer nada de esto, tenemos que buscar un nuevo sistema en el que no existan los alquileres y se vea la vivienda como lo que es, una necesidad que debe ser cubierta de manera gratuita independientemente de la situación personal que te rodee.
