Todo inicia por el descontento del Emperador romano Claudio II y termina dejándote con el bolsillo vacío y al planeta decadente.
Miércoles 13 de febrero de 2019
Una de las versiones de esta famosa e internacional festividad nos dice que entre los años 208-270 d. C., existió un alocado emperador romano llamado Claudio II "El gótico". Este era enemigo del matrimonio entres sus soldados y las bellas damiselas, pero y además eran los tiempos en que los cristianos eran perseguidos en Roma. El malaventurado sacerdote Valentín a pesar de tenerlo prohibido, decidió casar a los jóvenes enamorados en secreto, hasta que en el año 270 el emperador ordenó decapitarlo.
Tiempos plásticos
Actualmente el 14 de febrero se ha convertido en un referente del consumo irracional, que además de costoso, causa grandes daños ambientales al planeta. Es una clara mercantilización de las grandes empresas sobre las relaciones personales y los sentimientos de la gente.
Alrededor de este día se ven infestadas las redes sociales, medios de comunicación y las calles, con publicidad sobre miles de propuestas para regalar, hasta tips para los besos y abrazos. Tratan de hacernos creer que la medida del sentir es equivalente al tipo de regalo que podemos dar, todo esto con el único fin del consumo.
En este sistema donde se han censurado los sentimientos y las muestras de afecto, los regalos materiales suelen ser la alternativa más concurrida.
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Detrás de estos estereotipados obsequios hay uso de combustibles fósiles, explotación de recursos naturales, envoltorios que se degradarán en no menos de 100 años y satisfacción que no durará más de una semana, o tan solo algunos minutos.
La necesidad afectiva no debería dañar nuestro planeta. Sigamos con los besos, abrazos, miradas hermosas y palabras gentiles hacia nuestros queridos y amados, para dejar de ser una sociedad consumista. Como en muchos aspectos de nuestra vida, el capitalismo no funciona. El amor es otra cosa.