A pesar de los escándalos de abuso de menores, el Arzobispo y los senadores actúan como si viviésemos en la clerocracia.
Martes 6 de diciembre de 2016 13:56
El arzobispo Francini no irá a la legislatura provincial donde estaba citado para dar explicaciones sobre los curas Corradi y Corbacho.
Estos curas están acusados de cometer abusos sobre más de 20 menores hipoacúsicos en el Instituto Próvolo de la localidad de Luján de Cuyo.
Por esta razón, legisladores de distintas comisiones habían citado al arzobispo a concurrir al ámbito legislativo para dar las explicaciones correspondientes, entre ellas la falta de control y el silencio ante denuncias previas. Vale recordar que Corradi había llegado a la Argentina en 1984 escapando de denuncias similares en Italia.
Francini mantuvo el silencio desde la semana pasada cuando se conocieron los casos, y solo se comunicó a través del vocero De Benedectis.
Ahora comunicaron que los legisladores deberán concurrir al despacho del Arzobispo y éste no irá a la legislatura.
Este hecho generó indignación porque el planteo del Arzobispo y la sumisión de los legisladores del peronismo y el radicalismo que aceptan el chantaje es propio de la clerocracia.
No será el responsable de la Iglesia quien asista ante el requerimiento de uno de los poderes públicos del Estado sino que los legisladores aceptan las condiciones que pone el Arzobispo.
Los legisladores del FIT se expresaron mediante las redes sociales.
El Arzobispo pone las condiciones, los legisladores deben ir a su oficina a una reunión a puertas cerradas. Indignante
— Noelia Barbeito. (@barbeitonoelia) 5 de diciembre de 2016
#Indignantes los privilegios que le dan a la Iglesia después de los abusos en Próvolo. pic.twitter.com/WbH4aj8vAI
— Cecilia Soria (@CeciliaSoriaPTS) 5 de diciembre de 2016
Abusos:La Iglesia se niega concurrir a la Legislatura y con obsecuencia humillante senadores y diputados se arrastrarán al Arzobispado. Puaj
— Lautaro Jimenez (@LautaroJ_PTS) 5 de diciembre de 2016
La Iglesia encubre abusadores y encima no va al poder público a dar explicaciones. Parece el siglo XVI, todos rendían cuentas a la Iglesia.
— Noelia Barbeito. (@barbeitonoelia) 5 de diciembre de 2016