El negocio del capital financiero y las consecuencias del acuerdo con el FMI. Columna de economía de El Círculo Rojo, un programa de La Izquierda Diario en Radio Con Vos, 89.9. En texto y audio.
Pablo Anino @PabloAnino
Jueves 9 de marzo de 2023 23:52
- El lunes 6/3 el Ministerio de Economía, que conduce Sergio Massa, oficializó un llamado para una operación de canje de deuda pública en pesos.
- ¿Qué busca el gobierno con el canje? Días atrás, en los pasillos de Ministerio un funcionario me decía que el canje junto con otras iniciativas, como la renegociación con el FMI de la que hablamos la semana pasada, le permitían al gobierno despejar el panorama financiero para llegar tranquilo hasta fin de año. Esperar y ver.
- ¿En qué consiste el canje? Economía ofrece cambiar diez letras y bonos del Tesoro que vencen entre el 25 de marzo y el 30 de junio de este año por diversos bonos con vencimiento entre febrero de 2024 y febrero de 2025.
- La posibilidad de participar en el canje estaba abierta hasta el jueves a las 15.30 horas, pero finalmente se extendió por dos horas más a pedido de algunas entidades.
- El resultado ya se conoció la misma tarde del jueves: la aceptación alcanzó al 64 %. El Banco Nación, el Banco Provincia, el Galicia, Santander, Credicoop, Banco Ciudad y el ICBC fueron los bancos con mayor participación. De todos modos, una parte importante de la aceptación se garantizó por tenencias de instrumentos de deuda que está en manos de los organismos públicos, como la Anses.
- De este modo, el gobierno logró postergar vencimientos por $ 4,34 billones sobre un total de $ 7 billones que pretendía canjear.
- Esos bonos recibirán por pago en concepto de intereses el equivalente al aumento de la inflación o de la cotización del dólar, el que resulte más alto. También hay otra opción: se trata de bonos ajustados por CER (Coeficiente de Estabilidad de Referencia) más una tasa de interés.
- Quienes poseen esos instrumentos de deuda tendrán una suerte de seguro frente a la inflación y frente a una potencial devaluación. Se trata de un privilegio en tanto y en cuanto ese mismo seguro no se establece, por ejemplo, para los salarios y las jubilaciones.
- No solo eso. El gobierno les asegura a los bancos que, en caso de que caiga la cotización de los bonos, el Banco Central se los comprará. Como si fuera poco, en la tarde del jueves se supo que el Banco Central ofrece otro beneficio: admitirá estos nuevos instrumentos de deuda como parte de los encajes bancarios.
- Es cierto que, actualmente, los bancos utilizan Leliq, que es deuda que emite el Banco Central, para realizar los encajes. Pero se supone que las Leliq son más “seguras” que los instrumentos de deuda del Tesoro (Ministerio de Economía).
- ¿Qué es el encaje bancario? Una proporción de los depósitos de todas las personas y empresas que los bancos tienen que inmovilizar. Es decir, que no pueden utilizar para dar crédito a otras personas y empresas. Se supone que el encaje opera como una suerte de "protección" de los depósitos.
- ¿Cuál es el peligro? Es que desde ahora los depósitos van a estar, en parte, “protegidos” con bonos en pesos que los economistas de Juntos por el Cambio dicen que, en el caso de volver al gobierno, van a reestructurar o reperfilar, según el término poético que utilizó Hernán Lacunza, el último ministro de Hacienda de Mauricio Macri, cuando justamente realizó una reestructuración de la deuda en pesos en momentos en el que se hundía el barco cambiemita.
- Es decir que, por ejemplo, una potencial reestructuración con quita podría actuar como un dominó sobre los depósitos bancarios.
- ¿Quiénes ganan con este canje? Principalmente los bancos, que tienen cada vez más su negocio estructurado alrededor de deuda que emite el Banco Central y el Tesoro. De este modo, tienen ganancias garantizadas por el Estado.
- Esto no es casual. De hecho, el acuerdo con el FMI impuso como condición que el Estado reduzca su financiamiento a través del Banco Central. Nadie podría ponderar como buena la emisión monetaria del Banco Central para prestarle pesos al Tesoro. Pero mucho peor es que el financiamiento del Estado quede atado a lo que le prestan los bancos.
- El Fondo impuso esta condición para buscar que el Estado reduzca el déficit vía ajuste del presupuesto social. Ahora los bancos tienen en cierta medida atado al Estado a su financiamiento. De este modo, operan mecanismos de “mercado” que presionan por el ajuste ¿Por qué? Sencillo, porque si no hay ajuste, no le prestan al Tesoro o le exigen cada vez más cosas, como ocurrió en este canje.
- Argentina en las últimas dos décadas tiene una larga zaga de reestructuraciones de deuda en dólares: el megacanje de 2001 con la Alianza; los canjes de 2005 y de 2010 con el kirchnerismo; el arreglo con los buitres de 2016 con el macrismo y la ayuda de los votos del Frente Renovador de Sergio Massa incluidos; la reestructuración de 2020 de Martín Guzmán.
- Desde el Gobierno de Cambiemos, que no tiene autoridad moral para criticar la gestión de la deuda luego de la estafa que hizo al pueblo trabajador con el FMI y la deuda en dólares, se volvió frecuente la reestructuración o “reperfilamiento” de la deuda en pesos.
- El problema no solo es que la deuda, en pesos y en dólares, es un negoción para unos pocos. Tampoco que esté llena de capítulos fraudulentos. El problema principal es que es un mecanismo de dominio y que se recicle todo el tiempo deja al país como un juguete en manos del capital financiero.
Pablo Anino
Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.