Alejandro Pinochet, Julio Muñoz, Manuel Sepúlveda, Gonzalo Fuenzalida y José Peña son los cinco últimos detenidos desaparecidos de la dictadura militar durante septiembre de 1987.
Sábado 23 de septiembre de 2017

Alejandro Pinochet, Julio Muñoz Otárola , Manuel Sepúlveda Sánches, Gonzalo Fuenzalida y José Peña Maltés tenían en común la juventud y la militancia en el Partido Comunista y en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez.
La dictadura cívico militar los hizo desaparecer por estar vinculados con el Frente Patriótico, mediante las distintas persecuciones que realizaba la CNI contra dicha organización meses antes con la "Operación Albania", en junio de 1987, y el secuestro de un oficial del ejército durante el 1 de septiembre de ese mismo año.
Los cinco detenidos desaparecidos
Alejandro Pinochet Arenas, de 23 años, fue buscado en febrero y septiembre de 1986 por una orden del Fiscal Torres en relación al atentado al dictador Augusto Pinochet. Alejandro habría sido bajado por la fuerza de un microbús en la calle Compañía con Amunátegui a eso de las 15.30 horas del 7 de septiembre de 1987.
Julio Muños Otárola, de 34 años, fue trabajador de la mina el Teniente y fue buscado en la casa de su familia en Rancagua por civiles. Tenía una orden de detención dictada por el Fiscal Torres en el proceso de la muerte de un carabinero Miguel Vázquez.
Manuel Sepúlveda Sánchez, de 28 años, casado con domicilio en Valparaíso. Viajó a Santiago para buscar trabajo, debiendo regresar al puerto el 7 de septiembre. Testigos declararon que habría subido a un furgón utilitario celeste a las 9:15 del 10 de septiembre en la esquina de Catedral con San Martín.
Gonzalo Fuenzalida, de 26 años, fue visto por última vez el 8 de septiembre. Novio de Patricia Cancino, detenida desde el 4 de octubre luego que su casa fuera allanada en tres oportunidades en búsqueda de Fuenzalida, quien a la vez es hermano de Manuel Fuenzalida, condenado por ley de control de armas.
José Peña Maltés, de 36 años, regresó a Chile desde Francia después de 11 años de exilio. Su madre recibió una llamada anónima donde denunciaba su desaparición.
Todos los casos fueron presentados con recurso de amparo, los cuales fueron rechazados por parte del Tercer Juzgado del Crimen.
Juicio y Castigo a los represores
El 22 de marzo de este año, la Corte Suprema condenó a 33 agentes de la Central Nacional de Informaciones (CNI), del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE) y del Comando de Aviación del Ejército, quienes estuvieron involucrados en el secuestro calificado de los cinco frentistas.
En la investigación de la causa el ministro en visita Mario Carroza logró establecer que las cinco víctimas fueron secuestradas en represalia por el plagio del coronel de Ejército Carlos Carreño (ocurrido el 1 de septiembre de 1987) y hechas desaparecer en un operativo conjunto entre la CNI, el BIE y el Comando de Aviación del Ejército donde los cuerpos fueron arrojados al mar en las costas de Quintay.
Los cinco miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez fueron trasladados al Cuartel Borgoño de la CNI, y "antes de la liberación del Coronel Carreño en Brasil, no siendo posible efectuar un canje, se decide por los organismos de seguridad la eliminación de los detenidos", señala uno de los informes del ministro en visita Mario Carroza.
Los 33 agentes fueron condenados con penas entre 10 y tres años, además con el privilegio de mantenerse en la cárcel Punta Peuco.