Tras una supuesta investigación de 5 meses y con 500 policías, la persecución a las familias que viven de la venta ambulante tuvo otro violento capítulo: 197 allanamientos a las casas y depósitos donde guardan sus mercaderías. Mientras, en los “comercios legales” y las grandes marcas reina el trabajo informal.
Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2
Viernes 4 de octubre 13:29
Jorge Macri se quiere parecer cada día más a Milei. Ideológicamente se parece, pero necesita ostentarlo. “¡En Once se terminó la joda!” tuiteó hoy.
El Ministerio de Seguridad porteño fue más formal y emitió cada hora su parte de guerra. Uno de ellos decía, en lenguaje castrense: “despliegue de más de 600 efectivos. 197 órdenes de allanamiento. Trabajo conjunto con los ministerios de Espacio Público y Justicia, y con la Fiscalía de Flagrancias a cargo del Dr. Tropea”.
EN ONCE SE TERMINÓ LA JODA!
Le acabamos de dar un golpe durísimo a la mafia que inundaba de suciedad y trabajo esclavo las calles de Once. Recuperar la libertad también es esto: hacer cumplir la ley. ¡Felicitaciones a los 600 Policías de la Ciudad que pusieron el pecho! 👏👏👏 https://t.co/FEulW3Ifg7
— Jorge Macri (@jorgemacri) October 4, 2024
Las calles de hoy parecían también un escenario bélico. Decenas de camiones de la Policía de la Ciudad, calles cortadas, vallas, efectivos de la Infantería con sus escudos, persianas bajas, sirenas. Familias que deambulaban preocupadas por sus mercaderías. Un fotógrafo de Revista Cítrica violentado por el propio secretario Diego Kravetz por reflejar los hechos.
¡No nos dejan hacer nuestro trabajo! ¿Qué hace el secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires Diego Kravetz pidiéndole identificarse a nuestro fotoperiodista Rodrigo Ruiz?
¿Tanto le molesta que mostremos el maltrato y la falta de empatía de su gobierno con los manteros? pic.twitter.com/EGEl07dFit— Revista Cítrica (@revistacitrica) October 4, 2024
En las fotos difundidas por el gobierno se pueden ver las bolsas incautadas. Se trata de las mercaderías que se venden todos los días en las veredas de Once. Todos las conocemos: ropa, juguetes, artículos domésticos, gente que vende sus propios objetos usados. Es que la venta ambulante ha crecido al calor de la crisis. Muchas personas se quedaron sin trabajo, las empresas subieron los precios de todas sus mercaderías, miles se las rebuscan como pueden. Sobre todo las y los migrantes.
No es un fenómeno de Once. Se puede ver los fines de semana pero también cualquier día en muchos barrios de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. No es que quieren estar 12 o 14 horas parados en la vereda de una ciudad atormentada vendiendo y regateando precios. No les queda otra.
Pero Macri dice que “se terminó la joda”. Que “le acabamos de dar un golpe durísimo a la mafia que inundaba de suciedad y trabajo esclavo las calles de Once”. El primo de Mauricio Macri hace rato que viene utilizando el término suciedad no para hablar de papeles o basura tirada, sino de las personas pobres en situación de calle; ahora les suma los vendedores ambulantes.
Lo del “trabajo esclavo” es puro cinismo. No es que las imitaciones de buzos Adidas o remeras Puma sean hechas en empresas bajo convenio con salarios que cubran la canasta familiar. Nadie dice eso. Pero Macri oculta que los comercios “legales” de Once tienen al 70% de su personal sin registrar. Así lo detectó un estudio hace poco. Desde los pibes que cargan los rollos de tela a las pibas que venden ropa en los locales. Productos que también se hacen en talleres “esclavos”.
Incluso las camisetas Adidas originales son hechas por empresas recontra esclavistas, como RA Intertrading, con costureras migrantes que cobran por mes lo mismo que sale la casaca oficial. Ya lo contamos acá y acá. O marcas de indumentaria como Cheeky, Montagne y Awada, de la "prima política" del Jefe de Gobierno.
A esos locales y a esas empresas no les hace ningún control. Al contrario, monta “polos industriales” en la Zona Sur para “acercarles” el trabajo precario.
La clase trabajadora es la única que puede terminar con el laburo precario e informal. El Estado capitalista nunca lo va a combatir seriamente porque se nutre de él.
El operativo, pasado el mediodía, llevaba secuestradas toneladas de mercaderías. Cientos de ambulantes recorrían las calles con preocupación porque habían perdido todo. Los vivos de los que habla Macri, los capanga, en unos días podrán recuperarse. Muchos son punteros y tienen amigos en la Policía.
Fuera la Infantería de Once.
Lucho Aguilar
Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.