El jueves 2 de julio se llevó a cabo el evento "Los costos de la conexión: El colonialismo de los datos" con la disertación de Nick Couldry (London School of Economics) y Ulises A. Mejías (SUNY Oswego) con la moderación de Brenda Focás (CONICET/IDAES-UNSAM).
Domingo 5 de julio de 2020 18:00
"Los costos de la conexión: El colonialismo de los datos" por Nick Couldry (London School of Economics) y Ulises A. Mejías (SUNY Oswego)
Mejías se refirió a una nueva fase del colonialismo, el colonialismo de datos, que sienta las bases de un nuevo modo de producción capitalista mientras coexiste con la herencia colonial, y es profundamente continuo con los objetivos del colonialismo histórico.
De esta manera, el colonialismo de datos es "un orden emergente para la apropiación de la vida humana de modo que los datos puedan ser extraídos continuamente de ella para obtener ganancias". La diferencia radica en los modos, intensidades, escalas y contextos pero se asemeja en la función histórica: el despojo. Así como hay una naturaleza que es considerada barata, mano de obra barata, también hay un modo de extracción de datos baratos.
La colonialidad de las relaciones de datos también está presente en los videojuegos de estrategia: explorar, expandir, explotar y finalmente, exterminar. El colonialismo de datos funciona bien sin ninguna violencia física. Es la diferencia con el colonialismo clásico.
“El colonialismo de datos extermina a nivel simbólico formas alternativas de pensar y de ser y a nivel físico: el colonialismo de datos continua la violencia racista, sexista y clasista”, explica Mejías.
Por su parte, Focás, problematizó en torno al “fetichismo de la digitalizacion: cómo problematizar el concepto de alienación, enajenación", qué ocurre con el “exitismo” vinculado a las nuevas tecnologías, y la resistencia de grupos “como Anonymous y Julian Assange”.
“A nivel micro creemos como usuarios que tenemos cierta injerencia pero a nivel macro lo que nos llega ya está filtrado por los grandes jugadores como Google”, señaló Focás. Y destacó la importancia de pensar en tácticas para salir de esta situación.
“Las corporaciones tienen la ambición de formar a la sociedad”, expuso Couldry, y agregó: “En los tiempos de pandemia utilizamos Zoom, Slack, Microsoft Team, es decir seguimos en nuestras casas pero vigilados”.
Couldry sentenció: “El nucleo del colonialismo de datos es dominar el conocimiento, en eso hay un paralelo con el colonialismo historico” y por ello es muy importante entrar en conversación entre activistas, académicos y ciudadanos, es un asunto muy grande para restringir a la universidad. “Hemos fundado una red llamada “Tierra Común” para construir un espacio para que lleguen juntos los activistas, los ciudadanos y los académicos para debatir el colonialismo de datos, imaginar nuevas posibilidades y nuevas formas. Ya somos el inicio de ese proceso. Es un proceso que continuará por cincuenta años. Lo importante es empezar”, concluyó.
Decolonizando los datos o cómo crear la resistencia: Mejías explica que los enfoques de una vía (regulación, abandonar plataformas) no funcionarán, hay que recuperar el espacio y el tiempo colonizados (proteger la integridad del ser), rechazar la racionalidad "universal" de la recopilación - extracción de datos, y aprender de las luchas de descolonización pasadas y presentes: reapropiación tecnológica; formas de conocimiento común; formas de solidaridad, y por último, imaginación.