Escasez de agua y desabasto, enfrentan pobladores de la CDMX por intereses empresariales.
Viernes 8 de abril de 2022
En las zonas periféricas de la ciudad de México se encuentra el pueblo de San Miguel Ajusco, sus pobladorxs se enfrentan a la escasez del líquido vital, construcciones que saquean el sistema hídrico y al privilegio del que gozan rancheros y terratenientes.
La zona sur de la CDMX se caracteriza por contar con muchas zonas verdes, pues hay una cantidad importante de Áreas Naturales Protegidas y bosques. Contar con estas zonas en la periferia de una de las ciudades más grandes del mundo como la nuestra, es sumamente importante ya que permite la recarga de mantos acuíferos, la captación y filtración de agua, regula la temperatura, conserva fauna y flora y reduce la contaminación sonora.
Tuvimos la oportunidad de platicar con una pobladora sobre la situación del agua y los conflictos que rodean el tema. Omitimos su nombre por cuestiones de seguridad.
LID: Gracias por permitirnos hacerte unas preguntas. Cuéntanos un poco sobre la situación que enfrentan con el desabasto de agua.
Pobladora: No hay agua, pedí hace un mes la pipa y no ha llegado. Nos mantienen olvidadas, el sistema de pipas no favorece a los pobres. En los pueblos del Ajusco (Santo Tomás, San Miguel Xicalco, Magdalena Xicalco, San Miguel Ajusco, San Miguel Topilejo) no se pagaba por tener agua.
LID: ¿Hace cuántos años que comenzó la escasez de agua en los pueblos del Ajusco? ¿A partir de qué sucedió?
Pobladora: Comenzó hace un par de décadas, no tengo la fecha exacta. Le comparto que sabemos que el cerro llamado Monte Alegre nos provee del líquido vital a los pueblos, de unos años para acá cambiaron el tipo de tierra pues era comunal. Ahí fue cuando empezó a ser más profundo el conflicto del agua.
LID: ¿El agua ya no llegaba a las casas, a las parcelas?
Pobladora: No, ya no llegaba simplemente. Nos organizamos para saber qué pasaba, dimos con que la estaban entubando clandestinamente.
LID: ¿La entubaban sin que les llegara el agua? ¿les dijo el gobierno hacia dónde iba su canalización?
Pobladora: No, ni el gobierno, ni las autoridades del pueblo. La comunidad rastreó la canalización y supimos por cuenta propia que los tubos daban a colonias ricas como Pedregales y a ranchos privilegiados como el de la familia Arce.
LID: ¿Después de esto qué decidieron hacer? ¿Obtuvieron del gobierno respuesta alguna?
Decidimos hacer brigadas para cortar y levantar los tubos, era indignante saber que mientras nuestras familias no tenían agua, otra vez los ricos se salían con la suya. Durante las brigadas supimos que llevábamos las de perder. En una brigada nocturna salieron con armas a decirnos que dejáramos la construcción, cuando sucedió eso muchas personas se fueron de la organización, temieron por su vida.
Por tu otra pregunta, la respuesta es no, el gobierno sabe lo que sucede, al grado de contarles que el año pasado las autoridades quisieron construir una gasolinería que necesitaba de 4 tomas de agua. ¿Y nosotras y nuestras familias? Me he visto en la necesidad de bañar a mis hijos con agua de garrafón.
LID: Qué situación tan preocupante se vive allá arriba, me imagino que hay todo un negocio detrás del tema de las pipas, ¿verdad?
Pobladora: Sí, por supuesto. En los pueblos hay de dos si vives en el centro o cerca del centro del pueblo cuentas con red potable pero nunca hay que confiarse; si vives en la periferia del pueblo no cuentas con red potable y hay que comprar a fuerzas.
Para que quede más claro, el gobierno diagnostica cuánto te da por agua y si hay temporada de “seca” solo tienes derecho a una pipa por mes, cuando hay familias muy numerosas. Los ranchos y campos del alrededor utilizan 7 pipas diarias, las vemos entrar y salir. La mayoría de los pobladores de los pueblos del Ajusco tenemos que comprar pipas de agua, cuando no contamos con la credencial el gasto asciende a $1200 pesos por pipa. Haga las cuentas, joven.
LID: Es una situación alarmante y poca atención la que merece del gobierno. ¿Le gustaría decirle algo a las personas que lean la entrevista?
Pobladora: Claro que sí. En nosotras queda defender nuestros recursos naturales y hay que hacerlo a pesar de todo y contra quienes se pongan enfrente. El agua no es mercancía es para los pueblos. Gracias por cubrir esta problemática, son los temas que nos aquejan.
Los y las pobladoras de la zona sur de la CDMX viven la escasez del agua que es una problemática aunada a la depredación clandestina de bosques en opacidad del gobierno. Tener agua es sinónimo de disputa y el sistema impuso el binomio: agua para el capital y sus ganancias o agua para los pueblos.
Contra el despojo de territorios y recursos por parte de las grandes empresas que cuentan con el aval del gobierno, es urgente la organización de pobladorxs, trabajadorxs y organizaciones sociales en defensa del líquido vital. ¡El agua es vida! ¡No se vende, se defiende!