×
×
Red Internacional
lid bot

Catalunya. El conseller de Sanitat catalán pide que “cuidemos” a los sanitarios que él y su gobierno maltratan

Argimon, que ha defendido públicamente los recortes sanitarios del govern Mas como inevitables, se niega a consolidar los refuerzos, aumentar la plantilla estructural y acabar con las externalizaciones. Condena a los que pide defender a sobrecarga crónica, precariedad y bajos salarios.

Miércoles 22 de diciembre de 2021

El mismo día que el govern de la Generalitat anunciaba las nuevas restricciones que previsiblemente entrarán en vigor este viernes, su conseller de Sanidad, Josep María Argimon, se despachaba con unas cínicas declaraciones en las que volvía a usar a las trabajadoras y trabajadores sanitarios como parapeto para tapar la responsabilidad del gobierno ERC-JxCat en esta sexta ola.

“Tenemos las manos y la gente que tenemos. Y tenemos que cuidar a los profesionales, porque es la gente que nos tiene que cuidar”. El mensaje iba dirigido a la ciudadanía a la que acusó de que “no quiere saber nada de la pandemia, quieren salir y vivir” mientras que el personal sanitario se encuentra “muy agotado y muy cansado”.

Argimon enviaba así dos claros mensajes, la responsabilidad de lo ocurrido recae en la gente y su gobierno está haciendo todo lo que podía hacer. Dos máximas que no pueden la dura realidad de la sanidad catalana, una de las más recortada y privatizada en los últimos años, que sus trabajadoras y trabajadores vienen denunciando desde la primera línea.

Te puede interesar: Ómicron y la sexta ola no son una “plaga bíblica”, tienen responsables

El actual conseller, en el cargo desde la conformación del govern Aragonés a propuesta de JxCat, justificaba el pasado mes de octubre en una entrevista en SER Catalunya los recortes del govern Mas y el odiado conseller Boi, vinculado directamente a la patronal de hospitales privados. Entre 2010 y 2012 realizaron los recortes más brutales contra el sistema de salud público catalán, un total de 1.500 millones de tijeretazo en esos años, que se elevan a 3.267 millones si tomamos los datos de toda la década.

Para Argimon “en el momento del año 2010 y 2011, pocas cosas más se podían hacer. La receta era austeridad, austeridad, austeridad. Desde mi punto de vista, en una crisis importantísima se hacen los recortes”. Durante esta etapa se perdieron 2.400 profesionales sanitarios y 1.100 camas. Se cerraron quirófanos, centros de atención y plantas hospitalarias enteras. Se dejó así un sistema que ya estaba enormemente tensionado antes de la llegada de la covid19 hace ya 20 meses.

Pero los recortes de la crisis de 2008-2012 fueron mucho más allá de esa horquilla. A inicios de 2021 el Sindicato Médico estimaba en 5 mil millones de euros la inversión extra necesaria para poder reconstruir el sistema después de esta década de recortes, y la contratación de 1000 médicos solo para la atención primaria.

El 10 de marzo de este mismo año la Mesa Sindical de Sanitat, que incluye a la CGT, CATC, COS, USOC, Infermeres de Catalunya y PSO Lluitem, convocaba una huelga general, a la que se adhirieron los MIR, contra la sobrecarga laboral y la precarización, en la que pedían el fin de los contratos basura, la estabilización de todo el personal y la recuperación del 5% salarial recortado.

Otros colectivos como el transporte sanitario, el servicio 061, la atención a domicilio y los profesionales de las residencias, también se movilizaron denunciando un sistema de externalización que deja estos sectores en manos de empresas como Clece, de Florentino Pérez, y les condena a unas condiciones de trabajo extremas y a ofrecer un servicio cada vez peor.

¿Qué ha hecho Argimon en todo este periodo? Como conseller de los herederos del pujolismo y los recortes que desataron la marea blanca o que el 15M rodeara el Parlament en 2011, bendecir la obra de sus antecesores y perpetuarla.

Su conselleria ni ha consolidado los refuerzos contratados, que han seguido pasando de la lista al paro y del paro a la lista, encadenando contratos temporales y condiciones salariales y laborales muy por debajo de los trabajadores fijos o funcionarios. Las plantillas siguen con un déficit estructural enorme, sobre todo en la primaria, y las patronales de la sanidad – que incluyen mutuas, clínicas y laboratorios – siguen haciendo negocio con el sistema de concesiones y captando clientela ante el colapso del sistema público.

Argimon habla de “cuidar” a los y las sanitarios, pero su manera de hacerlo ha sido no tomar ninguna de las medidas preventivas ante una posible nueva ola que el personal y los sindicatos sanitarios vienen exigiendo desde 2020. Así, hoy en Catalunya, como en el Madrid de Ayuso, los centros de atención primaria vuelven a colapsarse, el sistema de rastreo deja a 12 mil contactos sin llamar por día por que no llega, médicas y enfermeros doblan turnos y guardias, urgencias y los hospitales comienzan a saturarse... y todo apunta a que toda esta situación acabará empeorando.

El maltrato de la Generalitat a las y los trabajadores de la sanidad es la contracara del mimo con el que siguen tratando a la patronal sanitaria. Mientras nos dirigimos a un nuevo colapso no se toma ninguna medida para intervenir y poner al servicio de atender esta emergencia las camas e instalaciones de mutuas y laboratorios, que seguirán haciendo su agosto este diciembre y enero, como ya vemos con las largas colas y precios por las nubes para hacerse las PCR que los centros de salud no tienen.

A las y los sanitarios los “cuidaremos” nosotras y nosotros, la clase trabajadora y los sectores populares. Lo haremos dando todo nuestro apoyo a sus reivindicaciones y jornadas de movilización, como la huelga del pasado marzo o las acciones del servicio de atención a domicilio o el transporte sanitario en lucha por su internalización. Defender una sanidad pública de calidad y suficiente solo se puede hacer codo con codo con quienes están en primera línea, desterrando la precariedad y sobrecarga que se lleva por delante su salud y la nuestra.