Según el Ministro Mario Marcel el índice obtenido en septiembre podría hablar de una "recuperación" y que si la tendencia sigue a la baja las "necesidades de la ciudadanos" serán atendidas. El gobierno está condicionando y amarrando la posibilidad de reformas sociales al escenario posible de la inflación durante octubre y noviembre. La crisis está siendo descargada sobre los hombros de la clase trabajadora desde marzo, destruyéndose gravemente el poder adquisitivo del salario a niveles del 2018. Este gobierno no ha hecho nada para impedir esta situación.
Sábado 8 de octubre de 2022
Cuando hay una acelerada inflación o hiperinflación, el valor del salario no logran ser suficientes para compensar los aumentos del mercado. Se produce una pérdida del poder adquisitivo, es decir, disminuye la capacidad de compra que tiene el individuo con ese sueldo.
El INE informó que en el me de septiembre se llegó a una inflación mensual de 0,9%. Una cifra alta pero que muestra una baja en comparación con los meses anteriores. Si se considera en total los últimos doce meses el IPC llega a un 13,8% la cifra más alta en tres décadas. Estos niveles de inflación son sólo comparables con los de principios de 2021. Con esta información los analistas dicen que el país vive su peak de inflación.
El IPC se calcula considerando 303 bienes divididos en 12 categorías y las que sufrieron mayores alzas fueron los alimentos (con un sorprendente 29%), el gas (con un 39%) y los combustibles para vehículos (con un 81%). El viernes 7 de octubre se desarrolló una protesta de trabajadores y pobladores en Peñalolén contra las lazas y aparecerán otras seguramente en la medida en que la situación se torne más intolerable.
Dentro de las causas de la inflación, que identifican los medios, está el aumento de los precios internacionales de los alimentos, las materias primas y también el precio del dólar. El Banco Central culpa a un exceso de oferta monetaria debido a ayudas fiscales durante la pandemia como los IFE y los retiros de fondos de pensiones.
La inflación está destruyendo el salario de los trabajadores en Chile. El poder adquisitivo se estima que retrocedió a los niveles de 2018. Otros países del mundo vive también inflación de precios terribles como Argentina: 78%, Bélgica 11% o Estados Unidos con un 8,3%.
En Chile el 10% más rico concentra el 80,4% de la riqueza producida en un año. Las familias que son grupos económicos monopólicos son proporcionalmente más ricos que hace 30 años. Chile rompe records en este sentido. Sólo es superado por Sudáfrica que posee un 85% de concentración de riqueza. El 1% más rico del país concentra el 49% de lo producido en un año por todos los trabajadores.
Es urgente dejar de normalizar esta situación. Es urgente discutir en los lugares de trabajo qué hacer frente a esta irracionalidad del sistema capitalista. La CUT y otros grandes sindicatos del país, en manos del PC, FA y ex Concertación, son responsables del estado de pasividad de los sindicatos en Chile. No le han puesto ningun freno al alza descarada de precios y a la pérdida del poder adquisitivo. Se debe romper la colaboración con el gobierno. El movimiento de trabajadores debe ser independiente del gobierno.
Es imprescindible contar con un programa de emergencia ante la crisis discutido por todas y todos los trabajadores, del sector público y privado, de la pequeña, mediana y gran empresa. El sueldo mínimo debe aumentar como mínimo 650 mil pesos base, es posible repartir las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, prohibir el despido en momentos de crisis mundial, nacionalizar los recursos naturales bajo control de sus trabajadores y detener el financiamiento de la represión en el Wallmapu para utilizar esos recursos en salud, educación, vivienda y mejores condiciones para los trabajadores públicos.
Gabriel Muñoz
Licenciado en Historia
