El mantenimiento de los bloqueos de refinerías e incineradoras de residuos, frente saliente de la oposición al proyecto del Ejecutivo, requiere la llegada de apoyos externos, como ocurrió el viernes en Gonfreville-l’Orcher y el lunes en Ivry-sur-Seine.
Lunes 27 de marzo de 2023 20:42
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A continuación publicamos una traducción de un artículo de Aline Leclerc aparecido el 27-3-23 en el medio francés Le Monde sobre la resistencia a las requisiciones de los trabajadores en huelga de la refinería de Total en Normandía y la planta incineradora de residuos de Ivry-sur-Seine, que contó con el apoyo de la Red para la huelga general.
Este lunes 27 de marzo por la mañana, camiones volquete verdes aparecen frente al centro de incineración de residuos que se extiende entre Ivry-sur-Seine (en la región de Isla de Francia, conocida popularmente como la región parisina) y el distrito 13 de París. Tras tres semanas de huelga, se supone que ha reanudado su actividad de recolección e incineración de los basureros de París y del interior del país, tras las requisiciones de empleados, en un número de doce según la CGT.
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Pero más de doscientos opositores a la reforma jubilatoria bloquean tranquilamente el paso de los vehículos, obligándolos a dar la vuelta para ir a hacer sus descargas en otro lugar, en Saint-Ouen, Romainville (Seine-Saint-Denis) o Villeparisis (Seine-et-Marne).
“Pero, ¿sigue siendo útil que bloqueemos? ¿Desorganizando un poco?” se inquieta alguien que apoya a los huelguistas, en el lugar desde las 7 am, que participa en su primer bloqueo. “Sí, es muy útil. Pero también tendrás que venir mañana por la mañana”, responde Marc Bontemps, secretario general de la CGT de producción de energía para incineradores de la región parisina.
El personal incinerador pertenece al sector minero-energético: al quemar residuos, producen electricidad y calor para calefacción urbana. "¡Incluso si se reanuda la recolección, mientras no quememos, son 100000 hogares los que no tienen calefacción! insiste el sindicalista.
Riesgo de infracción
Con la huelga de las refinerías y el espectro de una nueva escasez de combustibles capaz de paralizar a Francia, como vimos en otoño de 2022, la huelga de los recolectores de residuos en el ayuntamiento de París, unida a la del personal de las incineradoras en los suburbios, que provocó la acumulación de 10000 toneladas de residuos en la capital, sigue siendo uno de los frentes destacados de oposición a la reforma jubilatoria.
El viernes 24 de marzo, el sindicato metropolitano que gestiona las tres incineradoras que rodean la capital (en las zonas de Ivry-sur-Seine, Issy-les-Moulineaux, Saint-Ouen) anunció a la agencia AFP la liberación de las fábricas y "el final definitivo" del movimiento en dos de ellos.
Por lo tanto, el lunes hubo un problema para los manifestantes de todos los sectores (conductores de autobuses de la RATP, trabajadores ferroviarios, maestros, estudiantes, feministas, los diputados "rebeldes" Mathilde Panot, Antoine Léaument y Thomas Portes, la asesora medioambiental de París, Alice Coffin) para impedir la entrada de contenedores, para hacer ineficaz la requisición de personal en huelga, que no puede bloquear su propio lugar de trabajo a riesgo de infringir.
“¡Es otra derrota para el capital! La fábrica, la recuperamos, como el viernes en Normandía, ¡la fábrica sigue siendo nuestra!“ lanzó al micrófono Cédric Liechti, secretario general de la CGT Energie París, que acudió en apoyo. Usaron el mismo método de "reanudación del piquete" que los manifestantes que llegaron en gran número impidieron el viernes el desbloqueo de la refinería de Normandía en Gonfreville-l’Orcher (Seine-Maritime), a pesar de la requisición de personal. Entre ellos, el rapero Médine y la actriz Adèle Haenel, cuya notoriedad ayudó en la cobertura mediática de esta acción, y que también estuvo presente en Ivry el lunes por la mañana.
"Ir a donde sea atacada la huelga"
"La única forma de resistir a las requisas y defender el derecho de huelga es el equilibrio de poder de las masas", dijo Adrien Cornet, representante sindical de la CGT en la plataforma de la empresa Total Energies en Grandpuits (Seine-et-Marne), con una bandera en la mano de la organización de extrema izquierda Revolución Permanente.
“Entonces la prioridad inmediata, continúa, es oponerse a las requisas. Y luego extender el paro a los sectores que tienen menos tradición de lucha. ¡Y para eso es absolutamente necesario que la intersindical extienda las demandas al tema de los aumentos salariales! La jubilación está muy lejos, el tema de la gente es cómo llenar la heladera hoy, ¡no mañana!” agregó Adrien Cornet.
.@AdrienCornet1, CGT Total Grandpuits : « la force des travailleurs, c’est la grève, et quand elle se fait attaquer, il faut la défendre. C’est pour ça qu’avec le @ReseauGrevGe on a organisé une délégation à la raffinerie de Normandie face aux réquisitions » #ReformeDesRetaites pic.twitter.com/nqHUClI5yg
— Révolution Permanente (@RevPermanente) March 27, 2023
Su voz se vuelve más virulenta cuando toma el micrófono: “¡Tenemos que ir donde sea que ataquen la huelga! ¿Dónde están Martínez y Berger (NdeR dirigentes de las centrales sindicales CGT y la CFDT) cuando hay requisiciones?”. Los oradores tomarán la palabra para llamar a la Intersindical "a meterse en la dura" o para pronosticar la derrota del gobierno. Todos denuncian la violencia policial, en las manifestaciones del 23 de marzo, recordando que un trabajador ferroviario del sindicato SUD-Rail quedó ciego "tras el estallido de una granada", o este fin de semana durante la manifestación contra las megabasinas en Sainte-Soline (Deux- Sèvres).
“Apagaron el movimiento de los ’chalecos amarillos’ en parte así, quieren volver a hacer lo mismo, ¡fuera de duda que lo dejemos pasar!“, dijo un activista de SUD-Rail, antes de que Marc Bontemps llamara a “superar los cuatro, cinco millones de personas” en la calle durante la nueva jornada de movilización, el martes 28 de marzo: “¡Necesitamos un tsunami!”.