El pasado 8 de marzo Bachelet realizó un discurso refiriéndose a las temáticas de equidad de género que más han sido discutidas en estos dos últimos años, pero las promesas de la Nueva Mayoría son bastante insuficientes.
Miércoles 15 de marzo de 2017
El pasado 8 de marzo, la presidenta Michelle Bachelet (PS) presentó un discurso en la sede principal de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en conmemoración al del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, con el objetivo de dar cuenta los últimos avances y proyectos que aspira el ejecutivo en materia de equidad y género.
"Caminando hacia la inclusión", consigna el discurso presidencial que trata de responder de manera muy vaga a las tres demandas que hoy son sentidas por la mayoría de las mujeres del país, las cuales responden a una ley por la interrupción al embarazo; un programa en contra la violencia de género y fijar cuotas de paridad en organismos sindicales y partidos políticos.
Interrupción del embarazo
El derecho al aborto es una demanda que se instaló en Chile y que inclusive se aplicó durante un tiempo, pero tras la bota militar y las leyes perpetradas de la dictadura hicieron que este derecho fuera arrebatado hasta el día de hoy. Durante el año 2013, las calles se llenaron de miles exigiendo la despenalización del aborto junto con la demanda por el derecho de un aborto libre, seguro, gratuito y legal.
Para la Nueva Mayoría, el debate por el derecho al aborto provocó discusiones y quiebres en su interior por las alas más conservadoras, mientras que el proyecto fue congelado durante dos años en el parlamento, y recién a principios de este año, a regañadientes, la Nueva Mayoría aprobó el proyecto pero que aún descansa en el Congreso..
Cuotas de paridad y la falsa inclusión
"Es por eso que se consagrara, como aquí se ha recordado, la cuota de un tercio –no 30% todavía, un tercio, 33%- de mujeres en la composición de las directivas de los sindicatos base, federaciones y confederaciones, y de un 30% en el caso de las centrales." argumenta Bachelet dentro del discurso presidencial.
Y es que por si fuera poco, el rol de la mujer en la política tiene barreras materiales cuando se trata del doble rol de la mujer en el trabajo y del quehacer de las tareas domésticas, pero la propuesta de un 33% de composición en los organismos sindicales debería ser un porcentaje mínimo de participación y composición, considerando que se debe incentivar y no restringir este espacio a las mujeres trabajadoras.
En tanto, para los partidos políticos tradicionales y en formación, Bachelet plantea: "que los partidos por primera vez tienen la obligatoriedad de que el 40% de sus candidatos al Parlamento tienen que ser mujeres."
Respondiendo menudamente al cuestionado machismo que se presentan en las candidaturas parlamentarias, donde la cantidad de mujeres en el parlamento y en el congreso no ha avanzado más allá del 30% en 20 años.
SERNAMEG
El Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género fue promulgado un 8 de marzo del año 2015 con la frase de la Ministra Claudia Pascual (PC): "las mujeres no somos todas iguales y necesitamos ir ampliando nuestra mirada en las políticas públicas".
Hasta el día de hoy, el Ministerio no ha respondido rápidamente a los hechos de violencia y vulneración del derecho a la mujer, dejando a entrever la diferencia que hay para el Estado a las mujeres mapuche y también la cosificación hacia la mujer como lo fue con los empresarios de Asexma.
Es por esto que es urgente una Ley de Emergencia que garantice la creación de casas de acogida estatales, subsidios para hijos, oportunidades de empleos para las mujeres, ayuda profesional, entre otras medidas, que deben ser costeadas por medio del impuesto a las grandes empresas inmobiliarias. Se requieren medidas efectivas que realmente combatan la violencia de género y prevengan los femicidios; la Ley de Violencia Intrafamiliar del gobierno es completamente insuficiente y las 18 casas de acogida también.
