A pesar de los mimos gatunos. El empresariado español criticó a Milei por sus dichos contra el presidente Sánchez y su esposa

"Crueldad" es una palabra que se usa cada vez más para calificar al gobierno de Javier Milei. Es que el plan de ajuste que lleva adelante el gobierno de La Libertad Avanza, no distingue niños, ancianos, personas con discapacidad, ni con enfermedades graves.

Con este paquete de políticas a cuestas -que incluye avanzar en quita de derechos laborales, privatizaciones, entrega de bienes comunes naturales, y cero impuestos para las grandes empresas- el presidente buscó seducir a los capitalistas españoles, el pasado sábado en la embajada argentina en Madrid. Fue en el marco de un viaje que le costó a la Argentina un estimado de $450.000 dólares con dinero público, y que culminó con la participación de Milei en una cumbre de la extrema derecha Vox, una organización política filo-nazi que reivindica al dictador español Francisco Franco.

Luego de la reunión con empresarios, Javier Milei no pudo anunciar ninguna nueva inversión. Al parecer, por el momento, no es suficiente que el Gobierno haya autorizado al Banco Santander a repatriar dividendos por 247 millones de euros. Ni tampoco, la nueva política de desregulación estatal, de la que podrían tomar provecho Telefónica o Iberia.

En el encuentro estuvieron presentes autoridades de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), directivos de Santander, Telefónica, Abertis, BBVA, Día, Iberia, Naturgy, Mapfre, Ecoener, Rothschild & Co España, UNIR, AB Living y Consello Group.

Pocos días después, los mismos empresarios españoles con los que Milei desplegó sus encantos de gatito mimoso, le dieron la espalda a nivel mediático y lo criticaron fuertemente por sus dichos contra el presidente Pedro Sánchez y su esposa. No es que los empresarios europeos rechacen la "crueldad" del plan político de Milei, sino que necesitan que sus negocios sean bien resguardados por el Estado español, así que cierran filas con su mandatario.

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“Son declaraciones fuera de tono. No es el sitio, ni el lugar. No es lo que se pide a dos países amigos. España es el principal inversor europeo en Argentina”, lanzó Antonio Garamendi, presidente de CEOE, quien se fotografió junto a Javier Milei el pasado sábado. Y agregó: “no tiene absolutamente ningún sentido que se ataque” al presidente Pedro Sánchez. A su vez, calificó las opiniones de Milei como "radicalizadas".

El Banco Santander y el BBVA se hicieron eco de las reclaraciones de Garamendi. Como así también las empresas Naturgy, Iberia y otras.

Desde la empresa Telefónica, se rechazó "que se ataque a nuestro presidente del Gobierno y a su esposa". Y aclararon que tuvieron "la oportunidad de escuchar y compartir con el presidente Milei los planes de acción que se están llevando a cabo en Argentina y la situación actual de las inversiones en aquel país en un marco de trabajo absolutamente de índole técnica y económica". Como se ve, ningún rechazo al plan económico de Milei.

La empresa concesionaria Abertis, también hizo declaraciones en defensa del presidente del Estado español. "Este tipo de lenguaje e insultos no contribuyen a la convivencia de nuestras sociedades y en ningún caso deberían formar parte de la dialéctica política entre dos países hermanos, con una larga historia de colaboración y defensa de la Democracia". Más allá de las frases lindas, recordemos que en el Estado español aún existe una impunidad total ante los crímenes de lesahumanidad perpetrados por el régimen franquista, que es reivindicado por la extrema derecha de VOX aliada a Javier Milei.

UNIR, que tiene una filial en Argentina y negocios en la mayoría de los países latinoamericanos, justificó su presencia en el "encuentro empresarial con el presidente de la República Argentina", pero declaró: "Rechazamos que circunstancias a las que somos ajenos hayan derivado, con transgresión del principio de presunción de inocencia, en el cuestionamiento del entorno familiar del Presidente del Gobierno de España".

Esta nueva crisis diplomática que se abre tras los dichos de Javier Milei, llevó a que el Estado español retirara a su embajadora en Argentina. Aún así, como recordó Garamendi, el empresariado español lejos está de buscar romper relaciones económicas con un país, donde los capitalistas españoles son "el segundo inversor internacional" y "el primero europeo".

Para buscar una oposición verdadera a los planes de la extrema derecha, no hay que mirar al empresariado ni a los mandatarios del Estado español: sino a la juventud que, lejos de "volverse de derecha", rechazó fuertemente la cumbre de VOX y se expresa masivamente en favor del pueblo palestino, tanto en el Estado español, como en Francia, Estados Unidos y otras partes del mundo.

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