El Parlamento es sede de arreglines y cocinas; de artículos de leyes dictados por los empresarios; de las bancadas SQM, Corpesca, Penta. Es la aplanadora de quienes criticaron la retroexcavadora. En días de discusiones de importancia, Boric dio la pasada a la UDI, ¿cómo se explica?
Nicolás Miranda Comité de Redacción
Viernes 9 de septiembre de 2016
Otra vez la cocina del Senado
Mientras en la Comisión de Educación de Diputados se amenaza con dejar caer la reforma de la educación superior, y el Gobierno responde presto que presentará indicaciones, otra vez preparando el camino del fracaso intentando contentar a derecha e izquierda, en el Senado se activa la cocina.
Con el proyecto de ley desmunicipalización, que revisa su Comisión de Educación, con estos integrantes: Fulvio Rossi (PS), Jaime Quintana (PPD), Ignacio Walker (DC), Ena von Baer (UDI) y Andrés Allamand (RN). Fulvio Rossi, investigado en el caso SQM. Jaime Quintana que no pasa de ser el inventir de una frase. Ignacio Walker que defiende los intereses de los privados en la educación, junto con los otros dos de la derecha.
¿Y qué quiere la cocina? Echar abajo este proyecto de ley, ya suficientemente malo (por ejemplo, deja intacto el sistema de financiamiento, y las JJCC en la CONES se limitan a una mesa de diálogo infructuosa). Lo dicen en lenguaje parlamentario: se realizarán indicaciones, y lo que llegó del Ejecutivo y pasó por Diputados, saldrá diferente del Senado, en beneficio, agregamos nosotros, del mercado de la educación.
El escándalo de Diputados
Aprobadores de leyes para los empresarios, como recientemente en las calles cuestionaron los pescadores artesanales la “corrupta Ley Longueira”, no se contentan con eso.
La UDI, con su momio diputado Urrutia, propuso un homenaje a los escoltas muertos en el intento de ajusticiar a Pinochet el 7 de septiembre de 1986, en pleno desarrollo de las Protestas, con los trabajadores, los pobladores, los estudiantes y las organizaciones de izquierda masivamente movilizados haciendo temblar la dictadura de empresarios y milicos, la larga noche de su terror, su “hito fundacional” que reivindican hasta hoy. Lucha de explotados y oprimidos contra explotadores y opresores (otro tema es la estratégica y táctica que aquí no podemos discutir).
Para realizar el homenaje, requería la aprobación de los comités parlamentarios. Y el homenaje se realizó, así que la obtuvo, con la excepción del PC, aunque, después de darle la pasada, durante el mismo se ausentaran el PS y el PPD, además del PC, y que incluyó a diputados de la DC.
Aprobadores de leyes para los empresarios, y lugar para homenajear al dictador y sus guardianes.
Lo extraño, lo inaceptable, es la posición de Boric.
¿Cómo se explica la posición de Boric?
Con malicia, el presidente de Diputados PS Osvaldo Andrade, el esposo de la funcionaria de Gendarmería con pensiones de privilegio, entre otros elementos de su prontuario político, dijo que dicho homenaje fue posible por el diputado del Movimiento Autonomista Gabriel Boric.
¿Cómo se explica? Tamaño dardo tenia que se explicado. Y Boric salió a explicarlo. Pero como dice el refrán, “mejor no aclares que oscurece”, y se puso un salvavidas de plomo.
Unos salieron a decirle que era autoritario. Otros, días antes, que tenía un origen autoritario. Erran en el blanco, y se lo sacó fácil, “es una mezquindad respondió”.
Pero, más allá de aclarar que el homenaje lo deciden los jefes de los comités parlamentarios y que el solo tiene voz y no voto, ¿qué dijo esa voz? Prepárese.
En su Facebook hizo oír su voz: “señalé que en mi opinión sería una mezquindad negarle la posibilidad de realizar un minuto de silencio por 5 carabineros muertos”, y agregó que “cabros, los derechos humanos y el dolor de las familias por la muerte de un ser querido no tiene color ni militancia”.
¿Ni color ni militancia? En un momento de enfrentamiento de los oprimidos y explotados contra los opresores y explotadores, que después de tantos años, con las Protestas, amenazaban la dictadura, abriendo un camino de caída revolucionaria de la dictadura, distinto al de la “concertación” que legitimó la Constitución del ’80 y allanó el camino al Plebiscito del ’88 (¡y el del ’89!), en un momento así, sí hay color y hay militancia.
Pasa de contrabando así, la triste “teoría de los dos demonios”, tan útil a los represores y sus jefes los empresarios.
Pero no es solo eso. Es parte de los debates que se reabren hoy en la izquierda, es parte de las formulaciones de su nuevo referente político, junto a Revolución Democrática del diputado Giorgio Jackson, de Izquierda Libertaria, de Nueva Democracia de Cristian Cuevas, del Partid Humanista.
Entre estas formulaciones, otros de los referentes del Movimiento Autonomista, y en continuidad con Izquierda Autónoma de donde provienen, hay dos que permiten explicar estas aclaraciones de Boric.
Una, que no van más las divisiones entre “izquierda y derecha”. Hay muchas izquierdas sí, pero en general, y para este punto, al menos, debe admitir que las organizaciones de izquierda, son las únicas, incluyendo la suya, y con las diferencias entre cada una, que está en las calles, resiste y enfrenta la represión en la lucha contra las herencias de la dictadura, contra los privilegios de los empresarios y su casta de funcionarios y parlamentarios. Diluir esa frontera, no es diluir una historia, es diluir un presente. Y, estratégicamente, abrir acuerdos con cualquier fuerza, un “frente amplio” precisamente, como en Uruguay, versión “oriental” de la Concertación.
La otra formulación, es la del sujeto. En palabras de un referente de Nueva Democracia, pensar “lo inédito del sujeto”. En la misma línea, Boric en reciente entrevista hablaba que “negar la contradicción existente entre capital y trabajo, es absurdo pero hoy es mucho más visible la contradicción entre mercado y democracia”, sujetos “amplios” para luchas antineoliberales.
Para nosotros, el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR), la lucha por una izquierda, un partido, revolucionario de la clase trabajadora, sigue siendo la tarea histórica, y parte del debate entre todas las organizaciones de izquierda en este momento, parte del debate abierto. Mientras, las declaraciones, como las de Boric cuando habla incluso del “socialismo” en alguna ocasión, necesitan contrastarse con la prueba de la realidad.