Entrevista. "El fruto de la memoria", un registro de los estragos de la dictadura civico-militar en Escobar

Desde La Izquierda Diario charlamos con Diego sobre los centros clandestinos de detención en manos de las empresas cómplices del Estado Argentino, la responsabilidad de las fuerzas represivas y los empresarios, la relación que se fue dando con los familiares. El libro saldrá en los próximos meses de este año.

Diego, contanos sobre tu libro. ¿Cómo pensaste este trabajo y qué datos pudiste recopilar en el mismo sobre los desaparecidos que luchaban por un mundo nuevo?

El título del libro será “El Fruto De La Memoria”, este trabajo lo pensé porque en Escobar muy pocas personas se animaron a escribir sobre el tema y había poca info, los datos que pude recopilar son de entrevistas, habeas corpus y militancia social.

Es un gran trabajo de investigación el que tenés hecho, este libro te llevo bastante tiempo. ¿Qué fue lo que te motivó a pensar en hacer esta investigación?

Un amigo Luis “Lucho” Rodríguez en octubre del 96 me prestó el “Nunca Más”, yo no sabía lo que había pasado en los 70, mí familia sabía poco. Ese libro, el cual no pude terminar por los malos tratos propiciados por los genocidas, fue lo que me movilizó. El 7 de junio del 1997, voy a la Biblioteca Rivadavia (Edilfredo Ameghino 528) de Escobar y el bibliotecario Jorge “Teo” Bonfanti me dijo que hay un libro de una sobreviviente; Blanca Buda “Cuerpo I Zona IV”. Me paso el teléfono de ella y en ese momento conocí su voz dulce. Fue mi amiga hasta que falleció el 9 de noviembre del 2007, la llamaba mi abuela postiza.

Entiendo que mantenés relación con algunos familiares de desaparecidos de la zona. ¿Qué te respondían cuando les decías que estás haciendo este trabajo? Afloran los recuerdos imagino.

Si, algunos se ponían contentos como Olga Martínez, la única Madre de Plaza de Mayo de Escobar. Eva Kock, se puso a llorar cuando le hice la última pregunta sobre su padre, "te dejan tan mal que no podes pensar en nada, te arruina la vida para siempre", me respondió.

Oscar Tomanelli, Alicia Pagliarani, Mariano, Martin, Sebastián García, María Luisa Boca, Juan Pablo Vergara, Blanca Alegre, Enrique Fraczek, Ana Fraczek, David Magnarelli, Federico Wenner, Liliana Magnarelli, Carlos Iván Salas, Nidia Ferro, Carmen Metrovich y otros familiares. Tengo datos de 89 detenidos/desaparecidos, cuando empecé apenas pudieron darme algunos datos en el municipio, con esa copia empecé a recorrer los organismos de derechos humanos y pude armar este trabajo.

¿Qué zona abarca tu labor de estudio, en donde pudiste encontrar información? Ya que muchos de estos datos están en manos del Estado y hay un acceso limitado a esos archivos. No los abren a pesar de estar democracia, donde se repiten algunos nombres del ayer, incluso muchos de los que formaron parte de las fuerzas armadas hoy día siguen en actividad.

Abarque la zona IV, eras así como le decían a Escobar e Ingeniero Maschwitz, fui a organismos de derechos humanos de Capital Federal como el SERPAJ, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Cels y Asociación Madres de Plaza de Mayo donde me daban listados de desaparecidos de Escobar y Habeas Corpus.
Sí, muchos milicos están sueltos acá. Tenemos a Luis Abelardo Patti con el beneficio de cárcel domiciliaria, un privilegio que les dieron los gobiernos que sucedieron este periodo. Varios de esos milicos y empresarios siguen con total impunidad, a pesar de la Ley de Obediencia Debida, que no llegó hasta el final con todos los responsables cívicos y militares. Participé del escrache a Patti, exigiendo cárcel común, cuando el juez lo mandó a su casa en Aranjuez, se hizo un acto en la plaza en repudio y marchamos hasta el barrio .

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¿Qué periodo abarcaste? ya que los desaparecidos sabemos no solo fueron en la dictadura, también antes, a la vuelta de Perón y la formación del grupo paramilitar Triple A, dirigido por López Rega mano derecha del general.

Hay muchos asesinados en la época de Perón, él ya tenía 78 años era muy viejo, y estaba enfermo, pero eso no lo detuvo para poner en pie la AAA con el “Brujo” López Rega, que era dueño de la vida y muerte de sus opositores. Armó la Alianza Anticomunista Argentina en el 73 con Alberto Villar, Rodolfo Almirón, Juan Ramón Morales, Paino, Vicente Massot, Ranieri, Jorge Osinde, Rovira, Villone, hasta el 76.

Además el “Brujo” tenía contacto con personas de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) como Lorenzo Miguel, Jose Ignacio Rucci, quienes pasaban las listas de los trabajadores a los que entregaron.

¿Qué conclusiones sacas de por que se llevó adelante esta dictadura y tan brutal exterminio de la clase obrera?

El terrorismo de Estado comenzó en el 70 y siguió hasta el 24 de marzo de 1976, donde con el Plan Cóndor, se llevó una represión ilegal, violencia indiscrimada, tortura, desaparición de gente, violaciones, brutal violencia a la clase obrera. Acá en la Ford, funcionó un centro clandestino de detención en aquellos años.

En la Ford de General Pacheco, Tigre, además de la fábrica Astilleros Astarsa-Tigre donde también se llevaron personas, también Cormasa de General Pacheco-Tigre, y Siderca de Campana. Además de docentes, niños, periodistas, estudiantes, abogados, empleados, profesionales, amas de casa, religiosos, fuerzas de seguridad, recién se terminó en 1983 con la vuelta a la democracia de Alfonsín.

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¿Qué sentiste cuando te enteraste de la nueva desaparición de julio López en esta democracia y como el Estado no hace nada para esclarecer el hecho?

El Estado fue y es cómplice de la desaparición de Jorge Julio López, lo desaparecieron dos veces, la policía ha olvidado ese tema, y no es un muerto para llevarle flores.

¿Tenés pensado algo como continuidad?

Tengo pensado un libro de Sobrevivientes de los 70 como Marta Querejeta, Hugo R. Parsons, Lidia Biscarte, Rodolfo Amarilla, Alberto Bugatto, Valerio Salvador Ubiedo, Aida Holtz, Luis Angel Gerez, Mario Segovia, “El Gato” (militante social del 2002), Alberto Calvo y Miguel Angel Delfini, y el nombre del libro “El Corazón Aún Late”, tengo reportajes a obreros de Gestamp, Clarín y la lucha de pueblos originarios.

¿Qué te parece la reconciliación que se viene llevando adelante por parte del Estado con las fuerzas represivas? Todo un gesto el de bajar el cuadro en la ESMA de Videla para poner otro milico.

El Estado siempre fue cómplice de la policía, la gendarmería, la prefectura, las patronales. En la CORREPI (Coordinadora Contra La Represión Policial e Institucional) denuncian que desde 1983 hasta el 2022, hubo 8.200 asesinatos y desapariciones. Y Sergio Berni es el jefe de Policía de la Provincia de Buenos Aires, y Gabriel Oscar Berard, el jefe de Policía de la Ciudad Autónoma de Bs. As.
Cuando Kirchner hizo la nulidad de la ley de “Obediencia Debida y el Punto Final” en el 2003 sentí mucha alegría aunque no sea peronista y cuando el militar Bendini bajó los cuadros de Videla y Bignone en el Colegio Militar del Palomar, me puse a llorar como chico de 5 años, los genocidas tienen un sitio en la cárcel.

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En el libro tenés registros de los hijos de los desaparecidos, hace poco hubo un nuevo hallazgo.

Tengo algunos registros de hijos de desaparecidos; Jimena y María Angélica Morales Miy (de Salta), Carmen y Victorino Nada (Ramallo), Gastón y Manuel Gonçalvez, David Magnarelli, Juan Manuel Aguirre (Santa Fe).

¿Qué expectativas tenés con este material? ¿A quién está dirigido?

La expectativa que tengo del libro es que esté en los colegios, bibliotecas y también para mí es un logro poder haberlo escrito y recopilado este material que es un patrimonio para que la memoria no se borre.

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