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Red Internacional
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Chile. El futuro gobierno de Piñera y las discusiones en Nueva Mayoría y el Frente Amplio

El triunfo de Piñera tiene a la derecha envalentonada, proyectándose, antes de asumir, para dos períodos de gobierno seguidos, y a la Nueva Mayoría y al Frente Amplio discutiendo cuestiones menores.

Viernes 5 de enero de 2018 00:47

Piñera y la derecha vienen dando señales que empiezan a definir un rumbo que aún no aclaran.

En su sector, unos quieren al Piñera de la primera vuelta, más centrado en el crecimiento económico; otros, al de la segunda vuelta más centrado en la “derecha social”, y aquí, para unos, se trata de asegurar la prometida gratuidad en Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica, y para otros en poner al centro el Ministerio de Desarrollo Social, dando cuenta del malestar que continúa recorriendo Chile.

Mientras tanto, Piñera habla con Trump, no casualmente, cuando se anuncia un viaje de Bachelet a Cuba para la despedida del gobierno de Raúl Castro, buscando trazar una división derecha-izquierda clara.

Agregan rumores sobre rebaja de impuestos a las empresas; mayores límites a la limitada reforma laboral mediante resoluciones administrativas (por ejemplo para reponer los “grupos negociadores”); corregir la reforma educacional, en especial el capítulo sobre el co-pago y la gratuidad. Además, han pedido que ni siquiera se traten, en este último tramo del Gobierno de Bachelet, los proyectos de reforma de pensiones y nueva Constitución.

Todas discusiones que han agitado el ambiente político y social en los últimos años. Aunque más que contra-ataques, buscarían desplazar los ejes de la discusión, de estos temas, al crecimiento económico, el empleo y una respuesta a urgencias sociales mediante el Ministerio de Desarrollo Social.

Nada será fácil en un parlamento "balcanizado". La Comisión de Derechos Humanos de diputados acaba de aprobar discutir la ley de identidad de género, con el voto a favor de Felipe Kast de la derecha, y el voto en contra de Jorge Sabag de la Democracia Cristiana en (por el momento) la Nueva Mayoría.

Un escenario que da cuenta de la complejidad que deberá enfrentar el Gobierno de Piñera. Políticamente, ¿cuán a la derecha puede ubicarse? Parlamentariamente, ¿qué negociación permanente estará obligado a hacer? Más a largo plazo, ¿podrá la derecha proyectarse más allá de este segundo gobierno de Piñera, es decir, podrán arrebatar la capacidad de imponer la agenda política nacional a sectores de la clase trabajadora, el movimiento estudiantil, el movimiento de mujeres, de la diversidad sexual, del resto del pueblo?

Y en este escenario, en la Nueva Mayoría y en el Frente Amplio se desarrolla una discusión que parece alejada de la magnitud de los problemas que están planteados en la nueva situación.

La Nueva Mayoría discute dos cuestiones principalmente. Una, su continuidad. La otra, la posibilidad de alianzas con el Frente Amplio. Por su parte el Frente Amplio, aunque no fue derrotado, parece discutir como si la derrota de la Nueva Mayoría y su candidato Guillier fuera propia. También es toda una “señal”.

Es así que en la nueva Mayoría, se vienen cambios. Ya renunció a la presidencia de la DC Carolina Goic siendo reemplazada por Myriam Verdugo, desafiada por el sector conservador del “progresismo con progreso” de Mariana Aylwin y otros, que desconoció a su Tribunal Supremo para pronunciarse sobre su llamado a no votar por Guillier. Está próxima la renuncia del presidente del PPD. Ambos discuten si se puede continuar la Nueva Mayoría y si debe integrar al PC. El PC por su parte, aún con estos planteamientos, discute mantener una alianza que vaya de la DC al Frente Amplio detrás de un “pacto programático”. El PS, con la figura de Fernando Atria se propone también como puente para este fin.

Si bien es una discusión importante, si la Nueva Mayoría podrá continuar o no, está por fuera de las discusiones en la derecha y el Gobierno de Piñera.

En el Frente Amplio, discuten como si fueran parte de la derrota de Guillier y la Nueva Mayoría. Estarían teniendo reuniones con el oficialismo con vistas al próximo Gobierno viendo niveles de alianza o articulación. Aunque ahora una de sus principales figuras, el alcalde de Valparaíso Jorge Sharp y militante del Movimiento Autonomista del diputado Boric, le pone límites a esto, diciendo que están por superar el neoliberalismo, durante la campaña fue uno de los más fervientes defensores de llamar a votar por Guillier abiertamente y de preparar alianzas parlamentarias con el actual oficialismo.

Otra de sus figuras, Pamela Jiles, diputada por cupo del Partido Humanista, aunque no fue la única, instaló como la discusión del momento acceder a la presidencia de la Cámara de Diputados. También lejos de las “señales” que ya está dando la derecha. Y el único senador del nuevo conglomerado, se integró al comité del PS en la Cámara Alta.

¿Se puede “superar” el neoliberalismo, de la mano de alianzas o acuerdos con la Nueva Mayoría, o asumiéndose parte de la discusión sobre su derrota? También es una fuerte “señal” del Frente Amplio. ¿Qué puede esperarse con todo esto de los anuncios de retomar la lucha estudiantil, donde tienen mayoría en el CONFECH; qué del próximo congreso de NO+AFP; qué de los nuevos ataques al movimiento sindical?

Por el contrario, luchar por la unidad de la clase trabajadora, los estudiantes, la juventud y las mujeres oprimidas, es parte de las tareas de un partido revolucionario y anti-capitalista de la clase trabajadora, que se prepare para el próximo Gobierno de Piñera y una derecha envalentonada.