Presentamos el manifiesto de la Agrupación Juvenil Anticapitalista, él cual fue discutido entre decenas de jóvenes el pasado 4 de septiembre.
Agrupación Juvenil Anticapitalista @AgJuvAnticapMx
Miércoles 8 de septiembre de 2021
Manifiesto de la Agrupación Juvenil Anticapitalista
Agosto del 2021
Alrededor del mundo, una generación entera de jóvenes estamos pagando los platos rotos de una crisis económica y social; una crisis que comenzó en el 2008, que aumentó la desigualdad, y que se hizo más profunda a partir de la pandemia del Covid 19.
Los capitalistas y sus gobiernos quieren que nos resignemos a una vida precaria, sumida en la violencia, sin derechos básicos y en un planeta destruido, pero nosotres nos negamos a seguir aceptando esta realidad, por ello queremos construir una potente organización para luchar por un presente y futuro distintos, y conquistar una vida que merezca ser vivida.
Un periodo convulso a nivel internacional
Recientemente, hemos visto un nuevo periodo de lucha de clases. En algunos países como Francia, Estados Unidos, Colombia o Chile surgieron revueltas populares, impulsadas en gran medida por la juventud que se ha puesto al frente de masivas y combativas movilizaciones.
En nuestro continente, Colombia y Chile —dos países emblemas del modelo neoliberal alineados a Estados Unidos— han atravesado grandes procesos de lucha. En Chile, al grito de “no son 30 pesos, son 30 años”, jóvenes secundarios, iniciaron una gigantesca rebelión a la que se sumaron trabajadores de sectores estratégicos como portuarios, mineros y distintos sindicatos en todo país, un estallido que dejó claro el rechazo a continuar con el modelo neoliberal con pensiones de miseria, educación privada y trabajos precarios. En Colombia, la resistencia a un plan fiscal que buscaba hacer pagar la crisis a las mayorías trabajadoras, generó una gigantesca revuelta popular.
Los y las jóvenes también hemos sido protagonistas de importantes revueltas y luchas en decenas de países: como el movimiento Black Lives Matters en Estados Unidos contra la violencia policial y racial, la lucha contra el papel genocida de la iglesia en Canadá y grandes protestas en contra de los golpes a nuestras condiciones de vida en países como Francia, Ecuador, Bolivia, entre otros.
El México de la 4T, expectativas y desilusiones
Durante la pandemia, “la nueva normalidad” ha sido la estrategia bajo la cual empresarios como Carlos Slim, Claudio X. González, Ricardo Salinas Pliego, trasnacionales y bancos han logrado reactivar la economía, con la complicidad del gobierno de AMLO, quien ha otorgado todas las facilidades para seguir preservando sus ganancias a costa de nuestras vidas y las de nuestras familias; y que en el primer periodo de la pandemia permitió que millones de despidos se impusieran.
El voto de la juventud y las mujeres fue uno de los pilares sobre los que Morena logró su victoria electoral en 2018. Tres años más tarde, los resultados de las elecciones de 2021 mostraron que el apoyo de dichos sectores hacia la 4T disminuyó significativamente. En unas elecciones muy polarizadas, donde la derecha intentó capitalizar el descontento hacia Morena con un discurso demagógico y cínico, tampoco logró captar el voto de la juventud. En este marco, algunos jóvenes decidimos anular el voto o abstenernos en tanto que ninguna de las opciones representa nuestros intereses.
Este escenario, confirma que la 4T de AMLO no ha sido capaz de resolver las grandes aspiraciones democráticas, políticas y económicas que millones depositaron en esta “transformación”, y que a pesar de su retórica progresista, sostiene los intereses de los capitalistas y aplica sus planes.
Está claro que los partidos e instituciones al servicio de los empresarios no nos representan. Es momento de construir una alternativa política propia que realmente vele por nuestros intereses, los de las grandes mayorías populares y trabajadoras y que busque romper de raíz con el capitalismo que enriquece a unos cuantos a costa de la miseria de millones.
Por la defensa de la educación pública y gratuita
La educación universal fue también una de las promesas de campaña de AMLO, y a contramano de ello lo que hemos visto en el último periodo es una enorme deserción escolar por la imposición de las clases en línea, mientras continúa la precarización laboral docente. Previo a la pandemia, 11 universidades públicas quedaron en quiebra las cuales el gobierno se ha negado a salvar. Las Universidades del Bienestar mostraron no solo ser insuficientes sino ser un proyecto para que la educación siga al servicio de los intereses empresariales y no en favor de la educación de jóvenes.
Dicha situación ha tenido respuesta por parte de la juventud. En distintas universidades estatales, estudiantes se organizaron contra la imposición del aumento de cuotas que eran impagables, por ejemplo, a fines de 2020, un movimiento estudiantil en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) en Chihuahua. A inicios del 2021 emergió el movimiento #UNAMNoPaga, que denunciaba la falta de pagos y la precarización laboral docente, algo que ocurre también en otras universidades públicas; la solidaridad del estudiantado fue enorme con paros y asambleas en decenas de escuelas, solidaridad que ya se había expresado en la sede Cuauhtémoc de las UBBJ contra los despidos. Hoy el magisterio junto a madres y padres de familia, pelean por tener un regreso a clases seguro con vacunación de toda la comunidad junto a otras exigencias básicas; mientras que los normalistas continúan enfrentando la represión del Estado.
Por ello, creemos importante el impulso de un movimiento en defensa de la educación, con la articulación de todos quienes integran el sector educativo, y que a distintos niveles vienen enfrentando los ataques al mismo.
Un movimiento para que nadie quede fuera, peleamos por el derecho irrestricto a la educación pública y gratuita. Para ello se hace urgente la construcción de nuevos planteles universitarios con condiciones laborales dignas para los docentes, de ahí que luchamos por un aumento presupuestal para que corresponda al menos al 10% del PIB.
Esto sería posible si cuestionamos las ganancias capitalistas, este presupuesto puede ser real si imponemos fuertes impuestos progresivos a las grandes fortunas, a las ganancias de las grandes empresas y los bancos que se llevan toda la riqueza que producimos los trabajadores y que se han enriquecido de la educación virtual; también si dejáramos de pagar la fraudulenta deuda externa, mecanismo por el cual se mantiene sometido al país pagando intereses sobre intereses que nunca se acaban.
Un movimiento que denuncie la política criminal del gobierno federal y la SEP del regreso a clases presenciales, con el doble discurso de preocuparse ahora por la formación y la salud mental de adolescentes y niñes, algo que no les importó durante toda la pandemia pues impusieron las clases en línea obviando las enormes desigualdades tecnológicas; de ahí que nos pronunciamos por un regreso a las aulas verdaderamente seguro, con toda la población vacunada, en todos los niveles educativos. A la par de luchar por mejores condiciones estructurales en las escuelas, con infraestructura y servicios acorde a las necesidades de las poblaciones educativas.
La lucha por una verdadera educación pública y gratuita nos plantea pelear por la democratización de nuestras escuelas, en las que seamos estudiantes, docentes y trabajadores, quienes decidamos todo al interior de nuestros centros de estudio, desde el uso del presupuesto, hasta el contenido curricular de los planes de estudios, para poner realmente la educación al servicio del pueblo trabajador, y no de los intereses de las empresas privadas y organismos internacionales como el FMI y el BM. Para esto, creemos necesaria la unidad de todos los sectores educativos en todos los niveles, por ello nos organizamos e impulsamos esta política con compañeres de sindicatos universitarios y magisterio.
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Trabajos dignos para la juventud
Las condiciones laborales para la juventud son cada vez peores. Los empleos a los que nos destinan son precarios, sin estabilidad, ni contratos y con bajos salarios, mientras el outsourcing se mantiene por la vía de su regulación. Los programas sociales como “jóvenes construyendo el futuro”, pilar de la política progresista del gobierno, en realidad muestran dicho esquema de precarización, mientras que el aumento salarial queda en nada ante la enorme carestía de la vida y se mantiene el trabajo por outsourcing.
Luchas como la huelga del Sindicato de Notimex que lleva más de un año y medio, demuestran que al gobierno no le interesa realmente defender los derechos de los trabajadores más allá del discurso que sostiene; si tiene que elegir entre funcionarios corruptos o patronales explotadoras y la clase trabajadora, elegirá a los primeros sin dudarlo.
Construyamos una juventud en apoyo a las luchas de las y los trabajadores, pues cada lucha que triunfa pone en mejores condiciones al conjunto de nuestra clase. Para ello es necesario recuperar los sindicatos de las manos de la burocracia sindical, para que sean verdaderas herramientas de lucha; así como romper la brecha entre sindicalizados y precarios, unificándolos en la misma organización.
Es necesario luchar entonces contra la precarización laboral, prohibir efectivamente el outsourcing y conquistar derechos laborales plenos: jubilación, salud pública, créditos de vivienda accesibles, un salario acorde a la canasta básica. En otras palabras, imponer al empresariado y al gobierno que las prioridades cambien, pues nuestras vidas valen más que sus ganancias.
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Por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y contra la violencia patriarcal
En los últimos años, millones de mujeres nos hemos movilizado en todo el país, haciendo eco del movimiento de mujeres a nivel internacional: peleando por nuestro derecho a decidir y contra la violencia.
Mientras tanto la derecha, la iglesia y los empresarios han hecho todo lo posible para impedir el avance de nuestros derechos, como la Educación Sexual Integral, el derecho al aborto o al matrimonio igualitario. Por su parte, el gobierno de AMLO ha tejido alianzas con sectores derechistas, como el PES o localmente con el Frente Nacional por la Familia. Las despenalizaciones del aborto recientemente aprobadas tienen límites en tanto que no se garantiza que el aborto sea practicado de forma segura, gratuita y libre, sumado a que continúa penalizado en el resto del país.
De ahí que se hace vital una campaña nacional por el derecho a decidir, para garantizar educación sexual integral no heteronormada ni sexista y acceso a la salud reproductiva, para lo cual es necesario conquistar un aumento al presupuesto en salud y educación. Para garantizar el derecho al aborto legal, seguro, libre y gratuito en todo el país, para todas las mujeres y personas gestantes, garantizado en todas las clínicas y hospitales por el Estado. Esta lucha debe estar vinculada a la exigencia de plenos derechos para la comunidad LGBT+.
Ante el aumento de feminicidios, transfeminicidios y crímenes de odio contra la comunidad LGBT+ proponemos un Plan integral contra la violencia que contemple medidas preventivas ante la violencia. Abonar a mejorar las condiciones estructurales de las mujeres y diversidad sexual, con trabajos dignos, que cuenten con salarios acorde a la canasta básica, cupo laboral trans, entre otras medidas, para combatir la vulnerabilidad de estos sectores. Vinculado a la construcción de comisiones de género en escuelas y centros de trabajo, independientes a las autoridades y las patronales; donde se problematice cómo dar salida a la opresión que vivimos en dichos espacios, así como exigir comedores, guarderías y lavanderías financiadas por los patrones y el Estado, para que las mujeres no carguemos con la obligación del trabajo doméstico.
El capitalismo se apropia de las opresiones de género, raza, etnia y orientación e identidad sexual para profundizar nuestra explotación y la división de la clase trabajadora; de ahí que consideramos que la lucha por nuestros derechos y contra la opresión debe estar vinculada a acabar de raíz con este sistema capitalista patriarcal. Por ello, nuestra lucha, junto a Pan y Rosas, es anticapitalista, socialista y revolucionaria.
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El capitalismo destruye el planeta, destruyamos el capitalismo
La juventud se ha levantado en el mundo contra la devastación ambiental y el calentamiento global. El capitalismo está dispuesto a dejarnos sin planeta con tal de cuidar sus ganancias, con un modo de explotación salvaje sobre los recursos naturales.
La 4T ha dado continuidad a megaproyectos que atentan contra pueblos indígenas y originarios, zonas naturales protegidas, arrasando regiones completas de selva y bosque. En los primeros tres años de gobierno han asesinado a 68 defensores del territorio y de los derechos humanos, así como ataques a los pueblos y comunidades que luchan contra el despojo, mostrando que los gobiernos y los capitalistas imponen sus proyectos a través de la fuerza y la represión.
No hay planeta B. La catástrofe ambiental muestra que este sistema es insostenible. Desde la AJA luchamos por un mundo en el que la prioridad no sea la ganancia capitalista, apostando a que la producción planificada esté al servicio de las mayorías. Un proyecto que realmente enfrente esta situación será posible en tanto que tenga una perspectiva comunista que construya una relación armónica entre la humanidad y la naturaleza, donde la ciencia y la tecnología se pongan al servicio del desarrollo social y no de la ganancia de un puñado de millonarios. Los trabajadores movemos el mundo, y ello nos da el potencial también de transformarlo poniendo la producción al servicio de las grandes mayorías.
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Paremos la militarización y luchemos por la legalización de las drogas
La militarización iniciada en 2006 con el gobierno de Felipe Calderón, trajo cientos de miles de muertos y desaparecidos y un aumento brutal de la violencia feminicida. Bajo el gobierno de AMLO la militarización se extendió y profundizó con la Guardia Nacional, que en 2018 se estrenó reprimiendo las caravanas de migrantes centroamericanos que llegaban a México huyendo de la violencia y el hambre.
La militarización ha sido justificada con la “guerra contra el narco” ha mostrado estar lejos de desmantelar a los grandes capos y por el contrario ha tenido como una de sus consecuencias la criminalización de la juventud, así como el reforzamiento del aparato represivo del Estado. Por ello, desde la AJA, luchamos por la desmilitarización del país, y que los recursos implementados en la Guardia Nacional -que debe disolverse- se destinen a salud, educación y cultura.
Pese a las promesas de legalizar la mariguana por parte del gobierno, lo cierto es que la regulación del uso lúdico de la mariguana, en los términos propuestos por aquel, permitirá que nuevamente los capitalistas sean quienes se beneficien de ella y no los usuarios, mientras cientos de jóvenes están presos por posesión y la policía sigue persiguiendo a la juventud que consume. Frente a esto, peleamos por una verdadera legalización de las drogas.
La prohibición de las drogas solo beneficia al narcotráfico —que actúa en relación con el Estado y sus instituciones de seguridad—. Consideramos que el uso de drogas no debe ser tratado como un tema de seguridad, sino de salud pública, con programas para consumidores en riesgo que no partan de la criminalización de los mismos. Esto vinculado la estatización de esta industria, poniéndola a funcionar bajo el control de sus trabajadores y consumidores, para expropiar las fortunas de los capos de la droga.
Por acceso a la cultura y espacios de recreación
En el capitalismo, también nos arrebatan el acceso al arte y a la cultura y el derecho a la recreación, siendo estos de acceso únicamente para unos cuantos que lo pueden costear. En la Agrupación Juvenil Anticapitalista, nos organizamos por el derecho al arte y la cultura, a la par de exigir el reconocimiento laboral de los trabajadores del arte y contra la precarización de este gremio para el cual, exigimos mayor presupuesto.
Junto a compañeres de la Batucada Combativa bregamos por apoyar a través del arte a los conflictos obreros y populares; consideramos que hay que conquistar la libertad del arte para la revolución y la revolución para la libertad del arte.
Contra la norma de la competencia individual, la enajenación del trabajo y los enormes niveles de violencia que impone el capitalismo; el arte, la recreación y el disfrute por la vida, son elementos fundamentales en nuestra lucha por una sociedad radicalmente distinta.
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Prepararnos para vencer
El capitalismo no tiene nada que ofrecernos. Nos han querido convencer de que no se puede hacer nada, de que hay que agachar la cabeza y aspirar a la miseria de lo posible en el marco de este sistema, pero nosotros no nos resignamos.
Como lo mostró la pandemia, las y los trabajadores mueven el mundo, y esa posición estratégica dentro del capitalismo le dota la posibilidad de transformarlo todo, de ahí que es vital que unifiquemos nuestras fuerzas con la clase trabajadora. Además de unir las luchas actuales. Para esto es clave combatir la división que impone este sistema al interior de la clase trabajadora; así como mostrar la potencialidad de la alianza con otros sectores agraviados en este mundo como los indígenas, mujeres, LGBT+, etc.
La lucha de clases tendrá nuevos episodios, y es importante preguntarnos ¿de qué lado estará la juventud? Por ello abonamos a la conformación de una juventud combativa que, aprendiendo de la historia de la lucha de clases y de los grandes revolucionarios, aporte a la construcción de un partido revolucionario que en México pelee por un gobierno de los trabajadores, los campesinos pobres y el pueblo, basado en la expropiación de los expropiadores, como parte de la lucha por la transformación radical del mundo.
Quienes suscribimos este manifiesto, creemos que es posible conquistar un mundo distinto, sin opresión ni explotación, y por ello nos organizamos bajo una perspectiva anticapitalista, socialista y revolucionaria, con la clase trabajadora al frente.
Te invitamos a conocernos y a organizarte con nosotres, para luchar por una vida que merezca la pena ser vivida.
La Agrupación Juvenil Anticapitalista la integramos militantes del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas (MTS) y compañeres independientes.