El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quiere que la Cumbre de la OTAN, que se celebrará en Madrid este mes de junio, incluya posibles intervenciones imperialistas en el norte de África para controlar la inmigración.
Jueves 9 de junio de 2022
Adelantar por la derecha a Vox en materia de inmigración no es fácil. Sin embargo, nuevamente el gobierno “más progresista de la historia” lo ha vuelto a hacer.
Ocurrió hace ahora un año con el envío del Ejército a Ceuta para combatir la llegada desesperada de jóvenes marroquís. Lo volvió a hacer el verano pasado cuando encerró a cientos de menores en naves industriales de este enclave colonial y procedió a su devolución en caliente. Ahora pretende superarse a sí mismo en la próxima cumbre de la Alianza Atlántica.
La reunión prevista para los próximos 29 y 30 de junio será una de las más importantes desde la fundación de la OTAN en 1947. En ella se pretende aprobar el nuevo “Concepto Estratégico” que regirá los planes políticos y militares para la próxima década.
Entre los principales puntos de esta hoja de ruta del imperialismo europeo y norteamericano están los planes de rearme, la incorporación de Finlandia y Suecia y el mayor enfrentamiento con Rusia y China.
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El gobierno español pretende que además se incorpore un punto más que implique situar el norte de África como un área de especial interés para la Alianza. Un trato similar al que ya recibe el este de Europa por su carácter fronterizo con Rusia.
Las amenazas que vendrían desde el Sur tienen relación con los nuevos choques geopolíticos - dada la mayor influencia rusa en varios países de la región - y la siempre presente excusa del terrorismo para justificar injerencias e intervenciones imperialistas.
A estas razones nada “originales” se suma ahora abiertamente la necesidad de defenderse, militarmente si es necesario, de las consecuencias de las hambrunas que pueda padecer el continente - y que muchos organismos internacionales auguran que serán las peores en un siglo - y los movimientos migratorios.
Se presenta la inmigración irregular como un posible herramienta desestabilizadora o un arma de la “guerra híbrida” - al mismo nivel que los ataques informáticos - que puedan llevar adelante Estados hostiles o Estados fallidos de la región.
La petición española pretende tener un efecto disciplinador entre los gobiernos de los países norteafricanos: si no hacen bien su trabajo de gendarmes de la frontera sur de la UE podrían ser considerados como enemigos que están atacando a un país de la Alianza. Una acción hostil de este tipo permitiría la aplicación de su artículo 5, por el que ese ataque sería considerado como un ataque a todos sus miembros y justificaría una intervención militar de la OTAN.
Las fronteras marroquíes, argelinas, tunecinas, libias, egipcias, mauritanas… deben convertirse en muros infranqueables para que sus ciudadanos no puedan salir de su propio país. Lo que el imperialismo exige a los Estados semicoloniales es abiertamente la vulneración sistemática de la carta de Derechos Humanos. En su artículo 13 se lee lo siguiente: “Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”.
Si no cumplen con rectitud con el mandato, la amenaza de una intervención, un cambio de gobierno o de régimen por otro más obediente o eficaz, estará sobre la mesa.
El imperialismo norteamericano, europeo y español, a la vez que hace extenderse la miseria y hambrunas con sus guerras, sanciones y el expolio sistemático de recursos por parte de sus multinacionales, diseña planes militares para contener los movimientos migratorios por él generados a golpe de violaciones sistemáticas de derechos humanos.
Las perspectivas que preparan para los próximos años amenazan con multiplicar los miles de muertos ya generados en el Mediterráneo - más de 20 mil en las últimas 2 décadas - y el Atlántico - un millar solo en 2021 en la ruta canaria -.
El PSOE no solo es parte de esta política criminal, sino que está a la vanguardia europea para su aplicación. Unidas Podemos, desde el Consejo de ministros y ministras, la acata totalmente. El progresismo imperialista muestra con su política Exterior abiertamente al servicio de quien gobierna.
El domingo 26 de junio en Madrid se celebrará una manifestación contra la cumbre. Las fuerzas que integran Unidas Podemos, en particular el PCE, pretenden lavarse la cara participando de ella. Ese día tendremos que ser miles en las calles para denunciar y combatir la agenda que los países de la OTAN pretenden aprobar, y decirles a los ministros de la OTAN que no son bienvenidos.
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