Se realizó la primera reunión por la Paritaria 2017 entre representantes del los distintos sindicatos de trabajadores estatales y funcionarios del gobierno. No hubo acuerdo.
Miércoles 22 de marzo de 2017 18:54
En día de ayer a las 17 hs. en la sede del Ministerio de la Producción, se concretó la esperada primera reunión entre los delegados de los sindicatos provinciales estatales y los Ministros de Trabajo, Jorge Cabana Fusz, de Gobierno, Agustín Perassi y el Secretario de Gobierno, Luciano Rivas. Participaron representantes de los gremios que conforman el Frente Amplio Gremial (FAG) y el sindicato de municipales (SEOM).
El FAG realizó el pedido concreto de una recomposición del 35%, mientras que el SEOM, en su planteo, solicitó el 38% de incremento. Estos porcentajes estarían fundados en la pérdida del poder adquisitivo del año pasado sufrida por los empleados estatales en sus haberes que rondó el 10% de promedio y la inflación prevista para el año en curso que rondaría el 25%.
Si bien no hubo una propuesta oficial por parte del gobierno ya que sólo se limitaron a escuchar la de los trabajadores, se supo por comentarios informales de los presentes que por orden del Gobernador esta no sería distinta a la miserable oferta del 10% que realizaran días atrás a los gremios docentes.
De esta manera Gerardo Morales estaría imponiendo un techo a las recomposiciones salariales en paritarias, una de las más exiguas de todo el territorio nacional, como lo hizo con el sector docente.
Ambas partes convinieron pasar a un cuarto intermedio ya que, no hubo una oferta concreta por parte del gobierno y los funcionarios plantearon la necesidad de comunicar oficialmente al Gobernador lo solicitado por los trabajadores. La reunión se reanudaría el próximo jueves donde el gobierno se comprometió a acercar una respuesta.
Por el lado del gobierno de Gerardo Morales se estaría utilizando la misma metodología del año pasado, imponiendo un techo salarial de una manera prepotente, uno de los más bajos del país, en una de las provincias más pobres, con un régimen policíaco en marcha que vulnera el derecho a la protesta y a la huelga atacando a los sindicatos y toda organización que se manifieste opositora. Mientras, sus funcionarios que se triplicaron en número, cobran dietas entre 7 a 10 veces mayores que el salario de un trabajador promedio.