La empresa estatal incumple el convenio colectivo. Los trabajadores lo defienden. El futuro del plan nuclear, nuevos negocios para viejos amigos.
Mariano Saleh @duroms
Sábado 3 de febrero de 2018 03:13
La empresa estatal gerenciadora de las centrales nucleares, Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) anticipó ante representantes gremiales de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (FATLyF) las intenciones de pagar en cuatro cuotas entre abril y octubre la bonificación anual por productividad, capacitación, asistencia y disciplina. En primer lugar, esto representaría el incumplimiento del convenio colectivo de trabajo (CCT), que establece debe ser abonado en el mes de enero. Además, la empresa reconoce así que tiene los fondos para pagarlo íntegramente, pero que se financia con los aportes que corresponden a los trabajadores.
En dos días consecutivos de masivas asambleas en el auditorio de la central, los trabajadores defendieron con vehemencia los derechos establecidos por el CCT. Allí se votó mantener el estado de alerta y movilización y quite de colaboración por 72 horas. También se votó el paro y movilización para la próxima reunión con la empresa. Terminado el mes de enero y sin novedades en el cobro de la bonificación, la directiva de la seccional y los delegados decidieron paro de dos horas por turno y sector. Este viernes, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por 15 días.
El ajuste llegó, hace rato
La crisis laboral en Atucha fue un tema largamente difundido en todos los medios de comunicación desde la asunción del gobierno de Cambiemos. Más de 3.000 trabajadores de la construcción perdieron su empleo en estos dos años. Otros 600 peligran por la demora en el inicio de las obras de la cuarta central nuclear argentina. Los empleos perdidos son de mano de obra calificada para la construcción y puesta en marcha de centrales nucleares. Según fuentes de NASA, el predio ya se encuentra expropiado y escriturado, pero no han siquiera empezado los movimientos de suelo.
Se han firmado varios acuerdos desde el 2013 con la Corporación Nacional Nuclear de China (CNNC) para avanzar en la construcción de la cuarta y quinta centra nuclear. Hasta el mismo ministro de energía, Juan José Aranguren firmó un memorandum de entendimiento con el gobierno Chino, sin embargo no han habido avances concretos.
En un documento denominado “Plan estratégico 2018-2020”, la empresa NASA consigna la necesidad de resolver la "conflictividad gremial, el ausentismo y revisar el CCT". Un texto que va en línea con las directivas del Ministerio de Modernización, un llamado a la quita de conquistas laborales y puestos de trabajo. El ajuste presupuestario exigido conlleva riesgos en la operación y mantenimiento de los reactores nucleares, que requieren plena financiación para obedecer las directivas de organismos internacionales de control de la industria nuclear. Las empresa y el gobierno avanza en recortar los ingresos de los trabajadores a pesar de haber cerrado el ejercicio 2017 con un balance ampliamente superavitario, según se puede consultar en internet.
Los trabajadores en defensa del servicio eléctrico
Es así que los ministros-CEO buscan sacarle la máxima ganancia posible a las centrales nucleares, y dejarla lista para una siempre latente privatización. No se puede esperar otra cosa del gobierno que tiene un ministro de energía hasta hace poco presidente y accionista de una de las principales petroleras mundiales. Shell difunde la óptima convivencia entre las energías renovables y la generación eléctrica con gas natural.
No sun? ☀️ No wind? 🌬️ No problem, natural gas has it covered. See why #natgas is a great partner for renewable power sources. pic.twitter.com/G9DP3I35Wc
— Shell Natural Gas (@Shell_NatGas) 18 de enero de 2018
Justamente, desde la asunción del Ministro Aranguren las licitaciones de generación de energía sólo fueron de centrales termoeléctricas y renovables. Son estas últimas con la que la misma familia presidencial realizó negocios con los parques eólicos.
Por si faltara agregar algo a esta trama, las dos principales obras en el sitio Atucha, el sistema de almacenamiento en seco de combustibles y el reactor CAREM fueron adjudicadas a dos contratistas amigas del gobierno, a Caputo S.A y Techint S.A. respectivamente. Más negocios para empresarios amigos, cuando se trata de un servicio público y esencial para la población. Por el otro lado, los trabajadores del sector dejaron en claro que están dispuestos a defender sus salarios y así el futuro del plan nuclear. La energía nuclear es una fuente de generación de electricidad, con baja emisión de gases de efecto invernadero, entregando carga a la red por más del 90% del año.