En medio de la COP 28, la cumbre de las Naciones Unidas sobre cambio climático que se desarrolla desde el 30 de noviembre en Emiratos Árabes Unidos, Lula comparte una "agenda verde" con empresas mineras y petroleras, mientras países imperialistas como Estados Unidos y la Unión Europea han reconocido que no han cumplido las metas fijadas en el Acuerdo de París y en la última COP 27 e intentan presentar demagógicamente una propuesta de transición energética. Brasil, a través del gobierno Lula-Alckmin, ha ido acumulando contradicciones, y es escandaloso que haya llevado al Pabellón Brasil a empresas como Braskem, empresa que ahora es protagonista de un desastre ambiental, así como Vale, etc.
Martes 5 de diciembre de 2023 10:31
La COP 28, que reúne a 197 países, es una conferencia internacional en la que la cuestión medioambiental y las agendas climáticas que pretenden llevar a cabo los gobiernos ocupan un lugar central, y se establecen acuerdos y compromisos. Como de costumbre, es un momento lleno de demagogia y promesas vacías, pero en él se explicitan algunas de las intenciones de los Estados nación para los próximos periodos.
Países imperialistas como EE. UU. y la UE han reconocido que no han alcanzado los objetivos fijados en acuerdos anteriores y han presentado nuevas propuestas, como la demagógica declaración de John Kerry, consejero estadounidense para asuntos climáticos, en la cual anuncia que el país dejará de utilizar centrales térmicas de carbón. Estados Unidos, junto con China, es responsable de casi el 60% de todas las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera procedentes de la combustión de carbón, según el Centro de Soluciones Climáticas y Energéticas.
Brasil se ha presentado de forma bastante contradictoria durante la conferencia, que se celebra hasta el 12 de diciembre. En primer lugar, en el Pabellón de Brasil, donde el país presenta su agenda climática, participan empresas como Vale, Braskem, Syngenta y Petrobrás. Vale fue la empresa responsable de las tragedias medioambientales y sociales de Mariana y Brumadinho, fruto de la codicia capitalista. Del mismo modo, Braskem es hoy protagonista de una tragedia similar, impulsada por un método minero depredador, que ya ha desplazado a más de 14.000 personas en la capital del estado de Alagoas, Maceió. Syngenta es una de las empresas que produce los agroquímicos más contaminantes para el medio ambiente, y Petrobrás se ha visto recientemente envuelta en una polémica por pretender realizar prospecciones petrolíferas en la desembocadura del río Amazonas, en Amapá.
La propuesta de realizar exploraciones en busca de petróleo va en contra de las declaraciones del gobierno sobre la reducción de la deforestación en la Amazonia, los estudios demuestran que una cosa puede anular la otra, es decir, la cantidad de gases emitidos por la nueva extracción puede cubrir el "ahorro" de emisiones que puede conseguir la deforestación cero.
Lula anunció también la adhesión de Brasil a la OPEP+, grupo de países productores de petróleo formado por Arabia Saudí, Venezuela, Emiratos Árabes Unidos, Nigeria, Libia, Kuwait, Irak, Irán, Gabón, Guinea Ecuatorial, República del Congo, Angola y Argelia. La OPEP define las políticas de producción y circulación del petróleo en el mundo. Sin embargo, contradictoriamente, Lula ha declarado que Brasil nunca será miembro de la OPEP y que su objetivo al aceptar la invitación es sólo "convencer a los países de que abandonen la producción de petróleo".
Una vez más, el gobierno Lula-Alckmin se alía con los capitalistas que están devastando el planeta como los parásitos que son. Las y los trabajadores no puede confiar en un gobierno conciliador que no rompe relaciones con el agronegocio asesino e invita a la COP a empresas como Vale y Braskem. Para combatir el avance de las catástrofes climáticas, necesitamos una movilización independiente de los gobiernos capitalistas que sólo buscan el beneficio, y la nacionalización de las empresas responsables de las catástrofes climáticas bajo control obrero.
Este artículo fue originalmente publicado en Esquerda Diário, parte de la Red Internacional de La Izquierda Diario.
