Finalmente el gobierno de Pedro Sánchez aprobó el decreto ley para sacar los restos del dictador del Valle de los caídos. Todo sea para perpetuar una democracia para ricos pactada con el búnker.
Sábado 25 de agosto de 2018
La política de gestos del PSOE ha llegado a los restos de Franco. Pedro Sánchez se juega a ser el Presidente que echó a Franco del Valle de los caídos. Sánchez busca ganar las elecciones (anticipadas o no) en base a gestos que le ayuden a diferenciarse del PP y Ciudadanos al tiempo que gestiona los presupuestos aprobados por el finado político Mariano Rajoy. Ese es el motivo por el cual el PSOE sacará a Franco de su mausoleo, tan solo cuarenta años después.
Este viernes la Vicepresidenta Carmen Calvo anunció la exhumación y aclaró que “será con todas las garantías” y que “…la familia [del dictador] será oída”. En caso de que la familia no se pronuncie, Calvo aclaró que “…será el gobierno quien decida a qué lugar digno y respetuoso se trasladarán los restos mortales de Franco”. Un trato del que no ha gozado ninguna familia que tiene sus muertos en la cuneta, que por supuesto solo son las familias republicanas.
Por el contrario, los familiares de los republicanos asesinados por Franco aún esperan encontrar los cuerpos y poder enterrarlos en un “lugar digno y respetuoso”. En estas cuatro décadas de democracia pactada con la dictadura, el Tribunal Supremo se ha negado a anular los juicios sumarísimos porque “¡se ajustaba a la legalidad de aquella época”! Esto es justificar la dictadura. Qué maravilloso poder judicial tiene el Estado. Cuántas familias habrían querido disponer de 15 días para decidir qué hacer con sus seres queridos.
Sacar los muertos por la dictadura de la cuneta es una misión imposible. Ya sea porque la justicia y las instituciones “democráticas” ponen miles de trabas; o ya sea porque el mismo ejecutivo las pone o apenas si da ayudas. Lo cierto es que “por algún motivo” todavía yacen miles y miles de muertos que aún no se saben dónde están.
El Mausoleo de Franco fue construido gracias al trabajo esclavo de los prisioneros republicanos del régimen. El monumento fue construido para “honrar” a los muertos de la “contienda” como le llamó Calvo, sean franquistas o republicanos. Esta falsa idea de conciliar la dictadura con los millones que la sufrieron es la que el PSOE quiere preservar. Es la base fundamental de ésta democracia para ricos.
La Vicepresidenta dijo que es una incongruencia tener los restos del dictador con los de los que fueron sus víctimas. Sin embargo, no exhumaran los restos del fundador de la falange, José Antonio Primo de Rivera. ¿Aacaso él no apoyó la dictadura firmemente y fue parte de la misma? Lo que es incongruente es que quienes fueron responsables de la dictadura no paguen de manera alguna.
Tampoco se dice nada de qué pasará con la Fundación Francisco Franco, que hace apología de una dictadura de 40 años y su violencia de estado. Esta Fundación ha gozado durante años de subvenciones públicas con millones de euros para difundir la represión del dictador.
Sánchez se ha “olvidado” de la enorme fortuna familiar amasada por el dictador mediante el robo y de la cual gozan sus descendientes. No dice nada de la finca de “Pazo de Meirás”. Una finca conseguida “gratuitamente por la donación” de sus anteriores dueños a Francisco Franco. El autor del libro “Los Franco S.A.” asegura que es “una familia rica de verdad” y que “la gran mayoría de sus bienes los lograron con tráfico de influencias…”. Franco dejó a su familia decenas de inmuebles carísimos una fortuna que no bajaba de mil millones de pesetas de aquella época.
La llamada transición fue modélica para la burguesía, el búnker y la izquierda reformista del PSOE y del PCE. Ellos fueron los padrinos del Rey Juan Carlos y la monarquía que trajo Franco. Junto con él nos encajaron un poder judicial “democrático” con jueces de la dictadura. Las mismas familias que dieron el golpe a la República siguieron en el ejército y en el poder. La transición fue la “transacción” entre la dictadura y la izquierda reformista.
Sin embargo, la transición no fue modélica para los trabajadores que sufrieron unos niveles altos de inflación, paro y represión por sus luchas. El gobierno de Felipe González se encargó de la reconversión industrial haciéndosela pagar a los trabajadores, entro otras cuestiones.
Es necesario un gran movimiento en las calles
Que nadie crea que el “nuevo” PSOE de Pedro Sánchez busca hacer rendir cuentas a la dictadura. Si así fuera derogaría ipso facto todas las leyes franquistas e iniciaría el castigo a los culpables. Tenemos el caso del torturador, llamado el Niño, que además de no ser juzgado, dispone de una pensión que supera largamente la de los pensionistas que han trabajado toda su vida y medallas que le dio el Estado español. También resarciría a todas las familias de los republicanos asesinados por Franco.
El PSOE, está claro que no enterrará la dictadura franquista. Mucho menos aún el PP y Ciudadanos que son sus herederos y guardianes. Para acabar con los resabios de la dictadura es necesario un amplio movimiento social en las calles liderado por quienes sufrieron la dictadura: los trabajadores y los sectores empobrecidos junto a los pueblos de las nacionalidades.