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Red Internacional
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PRESUPUESTOS. El gobierno destina 7,2 millones para la Guardia Mora de Franco

El Ministerio del Interior destina esta partida de más de 7 millones y otra de 729.000 euros para los veteranos de los conflictos de Ifni-Sahara.

Aníbal Maza Zaragoza

Lunes 5 de junio de 2017

En los Presupuestos Generales del Estado el Gobierno ha asignado 7,2 millones de euros a cubrir el gasto en pensiones para el personal marroquí que integraba la guardia personal del Dictador.

Esta cantidad desorbitada se destina a recompensar los “servicios” de unos 18.000 veteranos y familiares que participaron en el corazón del Régimen franquista.
Para dar visos de legalidad a este privilegio, destinada a sus “compadres” del Régimen, el Gobierno lo incluye en la sección de Clases Pasivas de los Presupuestos.

A estos privilegios se añaden 729.000 euros para supuestos “reconocimientos de guerra” a aquellos veteranos que participaron en los conflictos de Ifni-Sahara.

La medalla de méritos por la guerra de Ifni-Sahara fue derogada en el Real Decreto 1040/2003 de 2003. No obstante, el Ministerio del Interior, conocido por su “generosidad” con los sectores más reaccionarios por cuenta del erario, continúa reservando importantes regalías económicas (a las que denomina compensaciones) para algunos de los militares que participaron en aquel conflicto colonial impulsado por el Régimen de Franco.

En el caso de las medallas, la importancia no está en las “chapas” y la ceremonia que las rodea, sino en las pensiones y prestaciones a cargo del erario público de las que suelen ir acompañadas.

La Guardia Mora de Franco, fue un cuerpo militar mercenario, de origen marroquí creado por los militares africanistas a comienzos del siglo XX, al servicio de la ocupación española contra su propio pueblo.

Años después, este cuerpo dejó un sangriento rastro en el Estado Español de los años 30. Las tropas moras fueron utilizadas por Franco para propagar el terror en la Asturias del 34, llevando a cabo la “labor sucia” que las tropas españolas no querían hacer. Carnicerías, mutilaciones, decapitaciones, violaciones en masa caracterizaron la actuación de este cuerpo militar entre los mineros revolucionarios que levantaron la Comuna de Asturias.

Durante toda la guerra, las peores atrocidades se le atribuyeron al “camarada moro” de los legionarios (lo que supone una crueldad elevadísima, conociendo las aberrantes actuaciones del nacional-catolicismo entre la población civil). Siempre actuaron como fuerza de choque, y al finalizar la contienda Franco eligió a los “más bravos” para formar su guardia personal en el Pardo.

Al emplear una guardia mercenaria y extranjera, el dictador seguía la pauta típica de los tiranos de la Antigüedad, conocidos por rodearse de guardias mercenarios para protegerse del odio de su pueblo. La Guardia Mora se mantendría en activo hasta 1957.

La disolución de la Guardia Mora se produjo tras la independencia de Marruecos, momento en el que la mayor parte de sus integrantes volvieron a su país natal. En 2010, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos, dirigido por Taib Fasi Fihri solicitó al Gobierno Español que garantizase las pensiones de estos mercenarios.

Estas actuaciones nos muestran de nuevo cómo los gobiernos del PP y PSOE continúan con las políticas de “escupir a la cara” a las víctimas del franquismo y mantener las regalías a “los amigos del Régimen”. No podemos obviar los orígenes de nuestro actual gobierno, con numerosos hijos políticos y biológicos de cargos franquistas, o de muchos integrantes del PSOE.

Durante estos últimos cuatro años de gobierno han eliminado completamente cualquier subvención pública para la apertura de fosas, además de boicotear desde los gobiernos locales las ya abiertas, se han negado a condenar en el congreso o senado el franquismo, etc.

Además no han dejado de humillar públicamente a las víctimas con declaraciones vergonzosas. Ya hemos hablado de las del senador de Murcia, pero a estas hay que añadir otras como la de la diputada en el Congreso, Mónica López, que decía “hay que dejar en paz a los muertos y no hay que abrir nuevas heridas” o las del portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, que se atrevió a decir que “las víctimas solo se han acordado de sus familiares cuando había dinero de por medio”.

Curiosamente, para los nietísimos y amigos del nacional-catolicismo sólo caben los premios, como los 43.000 euros que dio el gobierno de Aznar, y los 150.000 euros del gobierno actual de Rajoy, que ha recibido la “Fundación Nacional Francisco Franco, para que, ellos sí, puedan catalogar, conservar y clasificar sus archivos, los cuales solo pueden ser estudiados por historiadores que defienden o “endulzan” la dictadura como Stanley Payne, y no por otros claramente críticos con la misma, a los que se les niega el acceso a los mismos.

Por tanto, vemos cómo este caso de la Guardia Mora es sólo una más de las pagas que los herederos de la dictadura hacen a sus amigos. Acciones como éstas deben ayudarnos a ver a las claras cómo las clases dominantes mantienen su memoria de clase y sus tradiciones, algo que les da cohesión y fuerza.