Pese a la pandemia y contra la solicitud de aplazamiento de varios países, se realizó la reunión y votación donde EE.UU. impuso a su candidato más fiel.
Sábado 21 de marzo de 2020 00:46
El actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el político derechista uruguayo Luis Almagro, ganó este viernes las elecciones, en las que se enfrentaba a la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, y seguirá al frente del organismo durante cinco años más.
Almagro recibió el apoyo de 23 de los 34 miembros activos de la OEA (Cuba es parte del ente, pero fue excluida en 1962), mientras que 10 países respaldaron a Espinosa y la misión de Dominica se ausentó de la sesión, celebrada en la sede en Washington.
De esa forma, Almagro superó la barrera de 18 votos que necesitaba para hacerse con la reelección; pero no recibió el respaldo casi unánime que le alzó como secretario general en 2015, cuando cosechó 33 de los 34 sufragios en unos comicios en los que fue el único candidato.
Fiel servidor de los EE.UU., Almagro ha estado a la cabeza de las intentonas golpistas en Venezuela y del golpe que lograron imponer en Bolivia, además de colaborar con la proscripción política de Lula encabezada por Sergio Moro, entre otras perlitas. Es por eso que la administración Trump hizo un puntilloso lobby para que se reeligiera a este nefasto personaje de la política latinoamericana.
"En primer lugar fundamentalmente, mi agradecimiento a aquellos que llevaron adelante mi candidatura, aquellos que palmo a palmo la defendieron, la promovieron y la lucharon", aseveró el político uruguayo, cuya propuesta fue impulsada por EE.UU., Brasil y Colombia.
ESPINOSA NO PUDO ACUDIR A LA SESIÓN
La votación, de carácter secreto, se produjo en una Asamblea General extraordinaria marcada por la polémica debido a que un grupo de países, entre ellos México y 13 miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom), pidió que se aplazara debido a la pandemia de coronavirus. La reunión fue en Washington, uno de los estados más afectados de los EE.UU..
Durante la sesión se pudo a ver a los embajadores con guantes de látex, separados a casi dos metros y desinfectándose las manos con gel. Una hipocresía total. No se reunieron para discutir cómo colaborar en la mitigación y solución de la pandemia que está afectando a millones con cuarentenas obligatorias y medidas represivas, sin siquiera garantizan test masivos de detección. No se reunieron para discutir y organizar una gran inversión de recursos en la salud pública del continente que durante años ha sido desfinanciada por las políticas neoliberales emanadas de Washington.
Se reunieron para reelegir a su servidor más confiable y otorgarle cinco años más de mandato para fortalecer las políticas imperialistas en la región.
Por si fuera poco, la candidata Espinosa no pudo estar en la sala porque la organización decidió limitar la asistencia por el virus, indicó a Efe una fuente cercana a la política ecuatoriana. Su candidatura había sido respaldada por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas, dos de los países caribeños más cercanos a Maduro, y había logrado captar buena parte de los votos del Caricom, así como el respaldo de México y Argentina.
Sin embargo, Espinosa, una figura polémica dentro de Ecuador, no logró el apoyo de su Gobierno, que anunció que votaría por Almagro.
MÉXICO Y ARGENTINA CONTRA ALMAGRO
Inmediatamente después de que se proclamara la victoria de Almagro, pidieron la palabra la embajadora de México, Luz Elena Baños, y la representante de Argentina, Graciela Curia, quienes expresaron preocupación por la polarización que, a su juicio, Almagro ha promovido en el continente.
"Lamentablemente, la organización ha estado paralizada por su polarización, lo que la ha alejado de un escenario normal de toma decisiones, restándole capacidad de interlocución y volviéndola menos relevante, convirtiéndola en una mera espectadora de lo que ocurre sin poder ofrecer soluciones efectivas", manifestó Curia.
Venezuela, a instancias de Almagro, está representada en la OEA por Gustavo Tarre, designado por el "presidente interino", el golpista Juan Guaidó.
LA MAQUINARIA DE EE.UU. A FAVOR DE ALMAGRO
Durante la campaña, el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, usó toda su maquinaria política para presionar al resto de países e intentar captar votos para Almagro.
En enero, el secretario de Estado, el siniestro Mike Pompeo, dio un discurso en la OEA para hacer campaña por Almagro y, luego, se reunió en Jamaica con los cancilleres de seis países caribeños para pedirles que le respaldaran.
Además, la Casa Blanca instó públicamente al embajador de Perú en EE.UU., Hugo de Zela, a retirar su candidatura a la Secretaría General al considerar que estaba "dividiendo" al bloque hemisférico, ya que ambos competían por el respaldo de un grupo similar de países. De Zela, anunció el lunes que abandonaba la campaña, lo que ha permitido a Almagro aumentar su ventaja sobre Espinosa.
Así las cosas, Almagro concluirá su primer mandato como secretario general en mayo y, entonces, comenzará otro periodo de cinco años, hasta 2025.