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Red Internacional
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CÓRDOBA / EDUCACIÓN. El gremio docente de Córdoba avala los operativos Enseñar y Aprender

Mientras crece el rechazo a los operativos que anticipan una reforma educativa flexibilizadora, la UEPC llama a los y las docentes a presentarse en las aulas y lograr los mejores resultados.

Martes 31 de octubre de 2017

Este martes 31 de octubre, el gobierno nacional inaugura un nuevo Operativo llamado Enseñar, destinado a evaluar a estudiantes de todo el país del último año de los Profesorados de Educación Primaria y Profesorados de materias del ciclo básico de Educación Secundaria. Se trata de una nueva evaluación estandarizada para acentuar la precarización y responsabilizar a los docentes de la crisis de la educación pública.

El Operativo Aprender intentará ser nuevamente aplicado en estudiantes de sexto grado y quinto y sexto año de secundaria en todas las escuelas públicas y privadas del país, incorporando este año una prueba muestral con 220 escuelas en estudiantes de cuarto grado.

Estas evaluaciones estandarizadas son el mascarón de proa de una sumatoria de reformas educativas parciales que conforman el Plan Maestro y que buscan profundizar la flexibilización, la pérdida de estabilidad laboral, la mercantilización, la “meritocracia” individual y el desmantelamiento total de la educación pública.

Ver también: “Aprender” y “Enseñar”, operativos a la medida de las demandas del mercado

¿Quién está detrás de las evaluaciones?

El Banco Mundial es el principal ideólogo y promotor de reformas educativas de ajuste basadas en evaluaciones estandarizadas. En países como México, Perú o Ecuador ya han sido implementadas. En la publicación “Profesores excelentes, cómo mejorar el aprendizaje en América Latina”, este organismo financiero presenta herramientas a los gobiernos para imponer estas reformas reduciendo la resistencia de estudiantes y docentes:

“El primer paso son las pruebas a los estudiantes, con una divulgación transparente de los resultados”; “el segundo paso ha sido la adopción del pago de bonificaciones a nivel de las escuelas, mediante el cual se establece el concepto de pago por desempeño y las escuelas se centran en el progreso del aprendizaje del alumno” y por último, la evaluación de los docentes “en forma individual y de manera voluntaria, con el atractivo de recompensas financieras para los profesores que asuman el riesgo de ser evaluados y demuestren un buen desempeño”. Y agrega, cuidándose de no menospreciar el rol de los sindicatos ni la resistencia docente: “Por lo general, los sindicatos se han opuesto a esto, pero con programas voluntarios se puede evitar la confrontación”.

El macrismo es consciente del desgaste político que le significaría imponer un ataque generalizado en las condiciones de trabajo de los docentes con una ley de reforma que saliera aprobada desde el Congreso. Como no puede demoler la educación pública con un sólo golpe, toma las recomendaciones del Banco Mundial y empuja para que el Plan Maestro progrese en las provincias con reformas parciales. Doce años de precarización kirchnerista y dirigencias sindicales sin cocardas empeñadas en desorganizar a los trabajadores son terreno fértil para avanzar con los cambios.

Y es sabido que el gobierno provincial es el mejor aplicador del plan del macrismo en educación.

¿Y CTERA...? ¿Y UEPC...? ¿Y la moto...?

En nuevo comunicado de confrontación discursiva sin resolución, CTERA declara no oponerse a las evaluaciones en forma general (como las ONE que dejó pasar en el pasado) pero rechaza estas pruebas estandarizadas utilizadas como mecanismos de “rendición de cuentas” a los que recomienda llamar “operativos medir y rankear” porque “dejan abierta la posibilidad para encadenar las condiciones del trabajo docente (dentro de ellas el salario) a los niveles de desempeño/rendimiento, la meritocracia y el credencialismo”.

CTERA ofrece una lectura atinada de las intenciones políticas de esta evaluación a las cuales plantea un tratamiento milagroso: pese a la catarsis declarativa no propone ningún plan de lucha.

La conducción de UEPC, ubicándose incluso a la derecha de CTERA, no sólo que no llama a enfrentar el Operativo Aprender sino que alienta a los docentes a estar en las aulas poniendo el mayor esfuerzo para lograr mejores resultados.

Su secretario general, Juan Monserrat, en el último plenario informativo del Departamento Capital, justificó la aplicación del Operativo Aprender diciendo que “la tarea de enseñar connota un sistema de evaluación continuo” y que la decisión de no haber enfrentado anteriormente a las pruebas estandarizadas fue acertada. Dijo: “algunos compañeros decían que había que oponerse, nosotros no hicimos eso”, que “los logros del Operativo Aprender son buenos para Córdoba porque los docentes estamos de pie y enseñando” y hasta el gobernador Schiaretti sacó un solicitada felicitando por los resultados obtenidos.

Para muestra un botón. Queda claro que las cartas que presenta la conducción para el juego de oposición a la reforma educación tiene mucho de guiño de ojos y negociación y poco de organización para enfrentar los ajustes.

Ni derrota ni negociación, paro y movilización

La Ctera tiene que ponerse al frente de organizar a los docentes y proponer una campaña nacional de boicot al Operativo Aprender llamando a un gran paro nacional para el 7 de noviembre que muestre que queremos defender una educación pública de calidad, laica y gratuita y vamos a pelear por nuestras conquistas históricas.

Hay que exigir a la conducción celeste de UEPC que llame a asambleas en las escuelas para organizar el boicot en toda la provincia y garantizar las condiciones para parar y movilizar el día de aplicación de las pruebas.

Desde las bancas del Frente de Izquierda, que están siempre a disposición de las luchas de los trabajadores, Laura Vilches, docente y la legisladora por el PTS-FIT, presentará en la Legislatura Pronvincial un proyecto de ley de rechazo a los operativos de evaluación.