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Red Internacional
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5 MESES DE PANDEMIA. El hambre es la demanda más sentida en los barrios del oeste de Neuquén

Los índices de riesgo y daño en el entramado social producto de la crisis económica, social y sanitaria son evidentes, en medio de un creciente aumento de la pobreza. Compartimos entrevista realizada a referentes de barrios del oeste neuquino.

Viernes 7 de agosto de 2020 13:48

Desde la Casa Marx Oeste y La Izquierda Diario fuimos al encuentro de quienes están en la primera línea organizando la ayuda solidaria desde abajo en el barrio. Hablamos con vecinas y con el Frente de Organizaciones en Lucha.

En la Toma 7 de Mayo Daiana junto a otras vecinas se organizan en un merendero hace más de un año, pero las cosas también cambiaron mucho y drásticamente a partir de la pandemia. El merendero se llama Corazón Solidario y funciona en la casa de Daiana.

Ella nos cuenta que asistían al merendero entre 20 a 30 niñas y niños, “pero cuando empezó la pandemia empezó a subir la numeración, porque hasta las familias de las y los chicos se anotaron, se acercaron madres o padres desocupados preguntando si ellos también podían anotarse al merendero”. Ahora asisten a un total de 120 niños y niñas con sus familias, se trabaja lunes y viernes. No recibimos mercadería en cantidad, solamente nos sirve para hacer 15 días al mes, entonces lo repartimos lunes viernes y sábado para que alcance. Y se hace una chocolatada, un té, una torta frita, un pan con dulce. El día sábado a partir de las 3 de la tarde se le entrega una cena más una merienda. Reciben una parte de mercadería de la organización Darío Santillán y otras donaciones. Y destaca que también la solidaridad llega “de conocidos, familiares, amigos, o contactos que uno ni se la espera siempre te dicen que tienen una ropa para donar al merendero”.

Para Daiana no es la primera vez que está cara a cara con las y los vecinos y sus necesidades, pero aún así no pierde la capacidad de conmoverse, "a los dos meses de pandemia vino la mamá de 3 nenes preguntándome si la podía ayudar y no me esperé su reacción, porque se me largó a llorar, se había quedado sin laburo que no tenía para comprarle nada a sus nenes, no tenía comida, nada. Que ella estaba alquilando y no pudo pagar más el alquiler, no tenía casa fija. Lo mismo un papá que tiene 3 niños a cargo y vive solo, estaba trabajando y lo dejaron sin trabajo, no le pagaron el mes que le correspondía. Vino a preguntar si lo podían anotar a sus nenes al merendero, y su nene nos decía que tenía hambre. Son situaciones que vos no te olvidas, que te hacen ver los problemas de las otras personas, lo que se está viviendo a través de toda ésta pandemia y que no hacen nada, porque en vez de ayudarla a ésta persona que trata de salir adelante de progresar, no la ayudan.”

Daiana expresa que sus vecinos necesitan ayuda, más de la que ella puede dar con enorme esfuerzo: “Yo creo que el gobierno tiene que ayudar a la gente. En esta situación que ves un padre que está solo, tratando de salir adelante con el mejor empeño, que le den un trabajo, un sueldo que lo respalde todos los meses”. Para Daiana el gobierno no ve: “ Primero tiene que venir a ver la situación para poder ayudar a la gente. Porque el gobierno mira solo a su alrededor, no mira la situación del Oeste. Acá los Barrios del Oeste se ayudan entre merenderos, comedores porque el Gobierno no hace nada. Tendrían que estar ayudando y abasteciendo a los vecinos con mercadería, bonos de gas, con todo lo básico. O sea, no le importa la gente de los barrios de acá al Gobierno". Preguntamos a Daiana si es necesario para ella más presencia de los políticos en los barrios y aseguró que "cambiaría, pero acá cuando empezó la pandemia vinieron los políticos que están con Gaido. Vino uno y preguntó cuantas familias venían al merendero. Yo le comente que se habían sumado más familias y que no contábamos con los recursos ni la mercadería y se ofrecieron a ayudar al merendero. Me pidieron un listado y se los pasé como corresponde, no aparecieron más".

Los que peor la pasan para Daiana es "La gente con bajos recursos, la persona que vive el día a día todo el tiempo" y nos da una fiel descripción: " Vivir el día a día significa que se levantó, peleó por tener un pan en la mesa ese día, y al otro día se levantó sin saber si va a desayunar". Daiana es muy joven, vive con sus hijos, su pareja y como a muchas mujeres del oeste la pandemia la encuentra ayudando a sus vecinos y vecinas. “Yo diría que empecemos a organizarnos entre toda la gente, porque si nos seguimos estancando vamos a seguir pasándola mal. Esto no se va a solucionar ahora, vamos a tener para largo tiempo con todo esto, asi que yo creería que hay que organizarse y seguir peleando para adelante".

Un “Rinconcito” creado para las y los niños en medio de la pandemia

Magali, Paola y Jesica pusieron en marcha un merendero en el B° Loteo Social. Cuentan que la idea surgió el 17 de mayo en una conversación entre vecinos, "viendo la necesidad que había en los chicos" a partir de la pandemia. Así fue que decidieron poner en marcha un merendero. "Vemos mucha necesidad de contención familiar en los chicos". Cuentan que el merendero surgió a pulmón en un principio y luego recibieron ayuda de la Resistencia, del Foro de la 2302 de la niñez y adolescencia y de la Casa Marx Oeste.

La realidad las preocupa y según su opinión "el Gobierno debe cambiar en su totalidad ya que se ha olvidado de la gente humilde y no les brinda nada para sus necesidades básicas". Desde Mayo hasta la fecha ya asisten alrededor de 30 chicos: "Les damos contención, hacemos manualidades, actividades educativas y recreativas", cuentan las tres mujeres que reparten la atención entre sus hijos e hijas y los y las chicas que van al merendero, "la idea es no bajar los brazos y que se sumen cada vez más chicos"

“La mayor demanda en esta situación que estamos viviendo es la de poder comer”

Hablamos también con Diego Mauro referente del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) que nos planteó que la situación del barrio “ desde abril no cambió mucho , sigue siendo parecida, hemos tenido que abrir dos comedores más no es que estemos contentos, lo que se demuestra con esto es la situación de hambre que hay. Antes de la pandemia dábamos alrededor de 2500 raciones semanales de comida y ahora estamos entregando alrededor de 3300 raciones semanales”.

En relación a cuáles son las demandas más sentidas nos contaba que “concretamente la demanda histórica que las organizaciones tienen es el trabajo genuino y que nuestros compañeros y compañeras puedan tener un laburo que les permita poder vivir un poco más dignamente, que tengan un trabajo en blanco con todos los derechos .Pero está claro que la mayor demanda en esta situación que estamos viviendo es la de poder comer , entonces estamos haciendo lo posible para que los compañeros y compañeras puedan tener una mejor alimentación de la que se tiene y de la que manda el Estado”.

En relación al barrio cuenta que la demanda pasa por “la falta de infraestructura, ya que los asentamientos no tienen regularización muchos vecinos y vecinas viven colgados de la luz y eso genera situaciones de riesgo, también con las lluvias se han provocado inundaciones en las casas . No hay acceso a la vivienda, a los loteos sociales, a la red de gas en una provincia donde sale gas por todos lados, donde están las mayores empresa petroleras y gasífera y mientras tanto nuestras compañeras tienen que pagar una garrafa de gas y encima no les alcance para nada . Esas son cuestiones que para nosotros son importante problematizar y cambiarlas”.

Sobre la respuesta o no del Estado nos dijo: "Si el Estado da respuesta es producto de la lucha de las organizaciones, en la medida que vos tengas la capacidad de poder arrancarle algo , pero el Estado hace la vista gorda, o sea, puede plantear que la situación está mal, pero después no hacen nada, ningún gobierno da respuesta a un cambio estructural”. También nos cuenta que han conseguido producto de la lucha “que los compañeros por lo menos tengan en sus bolsillos un poco más de plata para poder vivir, hemos conseguido un poco más de alimento para que los compañeros puedan comer, alguna cuestión, que nosotros llamamos asistencia directa que tiene que ver con el gas , con colchones, elementos para el frío para poder estar un poco mejor pero no es la solución, termina siendo un parche muy chico y el Estado lo sabe y funciona con eso”.

Respecto a qué hacer frente a la crisis expresó: “Me parece que es el gran debate digamos que tenemos las organizaciones de izquierda, las organizaciones sociales, sindicatos es la de plantear un programa amplio que reivindique a los y las laburantes, donde se toque la riqueza y los que tiene la guita la pongan y en otro plano la unión en la calle concretamente con sectores que para nosotros no entrarían en una definición más clasista , pero que son también organizaciones con las que tenemos que trabajar en la calle para poder arrancar derechos, pero tenemos que intervenir ahí en esos espacios y ganar a miles de trabajadoras y trabajadores y convencerlos de que la única solución posible es un cambio radical, de raíz y que ese camino conduce al socialismo.”