Luego de tocar un pico en 2011, las exportaciones e importaciones de la Argentina se encuentra en su mínimo histórico en una década. En 2020 el saldo comercial positivo se redujo más de 20 puntos.
Viernes 12 de febrero de 2021 18:42
El año de la pandemia tuvo un fuerte impacto en el comercio mundial, y la Argentina no fue la excepción. La caída del intercambio comercial es más profunda que la de su PBI. En 2020, las exportaciones ascendieron a 54.884 millones de dólares, mientras que las importaciones se contabilizaron por 42.356 millones de dólares. Esto es, una caída anual del 15,7 % en las exportaciones y del 13,8 % en las importaciones.
El saldo comercial fue favorable en 12.528 millones de dólares. Sin embargo, esta cifra representa una caída del 21,6% si lo comparamos con el saldo positivo de 2019. Los datos surgen de las Estadísticas del Comercio Exterior Argentino que publicó esta tarde el Indec, con datos preliminares del año 2020.
De esta manera el comercio exterior argentino alcanza su mínimo histórico en una década. Luego de tocar su pico en 2011, con más de 82.000 millones de dólares, las exportaciones tocaron un primer piso en 2015, se recompusieron parcialmente hasta 2019 y se derrumbaron en 2020. De conjunto, la serie histórica muestra una tendencia declinante que se agravó con la pandemia. En cuanto a las importaciones, a excepción de 2017 y 2018, se registra una tendencia declinante casi en forma ininterrumpida desde 2013.
En la evolución histórica la tendencia marca una mayor caída de precios que de cantidades exportadas. Esto tiene que ver con la desaceleración del comercio mundial luego de la crisis de 2008 y la caída de los precios de los commodities a nivel internacional. Sin embargo, las cantidades exportadas disminuyeron relativamente menos, en gran medida por el peso que fue adquiriendo China como destino de las exportaciones. La recomposición de precios que se registra en los últimos meses en las materias primas no va acompañada de un repunte proporcional en las cantidades exportadas.
Desagregando los datos por región, el Mercosur representa el principal socio comercial de la Argentina. Brasil es el principal destino de las exportaciones, con el 15% del total. También es el principal origen de las importaciones nacionales, con el 20% del total. El saldo comercial con la región en su conjunto, arrojó en 2020 un déficit de 1.274 millones de dólares.
China es el segundo socio comercial en orden de importancia, con el 10% de las exportaciones y el 20 % de las importaciones. El saldo comercial anual también fue negativo en 3.270 millones de dólares. Le siguen los EEUU, con el 6 % de las exportaciones, el 10 % de las importaciones, y un saldo deficitario de 1.464 millones de dólares.
En la subdivisión por ramas productivas, el comercio exterior argentino sigue mostrando su histórico sesgo primario exportador y altamente dependiente de las importaciones de maquinarias y bienes de origen industrial.
Los productos primarios de origen animal y vegetal y alimentos elaboradores acumularon el 58 % de las exportaciones argentinas. Mientras que los productos industriales, maquinarias, instrumentos y materiales eléctricos, sumaron 47 % del total de las importaciones nacionales. El comercio de autopartes y equipos de transporte profundizó su saldo negativo en 2020.
La estructura atrasada y dependiente de la Argentina constituye una constante a lo largo de su historia y responde al lugar que ocupa nuestro país en el capitalismo mundial y al carácter parasitario de una burguesía local fugadora que no puede, ni tiene interés alguno, en el desarrollo nacional. Esa tarea histórica le corresponde a la clase trabajadora y a los pueblos de los países atrasados, bajo un programa socialista e internacional.