Jueves 2 de abril de 2015
“¿Estamos en presencia de la profundización del viraje a la derecha de la izquierda argentina?” Esto subtitula Diario Registrado el día 31 de marzo, día del paro nacional: “La izquierda volvió a ser la mano de obra barata de la burocracia sindical”, refiriéndose a las medidas de paro activo tomadas por el Frente de Izquierda y los Trabajadores.
El relato oficialista, una vez más, tratando de “mano de obra barata” de la burocracia sindical y de la derecha argentina, al único polo opositor de izquierda y alternativa real para los trabajadores, las mujeres y la juventud. Es entonces cuando yo me pregunto (como ya muchos lo hacen), ¿qué clase de juego a la derecha es el de realizar un paro activo, con cortes en las principales calles del país, levantando banderas contra despidos, precarización laboral y salarios por debajo de la canasta básica? ¿qué clase de “izquierda servil a la derecha” se enfrenta a las burocracias de los sindicatos como sucedió en la puerta de Liliana SRL en Rosario?. Aprovechar la instancia de un paro nacional para volverlo activo y seguir levantando, como tantas otras veces lo ha hecho y seguirá haciendo la izquierda, las banderas en favor real de los trabajadores, no puede ser de ninguna manera lo que llaman “hacer el juego a la derecha”, ¿o es que acaso esta chicana política intenta ocultar algo mas allá?
Esta chicana, no es ni más ni menos, que la pantalla y el escaso argumento político que tuvo, en general, el peronismo y, en particular, el kirchnerismo, para esconder que su política siempre fue la de jugar para el mismo equipo económico derechoso. Ellos no pueden hacerle el juego a la derecha, pues ellos juegan con la derecha, pues ellos conservan en las filas del Estado a gran parte de la derecha argentina de los 90, como Scioli, uno de sus candidatos a presidente 2015, continuador del “modelo”. También es importante mencionar como parte de este juego, del que el Estado participa, que es el gobierno que dice haber hecho crecer a los trabajadores el que implementa un impuesto al salario al mismo tiempo que se enorgullece de subvencionar a las empresas, manera extraña de cobrarse “ganancias”.
Con mucha más información que uno podría agregar respecto a esta maniobra de desprestigio a la izquierda comparándola con la derecha, me quedo con un análisis sencillo del kirchnerismo, un movimiento político que en este juego de cartas mezcla con la derecha y dice repartir con la izquierda, pero no olvidemos algo, a la izquierda de Cristina hay una pared, que tiene escrito los nombres de Chevron, de Barrick Gold, Monsanto, Milani, y un amplio etcétera. Detrás de esa pared, nosotros, los que luchamos, los que hoy paramos activamente diferenciándonos del gobierno nacional y de las burocracias sindicales.