Críticas en el Tedeum. El juego político de la Iglesia: distanciarse de Milei mientras trabaja para un peronismo en crisis

Palabras más, palabras menos, la cúpula de la Iglesia repitió las críticas -elípticas pero evidentes- que viene lanzando contra el Gobierno nacional. Ocurrió este martes 9 de Julio, en el marco del tedeum que se realiza en la Catedral de Buenos Aires por el Día de la Independencia.

El arzobispo de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, afirmó que “muchos argentinos están haciendo un esfuerzo enorme, que conmueve, esperanzador. No permitas que lo cascoteemos con la voracidad del poder por el poder mismo, conductas reprochables que demuestran que a muchos les falta el termómetro social de saber lo que viven los argentinos de a pie”.

En lo que pareció una crítica más amplia, el prelado también afirmó “muchas cosas hicimos mal en el pasado del que todavía nadie se hace cargo, aunque el resultado es que 6 de cada 10 chicos en Argentina son pobres”.

Las críticas de la Iglesia tienen casi siempre el mismo tono. Una crítica general hacia los mismos políticos que son avalados sistemáticamente. En este caso, sin embargo, coincide con una orientación general que apunta a permitir la recuperación de un peronismo completamente en crisis. Un peronismo que perdió toda legitimidad luego de la desastrosa experiencia de la gestión que protagonizaron Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa.

Ese lugar de la Iglesia en el intento de recomponer al peronismo va desde permitir el “agite” en ciertas parroquias e iglesias contra las políticas del Gobierno a los recibimientos realizados por el mismo papa en Roma. Hay que recordar la reciente visita que realizó el gobernador bonaerense Axel Kicillof al Vaticano, donde se entrevistó dos veces en 24 horas con el pontífice.

En esa labor de reconstrucción del peronismo entra, también, la actuación de personajes profundamente identificados con la Iglesia. Entre ellos se puede señalar a figuras como Juan Grabois o el impresentable Guillermo Moreno. Este último se encargó de ratificar el carácter rancio y conservador de su orientación política. En una entrevista con Iván Schargrodsky se tiró abiertamente contra el matrimonio igualitario y el derecho al aborto. Por su parte, Grabois viene de reunirse con el gobernador santiagueño Gerardo Zamora hace pocos días. El mismo Zamora que este lunes por la noche se sumó a la foto del Pacto de Mayo, en Tucumán.

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La labor de la Iglesia intenta aportar a la recuperación de un peronismo en crisis, golpeado no solo por la reciente gestión del Frente de Todos sino, también, por su incapacidad de oponer una alternativa realmente seria a Milei. Esto se evidencia en la derechización de su agenda político-ideológica. También en la ratificación de un programa económico subordinado completamente al FMI y a los intereses de las grandes patronales. Un peronismo que no puede ofrecer ninguna salida a la crisis nacional que vaya en interés de las mayorías trabajadoras y el pueblo pobre.

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