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Red Internacional
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QUIEN TE HA VISTO.... El kirchnerismo marchó con Moyano (y casi con Barrionuevo)

Durante años criticaron a la izquierda por participar, de forma independiente, en los paros nacionales. Pero el viernes casi todos los kirchneristas acudieron al llamado de Moyano. ¿Qué pasó?

Daniel Satur

Daniel Satur @saturnetroc

Martes 3 de mayo de 2016

Fotografía: Mario Frias Casado

“Sigan haciéndole el juego a la derecha, zurdos de mierda. Vayan con Moyano y Barrionuevo. Ustedes cruzaron una línea de la que no se vuelve”. Esta cita es textual, sacada de un intercambio de Facebook entre un militante kirchnerista y un militante del PTS-FIT.

Desde ya, la cita no es actual. Es de fines de agosto de 2014, horas después del paro nacional del jueves 28 que había sido convocado por la CGT Azopardo de Hugo Moyano, por la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo y por la CTA Autónoma de Pablo Micheli. En aquella oportunidad el PTS, junto a otras organizaciones políticas y del sindicalismo combativo, había protagonizado piquetes en la Panamericana, en el Puente Pueyrredón y en varias ciudades del interior del país.

La convocatoria de la burocracia sindical opositora a Cristina Fernández había sido “contra la caída del empleo y las suspensiones, la derogación del impuesto a las ganancias y contener la inflación”. Consignas que, casi dos años después, volvieron a estar presentes el último viernes en la convocatoria que hicieron Moyano y Micheli frente al Monumento al Trabajo en la Ciudad de Buenos Aires.

La diferencia, políticamente sustancial, es que el viernes también convocaron Caló y Yasky, quienes en 2014 no solo no llamaron a parar y mucho menos a movilizarse sino que se trenzaron con los convocantes en una defensa cerrada de Cristina, de Kicillof, del INDEK y de patronales como Lear o Donnelley que estaban en pleno ataque a sus trabajadores.

Caripelas

El sábado no hubo columna de opinión en ningún diario más o menos masivo que no haya dado cuenta de uno de los hechos políticos más relevantes que arrojó la multitudinaria movilización: la presencia del kirchnerismo sindical, político y social junto a Hugo Moyano.

Los editorialistas que le hacen el aguante a Macri lo tomaron como un hecho curioso. Y los que escriben desde la nostalgia del “proyecto” hablaron de una participación lógica del peronismo kirchnerista en una manifestación contra el gobierno y su brutal ajuste.

Lo cierto es que el viernes a la tarde formó parte de la convocatoria y estuvo en primera fila gran parte de la dirigencia sindical que durante los años de gobierno de Cristina “no traicionaron” y bancaron hasta lo imbancable. Hugo Yasky, Antonio Caló, Andrés Rodríguez, Gerardo “Batallón 601” Martínez, Roberto Baradel y muchos otros burócratas que hasta hace poco entraban con pase libre a la Casa Rosa quedaron fotografiados junto a Moyano y sus aliados.

Vale recordar que, sólo porque se bajaron a último momento de la convocatoria, casi terminan retratados también junto a Luis Barrionuevo y el Momo Venegas, los exponentes más reaccionarios del sindicalismo peronista.

Sin subirse al escenario (ganas no les faltaron) se los vio caminando contentos las calles aledañas a Paseo Colón e Independencia, nada menos que al excandidato presidencial kirchnerista Daniel Scioli (rodeado de colaboradores cercanos), al excandidato a gobernador bonaerense kirchnerista Aníbal Fernández, al excanciller kirchnerista Jorge Taiana, al diputado kirchnerista Edgardo Depetri, a la diputada kirchnerista Cristina Álvarez Rodríguez, y a los intendentes kirchneristas de La Matanza, Verónica Magario, de Almirante Brown, Mariano Cascallares y de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini.

En su sentida crónica de la jornada Mario Wainfeld destacó el sábado en Página 12 que “la muchedumbre matancera” caminaba “tras un cartel ’Fernando Espinoza conducción. Verónica Magario intendente’”. No es casual la elección de Wainfeld. Ese populoso municipio del conurbano es uno de los reductos a los que fue a parar un buen número de funcionarios de la administración kirchnerista después de la derrota.

Y por si fuera poco, convocados por Moyano y compañía marcharon varias de las organizaciones sociales entre cuyos militantes hay muchas y muchos que durante los últimos años gastaron teclas y teclas diciéndole “traidor”, “vendepatria” y otras yerbas al líder camionero. El Movimiento Evita, el Miles de Luis D’Elía y la alguna vez kirchnerista Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que dirige el amigo de Bergoglio Juan Grabois, dijeron presente.

Algún chistoso dijo por ahí que sólo faltaron (dando por sentado que Cristina está en otra cosa) Boudou, Moreno y Kicillof.

Compañeros y/o amigos

Moyano, Caló, Yasky y Micheli no fueron los únicos que hablaron el viernes. Desde abajo del escenario de la burocracia sindical otras voces quisieron dejar su marca.

Minutos después del cierre, Aníbal Fernández habló ante periodistas. “Ya sabíamos que este grupo que hoy gobierna proponía las políticas del centroderecha o de la derecha conservadora”, dijo el exmenemista-duhaldista-kirchnerista quilmeño. En sintonía con los discursos previos, el exjefe de gabinete sentenció que “la derecha conservadora va a gobernar para un grupo de pertenencia, que siempre son los ricos que se ponen más ricos, pero no se va a preocupar por los intereses de los pobres”.

Obviamente la pregunta se imponía. Consultado sobre su relación con Moyano, el excandidato a gobernador del FpV dijo que él siempre quiso “la unidad del movimiento obrero. Siempre participé y apoyé de la manera en que se podía. Tuvimos en algún momento encontronazos con el ‘Negro’ Moyano, del que soy amigo hace veinte años, y al poco tiempo nos sentamos a comer un churrasco y a charlar de lo que teníamos que hablar. Y esas cosas se empiezan a allanar”.
Aníbal difundió en su cuenta personal de Twitter esas declaraciones suyas. Lo hizo insertando un video de TN, nada menos. Pero lo paradójico es que a sus espaldas, durante toda la entrevista, lo escoltaran dos carteles con la leyenda “Ferreyra-Acosta, paguen los sueldos en 360”. La alusión es a los dueños de Electroingeniería, la empresa que gracias a sus negociados con el kirchnerismo fundó el canal de TV 360 y hoy, vía el recorte de la pauta oficial y de otros traspiés patronales, decidió cortar por lo más delgado y dejó de pagar los sueldos al personal. De ese conflicto de trabajadores, hasta el momento, Fernández no dijo nada.

Buscando un símbolo de paz

También habló, después del acto, Daniel Scioli. “Fue una movilización ejemplar en cuanto a su dimensión, a su organización y la tranquilidad y preocupación que a la vez transmitían los trabajadores”, dijo al aire por C5N. “Quiero hacer un reconocimiento a ellos y a las organizaciones gremiales por la demostración de unidad frente a una agenda preocupante en cuanto a las consecuencias que está teniendo para los trabajadores estas políticas económicas y sociales”, agregó.

Consultado por la repercusión que estaba teniendo su presencia en un acto junto a las CGT y la CTA que se opusieron al kirchnerismo durante años, el exgobernador dijo que él había sentido “la necesidad de participar sin ningún tipo de... respetando y destacando la organización y simplemente como un peronista más”.

Disfrutando el sabor de la revancha, parece que al “Negro” Moyano no le interesa demasiado ni la amistad aludida por Aníbal ni el reconocimiento de Daniel. El sábado, cenando con Mirtha Legrand, el camionero dijo que a Fernández, a Scioli y a Espinoza ni los vio cerca del escenario. “Pero me dijeron que estaban”, aclaró. Es más, minimizando esas presencias dijo que “dos, diez, veinte personas” entre “300 mil personas” no significan mucho. Y casi como separándose de ellos preguntó a la mesa “¿cómo evitamos que participen, cómo hacemos para que no participen? ¿Ponemos a uno en la esquina que les diga ’ustedes no’? Que participe el que quiera y el que no quiera que no vaya”.

De algunas cosas no se vuelve

A varios días de la masiva movilización, las repercusiones sobre la presencia del kirchnerismo junto a Moyano, Micheli y (casi casi) Barrionuevo siguen dando tela para cortar.

El analista Ignacio Zuleta, de amplia llegada a fuentes peronistas de todo pelaje, escribió ayer que “Moyano desplazó con el acto del viernes a los demás peronismos, enfilando detrás de sí al cristinismo residual y marginó a los normales del partido, que no pisaron el escenario, como Daniel Scioli, en un toco y me voy, apenas para cumplir”.

Y habla, a su vez, de dos diagnósticos diferentes que hoy dividirían a los peronistas. Por un lado estarían “quienes creen que Moyano está viejo y se dejó caminar por los Delía (sic) y los Aníbal Fernández, que tiñeron de kirchnerismo el acto de alguien que había enfrentado al kirchnerismo con la vehemencia de los conversos”. Y por otro lado “quienes dicen que a Moyano no le importan esas presencias porque le suman. Es como si admitiera que ese cristinismo que se acercó al acto no tiene destino político, y que puede encontrarlo en el sindicalismo.”

Si se tomara como cierto lo que dice Zuleta, ninguno de los dos diagnósticos difieren en un punto: que el kirchnerismo marchó con Moyano (y casi con Barrionuevo).

Es posible que el joven militante kirchnerista, que en agosto de 2014 insultaba rabiosamente al militante del PTS, el viernes haya estado caminando por San Telmo escuchando a Moyano como si hablara alguien “del palo”.

El militante del PTS también estuvo allí. Pero con una diferencia. Al igual que en los paros que Moyano y Micheli convocaron durante el kirchnerismo por demandas justas para la clase trabajadora, su partido marchó de forma independiente en una columna común con el sindicalismo combativo y antiburocrático. Lejos de aplaudir a Moyano y compañía, la presencia de esa columna (que también destacaron los medios macristas y kirchneristas) fue para reclamarle a la burocracia sindical que ponga en pie un verdadero plan de lucha contra los despidos y el ajuste en curso.

¿Podrá explicar el militante kirchnerista, ayer enojado con Moyano y hoy vuelto a reconciliar con el camionero, el por qué de semejante giro? El militante del PTS, por el momento, no recibió ningún comentario en su Facebook.


Daniel Satur

Nació en La Plata en 1975. Trabajó en diferentes oficios (tornero, librero, técnico de TV por cable, tapicero y vendedor de varias cosas, desde planes de salud a pastelitos calientes). Estudió periodismo en la UNLP. Ejerce el violento oficio como editor y cronista de La Izquierda Diario. Milita hace más de dos décadas en el Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) | IG @saturdaniel X @saturnetroc

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