El kirchnerismo exige la renuncia de la titular de la Oficina Anticorrupción por justificar a Macri en el escándalo de Panama Papers. En medio de la crisis cada cual atiende su juego.
Martes 5 de abril de 2016
Fotografía: Mendoza Post
El escándalo mundial por los Panama Papers provocó todo tipo de repercusiones en Argentina tras conocerse que el presidente Mauricio Macri figuraba como director (junto a su padre y un hermano) de una firma offshore en ese país caribeño.
Ayer desde el Frente para la Victoria aprovecharon la oportunidad para reaparecer como “defensores de la República”. Para ello apelaron a dos exigencia, surgidas desde su bloque de diputados. Por un lado piden que se realice de forma urgente “una sesión especial para tratar la creación de una comisión investigadora de sociedades offshore”.
Y por otro lado exigieron “la renuncia de la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, quien salió inmediatamente a defender al Presidente, cuando su rol es investigar la posible comisión de un acto de corrupción”.
Sobre este segundo punto los diputados kirchneristas presentaron ayer mismo un proyecto de ley “para que la Oficina Anticorrupción esté en manos de la primera minoría de la oposición y la vicepresidencia de la segunda minoría, y que su titular sea indefectiblemente un abogado, condición que tampoco cumple Alonso”.
De paso pidieron que la canciller Susana Malcorra desplace de la embajada argentina en Panamá al ex Midachi Miguel Torres del Sel y lo reemplace “por un funcionario de carrera que no tenga vínculos políticos con el gobierno”.
Así lo hicieron público a través de un comunicado firmado por Héctor Recalde, el titular del bloque del Frente para la Victoria-PJ. El mismo lleva por título “Macri y sus cuentas ocultas en el exterior”.
COMUNICADO DEL BLOQUE DIPUTADOS FPV-PJ // MACRI Y SUS CUENTAS OCULTAS EN EL EXTERIOR #PanamaPapers pic.twitter.com/ZstmxfA2GG
— Diputados FpV-PJ (@DiputadosFPV_pj) 4 de abril de 2016
La movida de los legisladores kirchneristas busca devolver algo de lo que vienen recibiendo varios referentes del gobierno anterior, comenzando por la misma Cristina Fernández de Kirchner y su núcleo más cercano.
La estrategia macrista, desde el mismo 10 de diciembre, se caracteriza por avazar lo máximo posible con las causas judiciales que comprometen a varios exfuncionarios. A ello se suma el aporte inestimable de algunas furiosas operaciones de prensa de encaradas por Clarín, La Nación y otros medios aliados.
Pero Panama Papers parece darle una oportunidad a los alfiles kirchneristas para contrarrestar la adversidad del momento. Por eso ahora buscan cargarse nada menos que a una de las caras más visibles (y fanáticas) del macrismo.
Quieren dejar offshore (“ultramar”, según el diccionario) a Laura Alonso, quizás aprovechando que esa misma funcionaria macrista viene de tropezón en tropezón.
Fue ella la que, después de cuestionar rabiosamente las cláusulas secretas del acuerdo enrte YPF y Chevron consumado por el kirchnerismo, una vez a cargo de la Oficina Anticorrupción realizó una defensa casi rabiosa de ese secreto con la excusa de que ahora se había informado bien y considera que es correcto no hacer público ese contrato turbio.
Así las cosas, el Panama Papers ya está dando mucha tela para cortar. Y quizás a Alonso le convenga, si quiere durar en su cargo, ser más cautelosa a la hora de justificar lo injustificable.