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Red Internacional
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Amigo de Massa. El lujoso yate que se hizo construir el dueño de Edenor deslumbra en Qatar

El Attila fue hecho a medida de Marcelo Filiberti por un astillero italiano. Hoy es el más lujoso en el embarcadero de La Perla (Doha). Tiene 5 pisos, helipuerto, cine y otros lujos. Filiberti es uno de los dueños de Edenor y otras empresas de servicios. Según La Nación lo habría vendido hace pocos meses en 70 millones de dólares. Es amigo de Sergio Massa.

Miércoles 30 de noviembre de 2022 10:09

El Mundial de Qatar no es solo fútbol. También es una vidriera para algunos de los hombres más ricos del mundo, que entre partido y partido gastan millones y hacen negocios.

En las últimas horas se supo que en La Perla de Qatar en Doha, un impactante complejo residencial de lujo que montado sobre una isla artificial, se encuentra un barco que salió hace un tiempo de nuestras costas. Todos los turistas se imaginan, logicamente, que es de un poderoso jeque petrolero. El dato lo difundió un usuario de twitter y luego se sucedieron más datos y aclaraciones "anónimas".

Se trata del Attila y fue encargado a un prestigioso astillero italino por el empresario Marcelo Filiberti.

¿Qué es el Attila? Es un megayate, según el concepto de revista especializada Boat International. El 64Steel Attila es de un astillero italiano, tiene de 64 metros de largo, cinco plantas (cubiertas), helipuerto, sauna, gimnasio, una piscina de cinco metros de largo con piso transparente que funciona como techo de la cubierta de abajo, donde hay un ambiente llamado “club de playa”. Cuesta cerca de 70 millones de dólares. Según la Boat Internacional “en la lista de deseos del propietario había un abundante almacenamiento de carne y vino, amplias instalaciones de cine, una terraza completa para él y su esposa”. Es que se trata de barcos encargados a medida del propietario.

¿Quién es Marcelo Filiberti? El hombre que encargó y disfrutó el yate por los mares y puertos más exclusivos de Europa es un poderoso empresario argentino, con buenas relaciones con el poder. Al conocer la noticia, el diario La Nación aseguró que "de acuerdo a lo confirmado a este diario por fuentes cercanas a Filiberti, un amante de los barcos, vendió el yate “hace un año”. Si lo vendió, se quedó con 70 millones de dólares, habría que ver por qué otro megayate lo reemplazó. Filiberti hizo su fortuna en el negocio del cloro, por eso heredó el alias de “Mister Cloro” del sindicalista José Luis Lingieri, cercano a él. Es que Filiberti inició su carrera importando cloro desde Uruguay, hasta fundar su empresa Trasclor. Pero el salto lo dio al convertirse en proveedor de Aguas Argentinas y luego Aysa. En eso tuvo su influencia el sindicato pero también su amigo personal José Luis Manzano.

Transclor empezó a suministrarle cloro líquido a AySA y, a partir de 2009, ploricloruro de aluminio para su planta de General Belgrano. Hoy es el proveedor casi exclusivo de elementos de potabilización de AySA. Hizo acuerdos con el kirchnerismo, con el macrismo y ahora con el nuevo gobierno. AySA es dirigida, recordemos, por Malena Galmarini, esposa de Sergio Massa que a su vez es amigo de José Luis Manzano. Filiberti ha reconocido ante poderosos políticos y empresarios "soy amigo de Massa".

La conexión no es casual. Es que el otro gran negocio de Filiberti también está ligada a los servicios públicos. Filiberti integró el consorcio que, junto con Daniel Vila y José Luis Manzano, creó Energía del Cono Sur (Edelcos). A través de esas sociedad le pagaron u$s 100 millones a Pampa Energía para quedarse con el 51% de Edenor. La empresa privatizada brinda servicio eléctrico en la zona norte de la Ciudad de Buenos y el GBA. Su cartera de clientes suma 2,5 millones, que equivalen a 9 millones de usuarios.

El hombre es conocido por sus autos, aviones y yates de lujo. Esa fortuna la hizo prendido de “las tetas del Estado”. Negocios con empresas privatizadas y con empresas “nacionalizadas” que en realidad mantienen las tarifas y negocios de los privados.

El “Rey del Cloro” está en Qatar pero ya salió campeón con todos los gobiernos. Mientras tanto, el pueblo sigue el Mundial por la tele mientras soporta el calor y los tarifazos.