Tras los cruces con Macri, el Frente Renovador presentó ayer un proyecto que declara la emergencia por 120 días, no limita las importaciones y exige mayor control.
Jueves 8 de septiembre de 2016
El bloque de diputados por el Frente Renovador presentó ayer un proyecto para declarar la "emergencia aduanera" por 120 días, que castiga a las irregularidades en el control aduanero sobre importaciones y exportaciones.
La iniciativa fue presentada tras el cruce que el presidente Mauricio Macri tuvo con el jefe de ese espacio, Sergio Massa, a quien le pidió "que no hable en el aire" tras anunciar la decisión de presentar una propuesta para frenar las importaciones.
El presidente desde China le respondió a Massa que "debería manejarse con números, con estadísticas serias. Porque hablar por hablar, al final es todo lo mismo, ¿no? Hace mucho mal". De Mendiguren, referente del Frente Renovador declaró que a Macri lo habían "informado mal" y que el proyecto no prohíbe las importaciones.
El proyecto, tal como lo establece en sus fundamentos, también se encuadra en la situación generada por la denuncia presentada contra el ex el titular de la Aduana, el militar retirado Juan José Gómez Centurión, quien fue desplazado de su cargo tras haber sido acusado de supuestas irregularidades por el Ministerio de Seguridad.
La propuesta lleva las firmas de Massa, Graciela Camaño, Marco Lavagna, José Ignacio de Mendiguren, Vanesa Massetani y Agustín Calleri.
Claves del proyecto
El proyecto del massismo declara la emergencia aduanera por 120 días, que se pueden prorrogar por el mismo plazo, y sugiere que los productos de consumo que ingresen por la Aduana deben ser cursados a través del canal de selectividad rojo. Esto significa que su ingreso no es automático sino que la aduana debe controlar la cantidad, la documentación y la calidad.
Para el caso de los bienes intermedios, a su vez, establece que deben ser cursados por el canal de selectividad naranja, es decir que tendrán un control documental de los productos en la aduana.
El proyecto no establece restricciones para el ingreso de los insumos de la industria, como tampoco para los productos y aparatos de la industria médica "y otros bienes esenciales que no sean producidos en el país".
Se propone el aumento de las penas y multas para el contrabando de mercaderías y estupefacientes.
Se crea un Registro de Posiciones Sensibles de Importación para que haya un monitoreo permanente de los bienes que entran al país y que esté regulado por el Ministerio de la Producción y el Consejo de Monitoreo y Competitividad de las micro y pequeñas y medianas empresas.
Asimismo, el proyecto instruye al Poder Ejecutivo a identificar los sectores más afectados y a diseñar "planes de sustentabilidad y fortalecimiento", que deberán ser integrados al Plan Productivo Nacional que actualmente elabora el Ministerio de Producción.
Ingreso de importaciones
El proyecto del massismo responde a los reclamos empresariales sobre el mayor ingreso de bienes de consumo que tienen precios más baratos que los productos nacionales.
Según el informe del Indec de julio, durante los primeros siete meses del año las importaciones de bienes de consumo aumentaron 8,3 % con respecto al mismo período en 2015. Mientras que en julio hubo un descenso de estas importaciones del 2 % con respecto a julio del año pasado.
Los empresarios reclaman mayores beneficios para compensar la pérdida de rentabilidad provocada por la caída de ventas y la recesión económica, amenazando con despidos.
El massismo en su intento de representar a la “industria nacional” presenta un proyecto que controla las importaciones, pero distante de las primeras amenazas a Macri que anunciaba la suspensión de las importaciones.
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Redacción
Redacción central La Izquierda Diario