Recientemente se anunció la muerte de más de 600 menores en edad infantil a causa de la enfermedad causada por el SARS COV2 (coronavirus) de acuerdo a cifras oficiales.
Miércoles 28 de abril de 2021
Imagen: Facebook
El martes 27 de abril, a 3 días de la celebración por el día de la niña y el niño, el subsecretario de salud, Hugo López Gatell, anunció que el registro de decesos de menores en edad infantil superaba ya los 600.
Hay que considerar que esta cifra oficial podría ser mayor, ante la carencia de pruebas en algunas regiones. Hay miles de personas que mueren o sobreviven al coronavirus, sin que esto conste en algún registro.
Se estima que en México diariamente 144 niñas, niños y adolescentes (NNA) de entre 0 y 15 años se contagian del SARS COV2. A la fecha se registran 57 mil 546 contagios en dicho rango de edad, de los cuales 3 mil 652 han tenido que ser hospitalizados.
Mayor es el registro de adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años. Actualmente se reportan 67 mil 093 casos positivos, de acuerdo a las cifras oficiales del CONACyT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología).
Sin salud y en desnutrición, así enfrenta la niñez el COVID en México
Después de un año de pandemia, es bien sabido que existen factores clave que han mostrado la diferencia entre la vida y la muerte ante contagios de COVID. El acceso a la salud para una atención oportuna es elemental; igual de importante es el acceso a la alimentación digna y suficiente.
Teniendo en cuenta que el 51 % de NNA (más de 19 millones) en el país vive en pobreza o pobreza extrema, es un hecho categórico que estos derechos les están negados o limitados.
La histórica desnutrición infantil en México ha arrojado a los frágiles cuerpos de las niñas y niños en México a enfrentar esta pandemia. Se estima que el 55 % de las familias mexicanas tienen algún grado de inseguridad alimentaria, es decir, no pueden satisfacer sus necesidades mínimas de comida durante largos periodos.
En medio de una pandemia sanitaria, la situación es crítica pues, de acuerdo a la UNICEF: “…la falta de una dieta suficiente, variada y nutritiva está asociada con más de la mitad de las muertes de niñas y niños en todo el mundo. Cuando padecen desnutrición, son más propensos a morir…”.
El derecho a la salud es otra deuda con la infancia y la adolescencia en el país. De acuerdo al “Informe Anual 2019: Avances y desafíos para la niñez y la adolescencia en México”, 60 % de esta población no tiene acceso a la seguridad social, dejando al menos a 22.8 millones de NNA sin acceso a la salud.
Las evidencias a un año de la pandemia indicaban que las NNA eran menos susceptibles a enfermar de gravedad por el COVID. Sin embargo, esto no significa que no pueda pasar. Los 10 mil 257 casos de personas hospitalizadas de entre 0 y 19 años son muestra de ello.
Dos riesgos mortales para la niñez: nuevas cepas y reapertura de escuelas
Las 600 defunciones de NNA que se han registrado hasta la fecha, sin duda podría ascender ante dos riesgos inminentes. Además de la carencia de derechos básicos, las nuevas cepas del coronavirus han mostrado ser más agresivas en NNA, lo que ha aumentado los ingresos hospitalarios de los menores. El otro riesgo que hoy presenta la infancia en el país es la prisa del gobierno federal y locales por la reapertura de las escuelas.
Lejos de garantizar el derecho a la salud y la alimentación digna, nutritiva y suficiente, o de llevar adelante un plan para la construcción masiva de escuelas que termine con el hacinamiento en las mismas, hoy se plantea su pronta apertura con medidas sanitarias por demás insuficientes.
Como lo muestra Brasil, que ha llegado a registrar más de 4 mil decesos por día, la vuelta a clases presenciales sin condiciones seguras es un riesgo para la población, incluyendo a las niñas y los niños. Ese país ha registrado cerca de mil decesos de niñas y niños hasta la fecha, cifra que explotó después de la reapertura de las escuelas.
Luchar por salud, alimentación y educación: el mejor regalo para la niñez
La pandemia dejó al desnudo (aún más) las tremendas carencias que tiene la gente, particularmente la niñez y la juventud. Si antes de la pandemia se volvía urgente luchar por que se garantice al 100 % de la población el acceso a la salud y la alimentación, hoy en medio de esta crisis que nos ha arrebatado a más de 215 mil personas y 600 niñas y niños, esa urgencia apremia mucho más.
Es inaudito que las prioridades de la administración estén en la construcción de cuarteles militares y no de hospitales. Es grotesco que altos funcionarios como Lorenzo Córdova (uno de tantos) del INE reciban salarios mensuales de 178 mil pesos (más prestaciones) o aguinaldos de más de medio millón de pesos, mientras 19 millones de niñas y niños viven en pobreza.
Indigna cómo el Estado mexicano vacía sus arcas pagando la ilegítima deuda externa cuando el 55 % de su población no tienen garantizado ni siquiera lo más básico: ¡comer!
Organicémonos y luchemos contra el pago de la ilegítima deuda externa, por que se deje de financiar la militarización del país y se establezcan impuestos progresivos a las grandes empresas, con el fin de que esos recursos sean utilizados para un urgente aumento al presupuesto a la salud y la educación.
Luchemos por trabajo digno para todos, por un aumento sustancial al salario, para que este cubra al menos la canasta básica familiar y suba automáticamente de acuerdo a la inflación. Para que en ningún hogar falte alimento variado y suficiente.