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ELECCIONES EN ANDALUCÍA. El movimiento de mujeres frente a la extrema derecha en Andalucía

Josefina L. Martínez

Josefina L. Martínez @josefinamar14

Miércoles 5 de diciembre de 2018 00:00

El programa electoral presentado por Vox en Vistalegre poco antes de irrumpir en las elecciones andaluzas planteaba alto y claro la orientación reaccionaria, racista, misógina, homófoba y conservadora de esta formación política. Pretenden expulsar masivamente a los inmigrantes, reforzar la xenofobia policial, derogar la Ley Integral de Violencia de Género, prohibir el derecho al aborto en cualquier supuesto, promover formas de familia tradicionales y perseguir judicialmente a las mujeres que hagan denuncias sobre violencia de género. Un programa “antiderechos” en toda la línea. Su lema es: España, tradición, familia y propiedad. Y como parte de ese esquema, proponen una contrarreforma para someter a millones de mujeres con nuevas cadenas patriarcales. Al ser Vox determinante en la formación de un gobierno de derecha y extrema derecha en Andalucía -y posiblemente se convierta en un actor decisivo estatalmente-, como era de esperarse el PP y Ciudadanos ya se están escorando aún más a la derecha.

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Ante esta nueva amenaza que se cierne sobre nuestros derechos, es más necesario que nunca profundizar la fuerza que el movimiento de mujeres viene desplegando en las calles en los últimos años: desde las grandes marchas contra Gallardón que culminaron en la renuncia del ministro clerical, a la gran huelga del 8M, las manifestaciones masivas contra la justicia patriarcal y la solidaridad con las trabajadoras en lucha como Las Kellys, las Espartanas de Coca Cola y las temporeras de la fresa de Huelva. ¡Seamos miles en las calles para dejar claro que “No pasarán” por sobre nuestros derechos y que “¡Si tocan a una, nos tocan a todas!”.

Vox propone derogar la Ley Integral de Violencia de género (LIVG) votada en de 2004. Esta Ley, aunque insuficiente, reconoce la violencia contra las mujeres por el hecho de ser mujeres y establece una serie de medidas al respecto -aunque la realidad es que la mayoría no se implementan por falta de financiación-. También es cierto que esta Ley tiene el grave problema de que solo considera “violencia de género” aquellas agresiones ocurridas en el seno de la pareja o las exparejas, dejando por fuera multiplicidad de casos. Pero desde Vox quieren revertir por completo lo conquistado y atacan la idea misma de “violencia de género”: proponen reemplazar esa Ley por una de “Violencia intrafamiliar”, eliminando la causal de género, pretendiendo así convertir las agresiones contra las mujeres en un “asunto privado” al interior de las familias tradicionales.

Por otro lado, el ahora diputado electo Francisco Serrano -número uno en la lista de Vox en Andalucía- es un conocido juez negacionista de la violencia de género. El movimiento feminista lo viene denunciando por sus sentencias contra las mujeres, otorgando la custodia a padres maltratadores. En 2011 el Consejo General del Poder Judicial lo separó de la carrera judicial, tras una condena del Tribunal Supremo por “prevaricación dolosa”. El líder de Vox había cambiado el régimen de visitas de un menor sin otorgarle audiencia a la madre, solo para que su padre lo pudiera llevar de nazareno a la Semana Santa de Sevilla. Pero su historial no se queda allí. Mientras que varias asociaciones de mujeres denuncian que actúa “como altavoz” de los maltratadores, él no deja de proclamar que se siente “víctima del yihadismo de género”.

Serrano defiende la existencia del síndrome de alienación parental (SAP), según el cual los recuerdos de los niños maltratados son “introducidos” en su mente por la manipulación de las madres. Sugiere a los jueces que descalifiquen el testimonio de los niños, aunque su relato sea creíble, y que castiguen a las madres por manipular a sus hijos, amenazándolas con quitarles la custodia si no retiran las denuncias. Por si faltara algo, Serrano es conocido por sus tuits completamente reaccionarios, llamando “piojosas de izquierda” a las activistas del movimiento feminista, o soltando todo tipo de barbaridades homofóbicas, islamofóbicas y racistas.

Las propuestas reaccionarias de Vox no solo apuntan contra los derechos de las mujeres: buscan eliminar el matrimonio igualitario, suprimir de la sanidad pública el derecho al aborto y el cambio de sexo. Al mismo tiempo, plantean la “recuperación de nuestras fronteras”, cerrar mezquitas, suspender el espacio Schengen y “levantar un muro infranqueable en Ceuta y Melilla". Propone eliminar las autonomías, derogar la Ley de memoria histórica, recentralizar el sistema educativo y recortar gastos estatales. Medidas que significan grandes ataques contra el conjunto de las mujeres, las inmigrantes, la clase trabajadora y el pueblo más empobrecido.

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Desde que se conoció la noticia de la llegada de Vox al Parlamento las activistas y redes feministas han entrado en estado de “alerta” y se esperan acciones de respuesta. Pero ante el crecimiento de la extrema derecha es importante evitar las trampas de los “progresistas” neoliberales que estando en el gobierno como el PSOE quieren mostrarse como los defensores de los derechos de las mujeres o como garantes de la “democracia contra el fascismo”. El gobierno del PSOE mantiene abiertos los CIEs y aplica las leyes de extranjería, que condenan a las inmigrantes a vivir sin papeles; mantiene las reformas laborales que imponen la precariedad a la mayoría de las trabajadoras, y garantiza los acuerdos y la financiación a la Iglesia católica, machista y patriarcal, por solo mencionar algunas de sus políticas, contrarias a las necesidades de la mayoría de las mujeres, las precarias, inmigrantes, trabajadoras y estudiantes.

Ante el crecimiento de esta extrema derecha reaccionaria, el movimiento de mujeres tiene un enorme desafío: desplegar nuestra fuerza en las calles, profundizar la movilización y fortalecer las alianzas con el movimiento antirracista, los colectivos de inmigrantes, los sindicatos, el movimiento estudiantil, las pensionistas y los movimientos sociales por la vivienda. Solo así podremos hacer frente a estos monstruos de la extrema derecha que se nutren del fango dejado por las políticas neoliberales de los políticos del PP-Ciudadanos y el PSOE. ¡Seamos una marea imparable de mujeres contra la extrema derecha, contra el patriarcado, el racismo y el capitalismo!

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Josefina L. Martínez

Nació en Buenos Aires, vive en Madrid. Es historiadora (UNR). Autora de No somos esclavas (2021). Coautora de Patriarcado y capitalismo (Akal, 2019), autora de Revolucionarias (Lengua de Trapo, 2018), coautora de Cien años de historia obrera en Argentina (Ediciones IPS). Escribe en Izquierda Diario.es, CTXT y otros medios.

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